Casi cada día de este mes de septiembre, una joven de 22 años muestra ante las lentes de la TV y la prensa de Venezuela el rostro desfigurado, la boca sin labio inferior y con el hueco de varios dientes arrancados.
Linda López, hallada casi en estado de coma tres años atrás en un apartamento capitalino, forma parte de una estadística elocuente: 74,52 por ciento de las mujeres de entre 20 y 40 años sufren algún tipo de violencia de género, según reportes de organizaciones no gubernamentales (ONG).
La joven provinciana que llegó a Caracas en busca de mejores oportunidades, volvió a ser noticia cuando se apostó en huelga de hambre a las puertas del Tribunal Supremo de Justicia, para exigir celeridad en el juicio contra el presunto agresor, Luis Carrera Almoina, acusado de intento de homicidio, violación, privación ilegítima de libertad y tortura.
"El de Linda es un caso emblemático, pero en muchas otras ocasiones los avances en la lucha contra la violencia hacia la mujer han mostrado la cara de víctimas golpeadas que han movido la conciencia del resto de la población", dijo a IPS Magdalena Valdivieso, directora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM) de la Universidad Central.
Hematomas, excoriaciones y quemaduras fueron algunas de las marcas halladas en el cuerpo de la agraviada, además de múltiples traumatismos internos, por las violaciones repetidas y los golpes propinados por el agresor.
López fue hallada atada y amordazada el 19 de agosto de 2001 en un apartamento propiedad de Almoina, en el que permaneció secuestrada durante cuatro meses. Hasta ahora ha pasado por nueve intervenciones quirúrgicas, pero le faltan varias más.
Ejemplo de agresión extrema, el de López es uno de los pocos casos que se procesan ante autoridades, según agencias estatales y ONG, pues la mayoría de las afectadas no se atreven a denunciar sus padecimientos.
Reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estiman que una de cada tres mujeres en el mundo es víctima de violencia de género (un problema de salud pública), y una de cuatro registra alguna agresión sexual por parte de su pareja, relató Mary Peñuela, del gubernamental Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer).
La organización Amnistía Internacional, con sede en Londres, reveló que en el mundo mueren y resultan lesionadas más mujeres de 15 a 44 años por violencia doméstica que por enfermedades como cáncer y malaria o por accidentes de tránsito. Setenta por ciento de las víctimas de homicidio fueron asesinadas por sus parejas.
En 2003 se conocieron en Venezuela 8.520 casos de lesiones contra mujeres. De esa cifra, 42,75 por ciento correspondió a violencia psicológica, y 37,61 por ciento a agresión física, según un boletín del CEM. "Sin embargo, las tipologías de violencia pueden ir acompañadas entre sí", señaló a IPS Gioconda Espina, investigadora del Centro.
"A veces se descubre que hay maltrato psicológico cuando la agredida es tratada en terapia por otras razones", agregó Espina.
Rosmary, de 40 años y dedicada a labores de limpieza, ejemplifica con su experiencia cierta "normalización" de la violencia, en este caso física, al comentar a IPS que "mi marido no se atreverá a maltratarme nunca más".
"Una vez discutimos porque no le había planchado un pantalón y por eso me dio una patada. Yo me di la vuelta y lo golpeé en la cara, pero por error también le pegué a mi niña, que él tenía en los brazos. Pero sigo con él, no me parece que haya sido algo para terminar", explicó.
Episodios más graves se han hecho públicos a propósito de la tragedia de López. Este mes, en una barriada pobre de las afueras de Caracas, un hombre roció con combustible y prendió fuego a su esposa, provocándole quemaduras de primer grado en tórax, cuello y rostro. La agraviada se atrevió a denunciarlo sólo porque su vida peligraba.
"En la mayoría de las experiencias que conocemos, las mujeres hacen la denuncia cuando ya tienen traumatismos muy fuertes o cuando ya lo que les queda es salvar la vida", relató Espina.
La OPS advierte que la agresión de género puede ser ejercida tanto por miembros de la familia como por extraños. Pero el informe del CEM da cuenta de que, en Venezuela, 79 por ciento de los casos registrados son cometidos por las parejas de las mujeres.
"Mi marido mantenía un machete amolado siempre cerca y me amenazaba con matarme si me iba de la casa", comentó una mujer de mediana edad, también víctima de agresiones y presentada a IPS por Inamujer.
No hay un perfil socioeconómico específico para identificar la violencia contra la mujer.
"Hay víctimas en todos los estratos sociales y oficios: médicas, militares o sin educación alguna. Algunas provienen de clases sociales muy altas y no dejan a su pareja por temor a perder el estatus y la seguridad que ello les brinda", señaló a IPS Marisol De La Rosa, especialista en este tipo de agresiones.
Pero, al mismo tiempo, las situaciones de pobreza extrema "pueden ser detonantes, así como el consumo de alcohol por parte de la pareja, o el desempleo. Pero el problema de base es cultural", aclaró De la Rosa.
En cuanto al perfil de los agresores, informes del CEM señalan que en 74,7 por ciento de los casos tienen entre 25 y 55 años y estudios de primaria culminados. Sesenta y uno por ciento tienen educación media incompleta. Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres perciben un incremento en la cantidad de expedientes abiertos por denuncias de violencia doméstica.
"No sabemos si hay más casos, pero sí hay una mayor toma de conciencia para la denuncia. Sabemos que las mujeres están conociendo más sus derechos", comentó Valdivieso.
Pero las activistas mantienen la alarma, a partir del caso López, por los obstáculos judiciales que pueden convertirse en mayores daños a las agredidas.
"El caso de Linda ha mostrado profundas deficiencias del sistema judicial, en las leyes, en el sistema legislativo en general. Por ejemplo, al desestimar la fiscalía medidas cautelares para las víctimas de agresión, establecidas en algunos artículos de la ley sobre la violencia contra la mujer y la familia", comentó Valdivieso.
La petición del fiscal general contra las medidas cautelares, realizada hace más de un año, se basó en la necesidad de "respetar la presunción de inocencia y evitar que se incurra en la violación al derecho a la defensa" del acusado, según un comunicado de ese despacho.
"Hemos solicitado al Tribunal Supremo de Justicia que tome una decisión urgente y favorable a las mujeres, pues sin medidas cautelares estamos muy mal", agregó Valdivieso.
"Algo positivo de todo esto es que, como en otros países, al fin las organizaciones se están acercando entre ellas, colectivizando esfuerzos", dijo De La Rosa.
Mientras, Linda López sigue esperando que terminen las audiencias y no se retrase más la sentencia final.