Los países miembros de la OEA acordaron negar refugio a los funcionarios corruptos y facilitar su extradición, durante el cierre de la XXXIV Asamblea General en Quito. Se acordó una cooperación entre las naciones para lograr la recuperación y restitución de los dineros que se hayan apropiado para devolvérselos a sus dueños. La 34a. Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue clausurada anoche en Quito con 90 minutos de retraso. El canciller anfitrión, Patricio Zuquilanda, levantó la sesión, luego de que el aún secretario general, el colombiano César Gaviria, agradeciera el apoyo y el reconocimiento a su gestión de 10 años por parte de los 34 cancilleres que asistieron al foro de Quito. La reunión aprobó la llamada Declaración de Quito en la cual se acuerda que los gobiernos latinoamericanos cerrarán el paso a la corrupción y determinó que ningún país dará acogida a los funcionarios corruptos.
