ZIMBABWE: Festejo de 20 años de independencia cancelado por crisis

Zimbabwe conmemoró hoy sus 20 años de independencia sin las ceremonias habituales, mientras la escalada de violencia política y caos económico crea una creciente y peligrosa inestabilidad.

El presidente Robert Mugabe anunció que por primera vez no habría celebración oficial del aniversario, y que los recursos destinados a la conmemoración se destinarán a las víctimas del ciclón Eline, que causó la destrucción de casas, ganado y cosechas.

Los observadores piensan que el gobierno temió que se produjeran enfrentamientos violentos entre el gobernante Frente Patriótico de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU-PF) y la oposición.

Zimbambwe ha sufrido reiteradas crisis durante el último año, y la más reciente fue causada por la ocupación de casi 1.000 granjas por parte de veteranos de la guerra de independencia, en los dos últimos meses.

La mayor parte de la tierra fértil es propiedad de unos 4.500 granjeros comerciales, por lo general blancos, mientras más de un millón de otros granjeros de comunidades pobres ocupan terrenos arenosos, áridos e improductivos.

Los veteranos alegan que han esperado demasiado por la tierra que ayudaron a liberar.

La ocupación de tierras comenzó tras el rechazo de un proyecto de reforma constitucional que habría permitido al gobierno expropiar terrenos sin pagar compensaciones.

El país sufre además los efectos de una grave escasez de divisas, una inflación de 50 por ciento anual, desabastecimiento de combustibles y desempleo en aumento, de casi 50 por ciento.

Hace tres años, un dólar estadounidense se cotizaba a unos 12 dólares de Zimbabwe, y en la actualidad vale 38 en los bancos, y unos 50 en el mercado negro.

La crisis económica se agravó por el involucramiento en la guerra civil de la República Democrática del Congo, donde Zimambwe mantiene una fuerza de 11.000 combatientes para ayudar al gobierno a luchar contra los rebeldes, apoyados a su vez por Ruanda y Uganda.

La participación en ese conflicto cuesta casi un millón de dólares diarios.

Los servicios de salud fueron la envidia de muchos otros países, y el sistema de educación llegó a alacanzar reconocimiento mundial, pero esos logros posteriores a la independencia han sido arrasados por la crisis económica.

En la actualidad, el sistema de salud está al borde del colapso, y los hospitales sufren escasez de médicos, enfermeras y medicinas. Las malas condiciones de trabajo llevan a muchos médicos a emigrar.

La situación se ve agravada porque el país tiene una de las tasas más altas del mundo de infección con virus de inmunodeficiencia humana y síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Las víctimas de la epidemia son casi 25 por ciento de la población sexualmente activa.

James Marikano, un guardia de seguridad, dijo que no le sorprendía la cancelación de los festejos. "Temen que la gente no asista porque no hay nada que celebrar. De nada sirve alardear de nuestra independencia en medio de tanto sufrimiento", comentó.

El salario mensual de Marikano equivale a unos 60 dólares, y está cerca de agotarse dos semanas después del día de pago. A fines de mes, él debe ir a trabajar a pie y comer una sola vez por día. "Por suerte no estoy casado" comentó.

Mai Pretty, una vendedora callejera de golosinas, cigarrillos y bebidas de Harare, a quien la policía municipal arresta de vez en cuando por su "comercio ilegal", aseguró que nunca ha vivido tiempos tan difíciles.

Pretty afirmó en forma tajante que "Mugabe debe irse", pero no pareció tan convencida cuando dijo que "las cosas podrían mejorar con otro gobierno", y no se ha registrado como votante.

"Nadie piensa en nosotros, los que sufrimos. En las alturas sólo cuidan de sí mismos", comentó.

El fin de semana tres personas murieron y otras 14 resultaron heridas en enfrentamientos.

David Stevens, un granjero blanco de 50 años de la región sudoriental de Macheke, fue asesinado tras resistir con armas, junto con sus trabajadores, la ocupación de sus tierras por parte de veteranos de guerra y otras personas.

Stevens fue capturado y ejecutado mediante un disparo a quemarropa por los ocupantes. Otros cinco granjeros blancos que trataron de ayudarlo fueron capturados, atados y golpeados con extrema violencia por los veteranos.

Los otros dos muertos en enfrentamientos del fin de semana fueron integrantes del opositor Movimiento por el Cambio Democrático, que cuenta con respaldo de organizaciones sindicales.

Ambos perecieron a causa de graves quemaduras luego de que una bomba incendiaria explotó en su automóvil, en el distrito sudoriental de Buhera.

También se informó que un policía fue baleado durante incidentes en una granja.

La violencia aumenta a medida que se aproximan las elecciones de parlamento previstas para mayo, y los ex comatientes amenazaron con dar un golpe de Estado si el ZANU-PF es derrotado en las elecciones presidenciales, que se prevé realizar en 2002.

Mugabe alentó y apoyó en público la invasión de granjas, y aconsejó a los granjeros blancos que no se opusieran a las ocupaciones.

"Hemos advertido a los propietarios de las granjas que no resistieran, lucharan ni tomaran las armas. Si lo hacen, no seremos responsables de las consecuencias", dijo el presidente a sus seguidores.

"Quienes trataron de luchar se metieron en problemas. Es difícil protegerlos si ellos mismos son causantes de la violencia", añadió.

Martin Olds, un granjero blanco de 42 años de la región granjera sudoccidental de Nyamandhlovu, murió este martes, al parecer asesinado a balazos por veteranos de guerra luego de ser golpeado por ellos.

Mugabe decribió la invasión de granjas como una protesta pacífica contra el desequilibrio económico que implica la propiedad de las tierras fértiles por un pequeño grupo de personas, y se comprometió a no desalojar las granjas ocupadas, pese a que la Corte Suprema ordenó a la policía hacerlo por la fuerza.

Una delegación de la Unión de Granjeros Comerciales (CFU) se reunió con Mugabe el lunes y le pidió que restableciera el orden.

"Debemos encontrar un camino para salir adelante, pero ese camino deber reconocer la urgente necesidad de una reforma agraria", dijo el presidente en un discurso transmitido por radio para conmemorar la independencia.

La cuestión de la tierra es "la última herencia de la época colonial que afecta en forma grave nuestra soberanía, y estamos decididos a resolverla de una vez y para todos", afirmó.

"Podemos entender la frustración de los veteranos de guerra, pero también comprendemos la presión que enfrentan los granjeros", aseguró.

"El proceso de entrega de tierras ha sido lento, y es natural que haya creado la frustración que condujo a la ocupación de granjas, y a enfrentamientos ocasionales en los cuales, lamentablemente, se han perdido vidas", comentó.

Entre 1980 y 1995, el gobierno reasentó a 71.000 familias en unos 3,3 millones de hectáreas fértiles expropiadas, pero se había propuesto proporcionar ocho millones de hectáreas a 162.000 familias.

Tim Henwood, presidente de la CFU, declaró que Mugabe se había comprometido a restablecer pronto el orden, pero que no había mencionado en qué plazo lo haría.

El presidente deploró en su discurso de este martes las muertes de granjeros, pero a continuación advirtió que el gobierno rechaza las actitudes de algunos blancos que aún se consideran parte de una "raza superior, con color superior, propietarios superiores y empladores superiores".

La lucha por la independencia se llevó a cabo "contra esas actitudes imperiales y reclamos de privilegios", enfatizó. (FIN/IPS/ra-eng/lm/sm/mp/ip/00

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