El sello discográfico británico World Circuit comenzó en la capital de Cuba la grabación del segundo álbum del cantante cubano Ibrahim Ferrer, que con 73 años fue premiado en Estados Unidos como artista revelación.
El compacto incluirá «canciones que Ibrahim no grabó con anterioridad», y será «diferente» a su primer volumen, dijo a IPS Nick Gold, propietario de la firma británica que en 1996 decidió apostar por la música de Cuba con el disco «Buena Vista Social Club».
La primera fase de las grabaciones concluyó la semana pasada en los viejos estudios de la estatal Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba. El nuevo disco de Ferrer estará en el mercado en «febrero o marzo de 2002», anunció Gold.
La compañía discográfica británica pretende multiplicar el éxito del álbum «Buena Vista Social Club presenta a Ibrahim Ferrer», que desde su aparición a principios del pasado año ha vendido casi dos millones de copias.
Por ese disco, donde el creador dejó a un lado la «música movida» para revelar su faceta de bolerista, Ferrer conquistó en septiembre de 2000 el premio Grammy Latino de la industria discográfica estadounidense en el rubro «artista nuevo», a pesar de su edad y de su extensa trayectoria.
Se trataba de la primera edición del galardón votado por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, fundada en 1997 por la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias Discográficas que hace 43 años entrega los premios Grammy.
El cantante afirmó entonces que Buena Vista Social Club, el proyecto impulsado desde 1996 por el guitarrista estadounidense Ry Cooder, le cambió la vida, justo cuando había decidido dejar la música y dedicarse a lustrar zapatos.
«La vida me gusta. Antes no me importaba morirme, ahora no quiero morirme. Se me quitó el aburrimiento», dijo Ferrer sobre lo que significó para él haber alcanzado éxito.
Más de cinco millones de copias se vendieron del primer «Buena Vista Social Club», ganador del Grammy de la industria discográfica estadounidense en 1997 como mejor disco del género tropical-latino.
El álbum, que originó un auge internacional de la música cubana de los años 30 y 40, sacó del olvido a figuras como Francisco Repilado (Compay Segundo), Eliades Ochoa y al propio Ferrer.
Con la participación del grupo Afro Cuban All Stars y la producción de Cooder, ese disco es hasta ahora el más vendido de intérpretes cubanos residentes en Cuba.
Cooder reaparece en el segundo álbum de Ferrer, que tendrá entre sus mayores atractivos «la nueva sonoridad» que le otorga la incorporación al piano del cubano Jesús «Chucho» Valdés, dijo Gold.
«Incluso habrá uno o dos temas de Chucho», afirmó el empresario.
Valdés, ubicado por expertos entre los cinco más grandes pianistas del jazz del mundo, ganó en febrero su tercer premio Grammy, esta vez en la categoría de jazz latino, por su disco «Live at the Village Vanguard».
El empresario británico recalcó el aporte de otros músicos «de lujo» en el disco, entre ellos el percusionista Miguel «Anga» Díaz, el guitarrista Manuel Galbán y el bajista Orlando «Cachaíto» López.
Además de productor, Cooder participará como músico y su hijo Joachim tocará la batería. «Disfruto haciendo esta música», dijo el estadounidense. «Aún no veo el momento de detener» este nexo con Cuba, afirmó.
Ocho discos fueron grabados por World Circuit en Cuba desde 1996, cuando comenzó su singular vinculación con artistas de este país, que participan en las producciones sin mediación estatal.
La compañía discográfica acaba de iniciar la distribución del disco «Cachaíto», de Orlando «Cachaíto» López, tiene dos proyectos en proceso y planes de grabación con otras figuras del Buena Vista Social Club que todavía no tienen su compacto como solistas.
El sello, además, corre una carrera contra el tiempo, tras la muerte de uno de los participantes en el primer disco y los rumores de enfermedad que corrieron en las últimas semanas sobre Compay Segundo.
Pedro Depestre, de 55 años de edad, falleció la noche del 9 de abril, luego de ejecutar un solo de violín durante una presentación del «Buena Vista Social Club» en la ciudad suiza de Basilea.
Depestre era uno de los miembros más jóvenes del proyecto que se distingue por agrupar a músicos y cantantes, la mayoría ancianos que, cuando fueron rescatados por Cooder en 1996, vivían alejados de los escenarios.
Al deceso del violinista, siguieron los rumores sobre una grave enfermedad de Compay, de 93 años, que fueron desmentidos con la aparición en público del propio cantante e instrumentista, creador del ritmo «chan-chan». (FIN/IPS/da/mj/cr/01
