CIENCIA: Nuevas vacunas contra el paludismo

En pocas semanas más se conocerán detalles de dos nuevas vacunas contra el paludismo, que reducirán notablemente la cantidad de personas afectadas en el mundo, según lo expuesto en España por el investigador local Pedro Alonso y el colombiano Manuel Elkin Patarroyo.

Los anuncios de las nuevas investigaciones en curso fueron realizados por separado. Alonso lo informó en Madrid y Elkin Patarroyo en un seminario europeo de parasitología en Valencia.

Los análisis de las aplicaciones de la nueva vacuna en Mozambique, Tanzania, Kenia y Gabón, serán realizados en Bruselas y Barcelona y se esperan resultados que garanticen su efectividad en al menos 60 por ciento de los casos. Un anticipo de esos resultados se tendrá ”en unas semanas”, dijo este martes a IPS el médico Manuel Corachan, miembro del equipo dirigido por Alonso.

En Barcelona se constituyó un Consorcio para el Tratamiento Intermitente en Niños (CTIN), de prevención del mal, para hacerse cargo del Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic, que será tutelado por la Organización Mundial de la Salud y por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, con la subvención de la Fundación Bill y Melinda Gates, creada por el fundador de Microsoft, Bill Gates.

Alonso, director del Hospital Clínic, informó el lunes en Madrid de que el Consorcio ya está llevando adelante cinco proyectos, tratando a los niños con sulfadoxina y pirimetamina, una terapia que logró bajar en 59 por ciento la incidencia del paludismo y en la mitad de los casos de anemia severa inducidos por esta enfermedad se redujo en 30 por ciento.

”Nosotros hemos sido los que ideamos este tratamiento, aclaró la científica Clara Menéndez., otra integrante del Consorcio. ”Sin embargo, los resultados no se pueden generalizar si no se prueba su eficacia en otras poblaciones. De ahí que estén involucrados otros centros de investigadores en la evaluación de la terapia en otros países”, apuntó..

En el Consorcio, que coordina la científica Andrea Egan, participan también el Instituto Tropical Suizo, los Centros para el Control y Prevención de la Malaria, de Estados Unidos, la Escuela Londinense de Higiene y Medicina Tropical y el Instituto de Investigación Médica de Kenia.

Mientras se esperan los resultados de la vacuna, Menéndez advierte de que esa terapia y el uso de mosquiteras y ahuyentadores de mosquito son las únicas maneras de prevenir la enfermedad de que se dispone en la actualidad.

Aunque se espera tener en unas semanas los primeros resultados de los estudios, éstos proseguirán y la científica estima que recién para 2007 se concluirá con ellos y que, ”si funciona, será una terapia poco costosa y de fácil aplicación”, concluyó.

El paludismo es una enfermedad parasitaria que se transmite de un humano a otro por la picadura de mosquitos hembras Anopheles infectados. En los humanos, los parásitos (llamados esporozoítos) migran hacia el hígado, donde maduran y se convierten en merozoítos, los cuales penetran el torrente sanguíneo e infectan los glóbulos rojos.

El contagio puede producirse asimismo desde la madre al feto durante el embarazo y por transfusiones sanguíneas. Esta enfermedad está considerada el mayor problema de salud en gran parte de los países tropicales y subtropicales, produciéndose cada año de 400 a 500 millones de casos, un millón de los cuales terminan en muertes.

Mientras, Elkin Patarroyo anunció en el Multicoloquio Europeo de Parasitología, celebrado el fin de semana pasado en Valencia, que el Instituto de Inmunología de Colombia, bajo su dirección, llegó a definir una metodología lógica y racional para el desarrollo de vacunas, lo cual le permitirá lograr una contra el paludismo con una eficacia superior a 95 por ciento.

Elkin Patarroyo, de nacionalidad colombiana y española, ha recibido golpes y premios por su trabajo.

Entre los golpes están los propinados por las empresas transnacionales farmacéuticas, que niegan financiación a sus proyectos o a cualquier otro vinculado a este científico. En tanto que entre los premios se cuenta el Príncipe de Asturias de la Ciencia, que le fue otorgado en 1994 por haber descubierto la primera vacuna contra el paludismo.

Tras descubrirla en 1992, este especialista donó los derechos a la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la única condición de que se pusiese a disposición de los países en desarrollo a su costo y no se comercializase, lo que motivó su enfrentamiento con las firmas transnacionales.

Durante varios años recibió financiación de fundaciones españolas, al extremo de que llegó a plantearse su traslado a este país para continuar las investigaciones en el oficial Centro Superior de Investigaciones Científicas, lo cual finalmente no se concretó.

Por ello prosiguió sus tareas en Colombia, donde ha sufrido amenazas e incluso llegó a estar sin financiación para su Instituto de Inmunología, radicado en Bogotá.

Pero ahora anunció el desarrollo de una nueva vacuna, que está en proceso de perfeccionamiento por su equipo científico y que tendría una eficacia superior a 95 por ciento, lo que multiplicaría por más de dos los resultados que se obtienen en la actualidad, según el propio Elkin Patarroyo.

También dio cuenta que su Instituto desarrolló un método para diagnosticar el cáncer de útero, lo que se realiza analizando una gota de sangre y con una certeza de 96 por ciento. En la actualidad los métodos que se utilizan son la citología vaginal, que da resultados ciertos de 40 a 70 por ciento y el de biología molecular, que eleva ese porcentaje a 80 por ciento.

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