Los precios del petróleo tuvieron hoy un leve repunte, tras una semana marcada por pérdidas que, de persistir, pueden llevar a la OPEP a recortar otra vez su oferta, en la reunión que realizará el 17 de marzo.
La caída de los precios del crudo en los primeros cuatro días de la semana se relaciona con el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) sobre una menor demanda y los pronósticos de un invierno benigno en el Norte industrializado, principal consumidor de energía.
El petróleo Brent del Mar del Norte ganó 31 centavos este viernes para concluir en 26,94 dólares por barril de 159 litros, después de descensos consecutivos en sus cotizaciones.
En tanto, el estadounidense West Texas Intermediate concluyó esta jornada en 29,10 dólares por cada barril, aumento de 30 centavos que revirtió la tendencia a la baja de los últimos días.
Los mercados internacionales de crudos no logran la estabilidad deseada por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y que motivó el recorte de oferta de 1,5 millones de barriles diarios, en vigor desde el 1 de este mes.
La OPEP apuesta a que los valores se ubique en una banda de entre 22 y 28 dólares por barril, una situación estable y predecible, que «beneficie tanto a los consumidores como a los exportadores» y considerado «justo» por los países productores.
La cuestión de los precios estará en debate con seguridad a partir de este sábado, cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comience una gira de cinco días por Arabia Saudita y Qatar.
Estos tres países conforman la OPEP junto Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Iraq, Irán, Kuwait, Libia y Nigeria.
Analistas del mercado petrolero adelantaron que en la agenda de la OPEP, en su reunión ministerial del 17 de marzo en Viena, podría estar la implantación de un nuevo recorte de producción, cuestión que había sido descartada hasta comienzos de este mes.
La AIE, con sede en París, informó esta semana que la demanda de crudos se retrajo 140.000 barriles diarios, «muy por debajo de las expectativas».
La agencia pronosticó que la volatilidad en las cotizaciones continuará debido a los cortes y aumentos en la producción de los países productores, que buscan así la estabilidad, y la reducción en los inventarios de combustible de los países industrializados.
«En el corto plazo, las bajas existencias limitan la capacidad de respuesta ante hechos fortuitos, como condiciones climáticas extremas, desperfectos en oleoductos, mantenimiento no programado de refinerías, altibajos en la demanda o cambio de combustibles», dijo la AIE, ligada a los países más ricos del mundo.
Los precios siguen teniendo impredecibles altibajos. Esta semana apuntaron a la baja, mientras que entre los días 5 y 9 tuvieron una recuperación, precedidos de una semana en calma.
Así, la cesta de siete crudos de la OPEP concluyó el día 9 en 26,99 dólares por barril, lo cual significó un incremento de 1,79 dólares respecto del día 2.
En tanto, el estadounidense West Texas Intermediate se recuperó entonces en 1,66 dólares y el Brent del Mar del Norte, tuvo el ascenso más pronunciado, de 2,46 dólares por barril.
Los precios internacionales del petróleo vivieron un mes difícil en diciembre, cuando descendieron en torno del 25 por ciento.
Esta significativa merma tuvo lugar en un momento en que tradicionalmente los precios se elevan, debido a la llegada del invierno boreal en los países industrializados, principales consumidores de energía.
El promedio de los precios el año pasado fue para la cesta de OPEP de 27,55 dólares por barril, muy distante de los 17,47 dólares de 1999 y más aún de los 12,33 dólares en que se vendió en 1998.
Con el recorte del 1 de febrero, la OPEP coloca 25,2 millones de barriles diarios, que equivale a 35 por ciento del mercado mundial.
La cifra excluye la producción iraquí, sometida al embargo dispuesto por la Organización de las Naciones Unidas desde la invasión a Kuwait de 1990 y la guerra del Golfo de 1991. (FIN/IPS/ac/dm/if/01
