IRAQ-ESPAÑA: Aznar sigue a Bush, pero crece oposición a guerra

El jefe del gobierno español, José María Aznar, confirmó este miércoles en el parlamento su apoyo a los planes bélicos de Estados Unidos contra Iraq, pese al rechazo de la oposición y a manifestaciones en la calle de repudio a la guerra.

El Congreso de los Diputados fue rodeado durante la sesión por un fuerte dispositivo policial, que impidió a los manifestantes contrarios al posible estallido de la guerra en Iraq acercarse a menos de 200 metros del lugar.

Allí, frente a una valla metálica y a patrulleros y policías uniformados, conocidos artistas se pronunciaron contra la invasión a Iraq, acompañados de un millar de personas que corearon gritos por la paz y de rechazo a la actitud del gobierno estadounidense de George W. Bush.

El laureado actor Javier Bardem, en nombre de sus compañeros de profesión, leyó un comunicado en el que criticó ”la guerra y el fascismo del gobierno” español y aseguró que ”Aznar y Bush han decidido salir a matar”.

También se ubicaron al lado de Bardem otros artistas, como Amparo Baró, Victoria Abril, Javier Cámara, Guillermo Toledo, Adriana Ozores, Loles León y Blanca Portillo, en medio de carteles reclamando ”paz sí, guerra no”, ”no más sangre por petróleo” y ”cultura de paz”.

Otros actores de primera línea fueron invitados por los parlamentarios socialistas y comunistas a asistir al debate en el parlamento desde los palcos para invitados adjudicados a los partidos, en proporción a los parlamentarios que cada uno tiene.

Pero esos invitados debieron someterse a cacheos manuales y controles considerados por los afectados innecesarios y hasta ofensivos. A pesar de que habían llegado 15 minutos antes de comenzar el debate, media hora después sólo habían podido ingresar a la sala Juan Echanove, Amparo Larrañaga y Gema Cuervo.

El grupo de 30 artistas se pudo completar sólo una hora después de comenzada la sesión. Entre los últimos a los que se les permitió la entrada estuvieron Imanol Uribe, María Barranco, Ana Belén, José Sacristán, Pilar Bardém, Aitana Sánchez Gijón y Alberto San Juan.

Aznar señaló ante los parlamentarios que su gobierno ”ha querido desempeñar un papel activo en esta crisis internacional, pensando en la nueva amenaza que hoy supone el terrorismo, especialmente si tiene a su alcance medios de destrucción masiva”.

Asimismo, el jefe del gobierno español afirmó que corresponde al régimen iraquí de Saddam Hussein demostrar que carece de arsenales de armas de destrucción masiva, biológicas y químicas.

A su entender, los inspectores de armas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sólo deben verificar en Iraq que esa obligación de Saddam Hussein se ha cumplido, porque ”no son detectives”.

El gobernante aseguró que Saddam Hussein tiene armas de destrucción masiva, químicas y biológicas y, por ello, cree que ”hay un riesgo gravísimo y un vínculo amenazador entre la proliferación de armas de destrucción masiva y el terrorismo”. España debe colaborar para eliminar ese peligro, indicó.

También consideró ”deseable que cualquier medida adicional que debamos adoptar obtenga el respaldo de la ONU”, y solicitó a los demás partidos españoles que asuman la responsabilidad y que no actúen ”como si estuviéramos solos en el mundo”.

El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, le replicó que ”el patriotismo es dignidad, pero nada hay más antipatriota que la sumisión”, aludiendo al apoyo incondicional que Aznar presta a Bush.

El PSOE, la principal fuerza de oposición, reclamó que el gobierno español se oponga a la guerra y que, si el Consejo de Seguridad de la ONU adopta una nueva resolución que abriera las puertas a un conflicto bélico, se oponga a ella.

Aznar respondió que el gobierno socialista (1983-1996) mantuvo a España en la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) pese a que en 1982, cuando estaba en la oposición, se opuso a su ingreso.

También precisó que Javier Solana, quien fue ministro durante la administración del PSOE, llegó a estar al frente de la OTAN con el cargo de secretario general, precisamente cuando se produjeron los bombardeos contra Yugoslavia.

En general los políticos de la oposición concordaron en subrayar que Aznar practica ”una sumisión acrítica a Bush”, como expresó el portavoz del Bloque Nacionalista Gallego, Guillermo Vázquez. Y que ese alineamiento, más actitudes con parte de los gobiernos europeos rompe la unidad continental.

El portavoz de Coalición Canaria, gobernante en la comunidad autónoma de las Islas Canarias, una de las 17 que integran España, José Carlos Mauricio, se pronunció a favor del patriotismo europeo. Ese patriotismo, dijo, debe caracterizarse por una política de paz, ”que es la de la nueva Europa, contra la política de la vieja América”.

Con esa comparación se refirió a las críticas de la administración norteamericana a Francia y Alemania, ”la vieja Europa”, por oponerse a la invasión de Iraq.

La sesión del Congreso finalizó sin que su presidencia, en manos del Partido Popular, permitiera a los partidos de la oposición replicar a la segunda intervención de Aznar, interpretando para ello un artículo del reglamento. (

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