PALESTINA: Hoja de ruta o callejón sin salida

Los palestinos parecen resignados a que continúe la ocupación israelí de sus territorios, pues consideran inútil tanto la vía armada como la instancia de negociación abierta por la ”hoja de ruta”, el nuevo plan de paz promovido por la comunidad internacional.

”Los palestinos quieren poner fin a todo esto, pero no ven salida”, dijo a IPS el profesor de Ciencias Políticas Alí Jarbawi, de la cisjordana Universidad Bir Zeit.

”Intentaron negociar en el proceso de Oslo durante nueve años y no funcionó. Entonces, intentaron con el enfrentamiento, y no funcionó. Los palestinos no ven otra salida que aguantar. La resistencia es ahora la estrategia”, afirmó Jarbawi.

Representantes de las fuerzas de seguridad de Israel y de Palestina se reunieron el viernes, al mismo tiempo que se renovaba el diálogo entre el primer ministro palestino Mahmoud Abbas y dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) para poner fin a los ataques contra objetivos israelíes.

Pero la violencia continuó. Hacia la tarde del viernes, un israelí murió baleado en el norte de Cisjordania. La noche trajo más ataques de helicópteros artillados israelíes sobre Gaza, donde un combatiente de Hamas murió cuando su automóvil fue alcanzado por dos misiles.

La designación de Abbas (más conocido como Abu Mazen) en abril, la aceptación de la hoja de ruta por parte de Israel y la decisión del presidente estadounidense George W. Bush de apoyar personalmente el plan dieron cierta esperanza a los palestinos. Pero ésta se evaporó rápidamente.

Siempre hubo escepticismo entre los palestinos acerca de la hoja de ruta, sostuvo Jarbawi. ”No tienen mucha fe en Estados Unidos o en el primer ministro israelí Ariel Sharon. Se les vendieron promesas, pero quieren ver la implementación del plan en la práctica”, explicó.

”Retirar un remolque de colonos (judíos) de una colina no es serio, pues los palestinos continúan sufriendo toques de queda y bloqueo de caminos. No podemos movernos ni trabajar, vivimos acantonados, sufrimos asesinatos y demolición de viviendas”, añadió el profesor universitario.

La idea de crear una fuerza internacional para supervisar el proceso de paz y separar a ambos bandos en pugna fue reiterada el viernes por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

No sorprendió a nadie que los dirigentes palestinos aplaudieran la iniciativa. El ministro Yasser Abed Rabbo dijo que esa sería ”la única solución realista para salir de este círculo de violencia y contraviolencia”.

Pero Israel se opone con fuerza a una intervención internacional en el conflicto, pues eso pondría su seguridad en manos de terceros. Así que, por ahora, el único juego posible es el que marca la hoja de ruta.

La hoja de ruta fue elaborada por el denominado Cuarteto, instancia mediadora internacional integrada por la ONU, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia.

El plan de siete páginas establece que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tomará medidas para cesar los atentados contra Israel y mejorar la seguridad, y que Israel retirará sus soldados de las zonas palestinas ocupadas.

La iniciativa consta de tres fases que concluirán en 2005 con un plan de paz definitivo y con la creación de un estado palestino independiente, y obliga a ambas partes a tomar pasos sucesivos y paralelos durante dos años.

Los primeros pasos exigidos a la ANP son detener la violencia contra Israel e iniciar reformas políticas y económicas. Estas comenzaron con la designación como primer ministro de Abbas, también conocido como Abú Mazen.

Al mismo tiempo, los israelíes deberán aliviar el bloqueo sobre los territorios ocupados, detener la construcción en esos territorios de asentamientos judíos —donde ya viven 200.000 personas— y desmantelar los instalados desde septiembre de 2000.

Los delegados palestinos a la cumbre del día 4 en la ciudad jordana de Aqaba —a la que asistieron Abu Mazen, Sharon y Bush— creyeron que el presidente estadounidense los había escuchado y que tendrían, por lo tanto, tiempo para reconstruir el aparato de seguridad. También pensaban que Israel le transferiría los fondos congelados.

Pero la credibilidad de Abu Mazen ante el público palestino se pulverizó desde entonces, en particular por el discurso que pronunció en Aqaba, en el cual exigió el fin de la lucha armada y reconoció el ”sufrimiento judío” sin mencionar el de su propio pueblo.

”Se hizo mucho daño a sí mismo con sus declaraciones. Las pronunció sin obtener nada a cambio”, dijo Jarbawi.

Mientras, Hamas no oculta su deseo de bombardear la hoja de ruta, al tiempo que la última serie de ataques israelíes en Gaza debilitaron a Abu Mazen, percibido por Israel y Estados Unidos como alternativa moderada al presidente palestino Yasser Arafat.

Pero el primer ministro aclaró que no tomaría decisiones sustanciales sin el aval de Arafat, a quien considera su líder.

”Abu Mazen no tiene ambiciones políticas ni carisma, y no podría darse el lujo de molestar a Arafat, que lo designó y que puede destruirlo con un simple comentario”, dijo a IPS el profesor Mahdi Abdul-Hadi, director de la Sociedad Académica Palestina de Estudios Internacionales en Jerusalén oriental.

De hecho, Arafat resultó fortalecido tras la cumbre en Aqaba. El presidente palestino afirmó que Abu Mazen no pudo decir entonces lo que en realidad deseaba, una explicación que reforzó la imagen del primer ministro como permeable a los deseos de Washington.

A Arafat nunca le satisfizo la creación del cargo de primer ministro, por temor a que le restara poder, pero cedió a la presión internacional. De todos modos, no hizo nada para ayudar a Abu Mazen a fortalecer su posición.

El primer ministro advirtió a Israel que, por ahora, no recurriría a la fuerza contra Hamas. Para el académico israelí Yohanan Zoref, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios, será la presión del público palestino lo que pondrá fin a las acciones del grupo extremista.

La población está cansada de dos años y medio de intifada (insurrección popular contra la ocupación israelí), y Hamas no puede ignorarlo, afirmó. ”Creo en el poder del público. Cuando la sabiduría regrese al cabo de esta ola de violencia, le dirán a Hamas que se detenga”, dijo Zoref.

Pero para que los palestinos ejerzan presión sobre aquellos que se oponen a la hoja de ruta, según Jarbawi, ”deberán convencerse de que eso vale la pena”. (

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