COLOMBIA: EEUU sale en defensa de Uribe

El gobierno de George W. Bush salió este lunes en defensa del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, luego de conocerse un viejo informe de la inteligencia militar estadounidense que expone supuestos vínculos suyos con el narcotráfico.

"Desaprobamos completamente las acusaciones contra el presidente Uribe", dijo este lunes el portavoz del Departamento de Estado (cancillería) Adam Ereli.

"No tenemos información creíble que sustancien o corroboren las alegaciones que aparecieron en un informe de 1991 sin evaluar (por las autoridades de la inteligencia estadounidense y que) vinculan al presidente Uribe con el negocio o el tráfico de droga", añadió Ereli.

El análisis de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), dependiente del Pentágono, indicaba hace 13 años que el hoy presidente colombiano y entonces senador era un "cercano amigo personal" del jefe del narcotráfico Pablo Escobar y que había trabajado para su Cartel de Medellín.

"Puedo decirle es que era un informe que incluía información basada sobre (…) una fuente no corroborada. Es información en bruto (…) no inteligencia bien evaluada, y deduzco por mis colegas del Departamento de Defensa que no constituye una posición oficial de la DIA" o del Pentágono, sostuvo Ereli.
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El documento divulgado el fin de semana por el independiente Archivo de Seguridad Nacional (NSA) en la Universidad George Washington, obtenido al amparo de la Ley de Libertad de Información, incluye breves reseñas sobre 105 de los "más importantes narcoterroristas" de Colombia.

Las personas mencionadas en el informe fueron, según sus autores, "contratados por los carteles de drogas colombianos para seguridad, transporte, distribución, recaudación y cumplimiento de operaciones" en Estados Unidos y en Colombia.

El documento incluye, al comenzar, una aclaración de sus autores o supervisores según la cual no todos los datos habían sido objeto de una evaluación final.

Uribe figura en el numeral 82 de la lista, a continuación de Pablo Escobar, "máximo jefe del cartel de Medellín", Yair Klein, un mercenario israelí que ayudó a entrenar a paramilitares del cartel, y Berta Inez, "colaboradora directa de Escobar", muerta en un tiroteo con policías colombianos y comandos estadounidenses en 1993.

Alvaro Uribe Velez es, de acuerdo con el documento, un "político colombiano y senador dedicado a colaborar con el cartel de Medellín a altos niveles gubernamentales".

"Uribe estuvo vinculado con empresas involucradas en actividades de narcotráfico en Estados Unidos. Su padre fue asesinado en Colombia por sus conexiones con los narcotraficantes", agrega el informe.

Según la versión predominante en Colombia, el hacendado Alberto Uribe, padre del mandatario, había sido asesinado en 1983 por las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Alvaro "Uribe trabajó para el Cartel de Medellín y es un amigo personal cercano de Pablo Escobar Gaviria", prosigue el documento. "Participó en la campaña política de Escobar para ganar el cargo de asistente legislativo" y "desde el senado atacó toda forma de tratado de extradición".

Uribe negó tajantemente cualquier conexión con el narcotráfico en una declaración que también fue publicado en el sitio web del NSA el domingo.

Algunas de las acusaciones habían sido formuladas en el pasado, en especial por sus adversarios políticos en la campaña electoral de 2002.

"Es algo que la izquierda ha intentado endilgarle, y esto les da munición nueva" a los opositores, dijo el experto en asuntos colombianos Adam Isaacson, del instituto académico centroizquierdista Centro de Política Internacional (CIP) con sede en Washington.

Pero el propio Isaacson no conoce conexiones sólidas entre Uribe y Escobar. El documento, por otra parte, contiene errores factuales y no cambiará, al parecer, muchas opiniones.

Isaacson también consideró errónea la inclusión del traficante de armas saudita Adnan Khashoggi y del músico colombiano Carlos Vives, ganador de un premio Grammy de la Academia de Artes y Ciencias Discográficas de Estados Unidos.

Por su parte, el vicepresidente de la institución Diálogo Interamericano, Michael Shifter, estimó que el informe "fortalecerá a los anti-Uribe y a sus defensores, que lo verán como una campaña de calumnias".

En una declaración emitida en Bogotá, Uribe observó que en 1991 asistía a la Universidad de Harvard e insistió en que no tiene negocios de ningún tipo fuera de Colombia.

También aseguró que su padre, Alberto Uribe Sierra, fue asesinado por las FARC cuando intentaban secuestrarlo.

Por otra parte, observó que no se opuso activamente a la extradición de supuestos narcotraficantes a Estados Unidos, asunto que era objeto de un debate constitucional en Colombia, sino que proponía retrasar un referendo en la materia hasta después de las elecciones presidenciales y parlamentarias entonces pendientes.

Uribe destacó que desde la presidencia ha autorizado hasta ahora la extradición de más de 170 presuntos narcotraficantes.

La asistencia antidrogas y contra la insurgencia de Estados Unidos a Colombia aumentó durante el gobierno de Bush. Este país latinoamericano es el principal receptor de ayuda militar y de seguridad estadounidense de toda América.

La declaración de Uribe no niega lo que, según el NSA, es "la acusación más importante del documento: que (el hoy presidente) tenía una estrecha relación personal con Pablo Escobar y de negocios con el cartel de Medellín".

"Como la fuente del informe y los comentarios del oficial a cargo no fueron desclasificados, no podemos estar seguros de cómo la DIA juzgó estos datos", dijo el director del Proyecto de Documentación sobre Colombia del NSA, Michael Evans.

"Pero sabemos que oficiales de inteligencia creen que el documento era serio y suficientemente importante como para que fuera elevado a analistas en Washington", agregó Evans.

El NSA advirtió que buena parte de la información sobre otras personas identificadas en el documento "es correcta y fácilmente verificable".

"Es evidente que se empleó una significativa cantidad de tiempo y energía para compilar este informe, y que no viene de una sola fuente en un cóctel, como es frecuente en estos casos", añade el NSA.

El ex investigador jefe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch en Colombia Robin Kirk indicó en un libro publicado el año pasado que ninguno de los enemigos de Uribe pudo demostrar los supuestos vínculos entre el actual mandatario y los narcotraficantes.

En 1984, indicó Kirk, la policía colombiana se incautó de un helicóptero cuyo número de registro supuestamente se correspondía con uno de Alberto Uribe, el padre del actual presidente.

Los investigadores también identificaron el número de teléfono de un hermano de Uribe en uno de los aparatos celulares de Escobar.

"Pero la familia indica que en esos días el hermano estaba mudo, hospitalizado con cáncer de garganta. Alvaro (Uribe) afirma que el teléfono había sido 'clonado', una técnica usado por los delincuentes de Medellín para hacer llamadas gratis", sostuvo Kirk.

De todos modos, recordó Isaacson, "casi todos en la clase gobernante de Colombia estaban mezclados con el narcotráfico" hasta que el ex presidente estadounidense Ronald Reagan "declaró la guerra contra las drogas a mediados de los 80".

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