Programas de atención a la niñez en Brasil, Colombia, Cuba, El Salvador y Guatemala son ejemplos mundiales de cómo se puede promover la participación de los menores en la sociedad, señaló este miércoles Unicef en la capital mexicana.
Iniciativas de países de la región fueron recogidas en el informe Estado Mundial de la Infancia de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que en su edición 2003 se dedica a recordar a gobiernos y adultos del mundo la obligación que tienen de escuchar y hacer partícipes a niños y niñas.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluyó en el informe una lista de 198 países según el grado de bienestar de los niños, elaborada de acuerdo a la tasa de mortalidad en menores de cinco años.
Las 25 naciones de América Latina y el Caribe consideradas en el cuadro se ubicaron en promedio en el puesto 109 de la lista, ordenada en forma ascendente. El mejor ubicado fue Cuba, en el lugar 152, y el peor Haití, en el 38.
En Brasil, que ocupa el puesto 92 de la lista de bienestar infantil, es destacable el trabajo que lleva a cabo el Movimiento Nacional de Niños y Niñas de la Calle, fundado en los años 80, señaló Unicef.
El Movimiento, que reúne a cientos de menores, posibilitó que los niños que viven en la calle tomen conciencia de sus derechos, reorganicen sus perspectivas de vida y luchen por que se respeten sus derechos. Además, ejerció importante influencia al impulsar varias reformas legales, apuntó la agencia.
Está demostrado que cuando (los niños) se involucran pueden influir de un modo apreciable en el mundo que les rodea (pues), poseen las ideas, la experiencia y las intuiciones que enriquecen el entendimiento de los adultos y realizan una aportación positiva a las acciones de éstos, indicó el informe.
Otro caso considerado ejemplar se constató en Colombia, donde varios centros educativos rurales adoptaron los objetivos de la Escuela Nueva, método que busca inculcar en los menores sus derechos, los principios de participación democrática y valores como la cooperación y la solución pacífica de los conflictos.
Un estudio realizado en 25 escuelas rurales de las zonas más violentas de Colombia reveló que en las 15 que aplicaron los métodos de la Escuela Nueva, niños y niñas mejoraron sus conductas democráticas y los padres adquirieron mayor conciencia sobre la importancia del voto en los procesos electorales.
El modelo original de la Escuela Nueva implementado en Colombia, ubicada en el lugar 118 de la lista de bienestar infantil, tiene tanto éxito que lo han adoptado otros países de América Latina, como Honduras y Guatemala, indicó Unicef.
En Guatemala el método se implantó en 1995 en apenas 12 centros educativos, y ahora lo siguen 210 escuelas y 23.000 alumnos, en idiomas nativos y español.
Una de las piedras angulares del enfoque en Guatemala consiste en responder a los derechos de los niños de la comunidad indígena maya, la cual, a pesar de constituir la mitad de la población, sufre una discriminación y una marginación considerables, señaló el informe.
En América Central, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Costa Rica ocupan promedialmente el lugar 97 en la lista de bienestar infantil de Unicef.
Según la agencia de la ONU, en El Salvador hay un ejemplo mundial valioso, el programa de las Defensorías de Derechos Humanos de la Niñez y la Adolescencia, iniciado en 1995, destinado a que los adultos escuchen a los menores.
Gracias a ese programa, que promueve los derechos de los menores en el gobierno y las familias, una red de jóvenes elaboró con el Ministerio de Educación una propuesta de políticas públicas para la niñez y la juventud, que incluyó el acuerdo para suspender una norma que impedía a adolescentes embarazadas asistir a la escuela.
En Cuba, el país de América Latina y el Caribe con la mejor calificación en materia de bienestar de la niñez, uno de los programas destacables es Educa a tu hijo, dirigido a la primera infancia y a futuros o primerizos padres y madres.
Debido a esta y otras iniciativas, niños y niñas cubanas obtienen unas calificaciones significativamente más altas en matemáticas y lengua española que sus homólogos de otros países de América Latina.
Es el momento de apuntalar la responsabilidad que tienen los adultos en recabar los puntos de vista y opiniones infantiles y tomarlos en serio, así como es necesario ayudar a los menores a desarrollar sus aptitudes para participar en el mundo de una forma auténtica y significativa, sostuvo Unicef.
Con el objetivo de coordinar las políticas en el continente americano en defensa de la infancia y abonar los objetivos de Unicef, el Instituto Interamericano del Niño (IIE) presentó el viernes en Uruguay el Sistema de protección integral a la niñez y la adolescencia.
Lo que intenta es articular y sistematizar todas las políticas de infancia desde un enfoque integral, que hasta ahora se llevan a cabo de manera independiente por los distintos países y con mucha improvisación, dijo a IPS el presidente del IIE, Alejandro Bonasso.
Creemos que la falta de profesionalismo en estos asuntos hace que la situación de los niños y niñas empeore cada vez más, declaró el funcionario.
El sistema, presentado ante autoridades de gobierno de América, incluye propuestas sobre legislación a favor de la infancia, políticas públicas focalizadas y sistemas de contro sobre el ejercicio de los derechos de niños y niñas, a ser adoptadas por todos los países del hemisferio.
A la presentación asisterion autoridades de Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
La iniciativa, en alguna manera reúne las diferentes propuestas que ya se están discutiendo en los países de América y presenta una visión sistemática para la atención del niño, dijo a IPS la responsable de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de Paraguay, Lourdes Barboza. (FIN/IPS/dc/dcl/hd/pr/02
