Dos represores de la última dictadura argentina (1976-1983) fueron sentenciados a siete años de prisión por su responsabilidad en el secuestro de la hija de la uruguaya Aída Sanz y de Eduardo Gallo Castro, nacida en 1977 en un campo de concentración de la oriental provincia de Buenos Aires. La justicia envió a prisión del ex comisario Miguel Etchecolatz, encargado del llamado Pozo de Banfield, y del médico policial Jorge Bergés, acusado de firmar el acta de nacimiento falsificada y de entregar luego a la a una pareja que desconocía su procedencia. También el tribunal repuso la identidad legal de la ahora joven Carmen Castro Sanz, nacida en el centro clandestino donde se cometió el delito y de padres que aún permanecen desaparecidos. Este es el primer caso de condena en Argentina por el delito de apropiación ilegal de bebés, por el cual actualmente le siguen proceso y están detenidos el ex dictador Jorge Rafael Videla y el ex jefe de la Armada de la época Emilio Eduardo Massera.
