AMBIENTE-MERCOSUR: Protección común contra plaga de mejillón

El escarmiento vale más que 1.000 advertencias. Brasil y sus socios del Mercosur decidieron adoptar un plan conjunto de control del agua de lastre, que utilizan los barcos para su estabilidad, después que un terrible enemigo invadió sus ríos y represas por esta vía.

Se trata del mejillón dorado, que representa un desafío de graves consecuencias y difícil de combatir porque es de agua dulce, una novedad en esta parte del mundo, señaló a IPS Evandro Colares, jefe de Investigación del Departamento Municipal de Aguas de Porto Alegre, capital del meridional estado brasileño de Río Grande del Sur.

La especie invasora vino de Asia probablemente en el agua de lastre de algún navío. Apareció en el Río de la Plata, entre Argentina y Uruguay en 1991. Su proliferación fue sorprendente, avanzando hacia el norte por los afluentes del Plata llegó por el río Paraná hasta el también meridional estado brasileño de Sao Paulo.

Su avance fue de ”240 kilómetros al año contra corriente”, revelando una amenazadora capacidad de reproducción, señaló Colares.

Su principal víctima hasta ahora fue el gran complejo hidroeléctrico de Yacyretá, en la frontera de Argentina con Paraguay, que tuvo sus tuberías y filtros obstruidos por la acumulación de los mejillones, exigiendo reparos y trabajo de remoción, con elevación de costos.

Se registraron concentraciones de hasta 180.000 mejillones por metro cuadrado en Yacyretá, según se informó en la reunión realizada la semana pasada en Brasilia para discutir el asunto entre representantes de los países miembros del Mercosur (Mercado Común del Sur), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

En Brasil la invasión aún es menos grave. La central hidroeléctrica de Itaipú, compartida con Paraguay, se identificó la presencia del molusco desde 2001, pero aún no se registraron consecuencias dañosas, según el Departamento de Medio Ambiente de la empresa.

El problema está bajo control con los servicios de limpieza normales, sólo con un poco más de atención a los mejillones. Itaipú Binacional realiza de todos modos investigaciones sobre eficacia de tratamientos químicos y filtros, para el caso de un agravamiento futuro del problema.

Pero el mejillón dorado es ya un dolor de cabeza para las compañías de saneamiento. El abastecimiento de agua en Porto Alegre, por ejemplo, sufre los efectos de su proliferación en el Río Guaíba, donde su presencia fue identificada a partir de 1998.

Desde 2000, la captación de agua para abastecer los 1,5 millones de habitantes de esa capital estadual enfrenta problemas adicionales, por los mejillones incrustados en las tuberías, informó Colares.

Para mantener los tubos en condiciones adecuadas y controlar la multiplicación del molusco se emplea la limpieza manual, por buceadores, y a veces sustancias químicas, como el sulfato de cobre en baja concentración, para sacar los mejillones.

No hay riesgo de contaminación de las tuberías de distribución a los consumidores, porque el agua para suministro es tratada con sulfato de aluminio y cloro, haciendo imposible la sobrevivencia de las larvas del mejillón, aseguró el investigador.

Hay otras alternativas, como secar las tuberías por algún tiempo, realizar choques eléctricos y el control químico en las aguas de captación, pero presentan inconvenientes y dificultades, entre los que se cuentan la suspensión de la captación por un período largo y la contaminación química, observó. Es un problema nuevo, aún queda mucho por investigar, acotó.

Usar un campo electromagnético en las tuberías, como se hace en la exploración y extracción petroleras en yacimientos marítimos, también puede ser útil, pero se trata de tecnología de agua salada, de mayor conductividad, que exige adaptaciones en agua dulce.

Erradicar el mejillón dorado no es una meta posible por ahora. El mejillón dorado, científicamente denominado limnosperna fortunei, encontró condiciones favorables para su multiplicación en los países del Mercosur.

Entre esas condiciones están el clima, con una temperatura que le permite reproducirse durante todo el año, al contrario de China, por ejemplo, y el agua con mucho material orgánico que le sirve de alimento.

La ausencia de enemigos naturales es otro factor que favorece las especies invasoras. Pero en el Pantanal Matogrosense, la inmensa área centroccidental húmeda de Brasil en la frontera con Bolivia, ya se descubrieron peces que comen el mejillón, informó a IPS Robson Calixto, asesor del Ministerio de Medio Ambiente para Control de Contaminación Marinha.

Brasil puso en marcha una acción de combate al mejillón dorado e impulsa en el Mercosur un Plan Regional para el Control de Gestión del Agua de Lastre y Especies Acuáticas Invasoras, que sigue las orientaciones del programa global de la Organización Marítima Internacional y de la Convención Internacional sobre el tema, adoptada en febrero pasado.

El objetivo es controlar mejor el agua de lastre, que los navíos usan para mejorar su equilibrio y estabilidad cuando están vacíos y eliminan en los puertos donde son cargados, con el riesgo de dejar allí especies invasoras. Los países del Mercosur tendrán que adaptar sus legislaciones para mejor gestión de esa agua de lastre.

Además del mejillón dorado, esas aguas ya llevaron a Argentina otro molusco asiático, pero de agua salada, llamado Rapana venosa, señaló Calixto.

Una investigación de la Marina brasileña en el Puerto de Sepetiba, cerca de Río de Janeiro, identificó la presencia de 1.012 especies marinas, 12 de las cuales son exóticas, es decir traídas del exterior.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe