El futuro de la deuda argentina depende exclusivamente de las negociaciones del gobierno de este país con sus acreedores y en ellas no puede influir el Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró en Madrid el nuevo director gerente de este organismo, Rodrigo Rato. En la primera rueda de prensa desde que fuera elegido anoche en Washington como nuevo director gerente del FMI, Rato fue preguntado por la política que este organismo seguirá con respecto de Argentina. "Las negociaciones sobre la deuda argentina son entre el gobierno argentino y los acreedores, el FMI las sigue de forma importante, pero se trata de una relación bilateral" entre Buenos Aires y sus acreedores, reiteró Rato. El FMI concede a estas negociaciones "una especial importancia porque tienen repercusión en dos cuestiones: la sostenibilidad de su deuda y la recuperación de la credibilidad del país, tanto a nivel nacional como internacional y ambas cuestiones afectan al futuro de la economía de la Argentina", agregó el alto funcionario español
