El papa Juan Pablo II pidió este jueves en el Vaticano al presidente del gobierno español, José María Aznar, iniciativas pacíficas, justas, éticas y acordes con el derecho internacional para resolver la crisis iraquí.
La audiencia de media hora entre Juan Pablo II, uno de los gobernantes europeos alineados con la actitud belicista de Washington hacia Iraq, se realizó mientras se sucedían en España iniciativas contra una invasión a ese país árabe.
David Barba y Bernat Carreras, portavoces de un grupo de 23 españoles que se trasladaron a Bagdad con la intención de convertirse en escudos humanos si Iraq es tacado, informaron desde esa ciudad que se han instalado en las puertas de un hospital, para ayudar a protegerlo con sus cuerpos.
En Madrid, partidos de oposición lograron que la Mesa del Parlamento aceptara que la votación de este martes sobre la cuestión iraquí sea secreta, y esperan que eso facilite pronunciamientos contra la guerra de diputados del gobernante y centroderechista Partido Popular (PP) que disienten de la posición oficial en la materia.
La católica organización no gubernamental Manos Unidas, que realiza actividades de cooperación en el mundo en desarrollo, afirmó que es una indignidad pensar en conseguir la paz con el recurso de la guerra, mediante un comunicado emitido en Madrid.
El mensaje del Papa a Aznar es significativo, porque éste se considera un católico practicante y por la extendida convicción en España de que su canciller, Ana Palacio, integra la conservadora organización católica Opus Dei, con importante influencia en el país y en el Vaticano.
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, español y miembro del Opus Dei, informó tras la entrevista sobre el planteo de Juan Pablo II a su visitante.
El Papa espera que todas las partes implicadas, sin excepciones, adopten decisiones justas y pongan en marcha iniciativas pacíficas eficaces y conforme a la justicia, inspiradas en el derecho internacional y en los principios éticos, indicó.
Juan Pablo II y Aznar, coincidieron acerca de la necesidad de una acción común de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aseguró.
El jefe del gobierno español explicó su posición sobre la cuestión iraquí, y en especial habló del peligro del terrorismo, y por lo tanto la necesidad de una acción común de parte de las Naciones Unidas, afirmó Navarro Valls.
Aznar se entrevistó luego con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, y ambos consideraron necesario mantener una actitud de firmeza ante al régimen iraquí, para que no siga ridiculizando a las Naciones Unidas, según manifestaron en una rueda de prensa conjunta.
En esa ocasión, Aznar afirmó que España e Italia tienen posiciones absolutamente idénticas ante la crisis iraquí, y Berlusconi añadió que ninguno de ellos quiere la guerra.
Estamos concentrando todos los esfuerzos para encontrar una solución pacífica, con el objetivo de desarmar a Bagdad, aseguró el gobernante italiano.
Pero es necesario mantenerse firmes para lograr esa solución, porque sin la presión internacional, Saddam Hussein no estará dispuesto a hacer absolutamente nada, afirmó Aznar.
La firmeza no es obstáculo para que la crisis sea gestionada y continúe siendo gestionada por el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que creemos en el papel central de ese organismo para la paz y la seguridad en el mundo, concluyó.
En todas las encuestas realizadas en España en las últimas semanas, por lo menos 90 por ciento de los consultados se pronunciaron contra una invasión a Iraq.
La oposición a la guerra se manifiesta en actos de todo tipo, incluyendo manifestaciones multitudinarias en todas las ciudades del país.
Activistas convocan a paros y manifestaciones este miércoles, día en que el Papa pidió que en todo el mundo se ayude a defender la paz.
A mediodía de esa jornada sonarán las campanas de todas las iglesias, llamando a iniciar el ayuno, y los sindicatos resolvieron que se hagan sonar las sirenas de las fábricas, mientras que organizaciones no gubernamentales (ONG) y partidos opositores instaron a accionar a la misma hora bocinas de automóviles, camiones y autobuses.
También avanza el pronunciamiento pacifista de las universidades. Cincuenta de las 70 que existen en el país ya se manifestaron pronunciaron en contra de la invasión a Iraq, y se espera que en los próximos días lo hagan los claustros de las demás.
Representantes de la ONG ecologista Greenpeace propusieron a Ana Mato, dirigente del PP, que ese partido inste al gobierno a adoptar una posición que excluya cualquier tipo de ataque o intervención militar contra Iraq, y a defender esa posición en la ONU, pero recibieron una respuesta que calificaron de decepcionante.
Mato dijo que el gobierno no cambiará de posición y que los ciudadanos que se oponen a la guerra lo hacen guiados por el corazón y no por la razón, dijo a IPS el responsable de la Campaña de Desarme de Greenpeace, Emilio Rull.
Con esta actitud, el PP menosprecia a la inmensa mayoría de los ciudadanos, cuestionando su capacidad de raciocinio al decir no a la guerra, comentó Rull. (
