AMBIENTE: Sindicatos del Norte unidos contra cambio climático

Sindicatos de Europa y de Estados Unidos se unirán para defender el Protocolo de Kyoto con que decenas de países aspiran a revertir el recalentamiento del planeta, dijo hoy a IPS Joaquín Nieto, secretario de ambiente de la española Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

Nieto participó este fin de semana, en Nueva York, en una reunión entre delegados de los sindicatos europeos y de los estadounidenses de los sectores textil, industrial, del acero y de servicios.

La reunión en la sede neoyorquina del sindicato textil UNITE fue precedida por el anuncio del presidente estadounidense George Bush de que su país no ratificaría el Protocolo de Kyoto, por el cual los países firmantes se comprometieron a reducir la emisión de gases invernadero a los que se atribuye el recalentamiento del planeta.

Esa reducción fue establecida en un plan gradual que debería llevar a una estabilización para 2012. El anuncio de Bush desató numerosas críticas, pues Estados Unidos es el país más contaminador, debido a su elevado grado de industrialización.

Estados Unidos, donde reside cinco por ciento de la población mundial, es responsable de 25 por ciento de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono, el principal de los gases invernadero, producidos por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas.

Organizaciones ambientalistas y países que respaldan el Protocolo de Kyoto, como los de la Unión Europea (UE), reclaman a Bush que revise su posición, y también lo hizo Japón, aliado tradicional de Estados Unidos en las negociaciones internacionales sobre cambio climático.

La decisión adoptada por los sindicatos en Nueva York aisla aun más a Bush, dijo a IPS José Luis García Ortega, responsable de cambio climático en la organización ambientalista Greenpeace Internacional.

La presión sindical desde ambos lados del océano Atlántico mostrará la soledad del mandatario norteamericano y la solidez de la conciencia universal por la preservación de la salud del planeta, afirmó García Ortega.

El ambientalista también destacó que esa resolución se haya adoptado en Nueva York, sede de la Organización de las Naciones Unidas, y en vísperas de la reunión en esa ciudad de la Comisión de Desarrollo Sostenible del foro mundial.

La adopción de medidas para disminuir la producción de gases invernadero, además de contribuir a cuidar el ambiente, tendría otros efectos positivos, como la creación de puestos de trabajo.

Nieto, quien representó en la reunión a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), señaló que sólo en la UE se crearían 800.000 empleos con la implementación del programa de desarrollo de fuentes renovables de energía para que en 2010 representen 12 por ciento de la generación total.

En la reunión de Nueva York quedó en evidencia la inexistencia en Estados Unidos de medidas que protejan a los trabajadores que puedan resultar perjudicados, sobre todo en el sector del carbón.

Por ello, los sindicalistas resolvieron exigir en conjunto la adopción de mecanismos de «transición justa» y, que la cuestión social y del empleo sea incluida en la agenda de las negociaciones internacionales, algo que hasta la fecha no está contemplado.

Los sindicalistas también acordaron promover una coalición de asociaciones de trabajadores europeos y estadounidenses, que favorezca el apoyo a medidas tendientes a la reducción de las emisiones en sus respectivos países.

Esta coalición también facilitaría la búsqueda conjunta de alternativas institucionales de «transición justa» que permitan superar la resistencia a la aplicación de las medidas contempladas en el Protocolo de Kyoto por parte de algunos sectores de trabajadores de Estados Unidos.

La próxima reunión se celebrará el próximo otoño boreal en Madrid, en vísperas de la séptima reunión de las partes de la Convención sobre Cambio Climático, que se realizará en Marrakesh en noviembre de 2001.

Para la Confederación Sindical de Comisiones Obreras española, la reunión fue un paso muy importante para incorporar a Estados Unidos al proceso de Kyoto por la magnitud de sus emisiones de gases invernadero.

Tal incorporación se logrará con la presión internacional sobre Bush, pero también con la presión social interna, y para ello es importante disipar las resistencias todavía existentes en algunos sectores sociales, según la central sindical.

«Cuanto más tarde se incorpore Estados Unidos al proceso, más traumáticas serán las medidas, teniendo en cuenta que el sistema productivo norteamericano se encuentra ya bastante desfasado, debido a su baja eficiencia energética y a su gran consumo energético, 70 por ciento más que el europeo por unidad producida», dijo Nieto.

Por ello, reclamó que Estados Unidos ratifique sin más dilaciones el Protocolo de Kyoto, pues de no hacerlo todos los demás países también sufrirán las consecuencias, «especialmente los del Sur donde cada año mueren decenas de miles de personas a causa de los desastres naturales de origen climático».

De todos modos, añadió, la UE deberá mantener la reducción de emisiones porque esas medidas «tienen efectos positivos en sí mismas, sobre la economía y el ambiente».

El bloque también «deberá presionar a Bush con todos los instrumentos a su alcance hasta lograr modificar su rechazo al protocolo, que obedece únicamente a los intereses de las petroleras norteamericanas», agregó Nieto.

El Protocolo de Kyoto establece que los países que no hayan logrado reducir sus acciones contaminantes podrán «comprar» cuotas a los que lograron reducir la suya o emitan menos de lo pactado. Si no se ratificase ese instrumento legal esa transacción no se podría realizar. (FIN/IPS/td/mj/en/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe