PERU: Ajuste revirtió la hiperinflación, pero agravó el desempleo

Las medidas de austeridad fiscal pautadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) revirtieron la hiperinflación en Perú, pero aumentaron el desempleo y provocaron recesión, y ahora amenazan con impedir el pago de la elevada deuda externa.

La deuda externa peruana asciende a casi 29.000 millones de dólares, de los cuales 19.859 millones corresponden al sector público y el resto al privado.

De acuerdo con los compromisos asumidos al suscribir el Plan Brady, Perú debe pagar progresivamente una mayor cantidad. En 1998 abonó a sus acreedores externos 1.600 millones de dolares y hasta el 2001 deberá pagar anualmente 1.800 millones, y 2.200 millones a partir del 2002.

"El ciclo recesivo originado por el ajuste económico podría impedir al presidente Alberto Fujimori, o a quien gane las elecciones del año 2000, el cumplimiento de los compromisos de pago de deuda externa en los montos y plazos estipulados", comentó Eduardo Lastra, editor de la revista Avance Económico.

"El riesgo preocupa a Fujimori, cuya política económica prioriza el pago puntual del servicio de la deuda externa y una severa disciplina en los gastos fiscales", añadió.

Los partidos de oposición exigen a Fujimori que atienda primero la deuda social interna, constituida por las necesidades del sector en situación de pobreza extrema, que alcanza al 15 por ciento de la población peruana, de 25 millones de personas.

Algunos economistas opinan que en lugar de ajustar el gasto fiscal, el gobierno debería aflojarlo para estimular el consumo y reactivar la demanda, lo que reanimaría al aparato productivo.

La recesión disminuye la recaudación tributaria, apuntó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Carlos Bruce, quien recomienda seguir el ejemplo del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, quien enfrenta la crisis estimulando la demanda.

"Cuando cae la demanda interna, caen la producción, el comercio, el crédito, el empleo y la recaudación. Eso es lo que está ocurriendo, de modo que nos parece inverosímil que el producto interno bruto (PIB) crezca este año al 2,2 por ciento señalado por el gobierno", afirmó Bruce.

Lastra destacó que Fujimori se encuentra ante una difícil alternativa, pues "un ajustón tributario sería insoportable por las empresas y una mayor reducción del gasto fiscal haría caer la recaudación tributaria y disminuir sus recursos para pagar la deuda".

El servicio de la deuda externa se aproxima actualmente al 41 por ciento de las exportaciones, proporción considerada excesiva por el ex ministro de Economía Carlos Boloña, quien diseñó la política de ajuste adoptada por Fujimori, cuyo manejo critica ahora.

"La capacidad de endeudamiento de un país se puede calcular en base a cuatro índices: Deuda/PIB, Servicio de Deuda/PIB, Servicio de Deuda/Exportaciones y Servicio de Deuda/Gasto Publico", comentó Boloña.

Dentro de ese esquema, considera que "un índice deseable de deuda externa es el 10 por ciento del total exportado, asumiendo que las exportaciones equivalen al 20 por ciento del PIB".

Pero ese esquema es de difícil aplicación en Perú pues, tras varios años de estudio, el Instituto Nacional de Estadistica e Informática (INEI) no tiene aún una cifra oficial de PIB, y los empresarios y economistas estiman que se están adoptando decisiones con un PIB sobrevalorado.

El consultor empresarial y ex ministro de Economía Enrique Cornejo pidió al gobierno una rebaja de impuestos, "porque la presión tributaria que soportan las empresas es excesiva, pues los cálculos se están efectuando en base a un PIB menor que el estimado oficialmente".

Por otro lado, la carga de la deuda externa recae sobre una base de exportaciones extremadamente débil y, aceptando el PIB estimado por el INEI, el servicio actual de la deuda es de 40,3 por ciento de las exportaciones, según el Banco Mundial, cuatro veces el índice aconsejado por Boloña.

Según el Banco Mundial, los países latinoamericanos tienen un promedio de 36 por ciento en su índice de Deuda/PIB, con excepción de Ecuador, que supera el 60 por ciento.

Además, las exportaciones peruanas tienen una tendencia declinante, como consecuencia de los efectos internacionales de la crisis asiática, y actualmente se ubican en el orden del 13 por ciento del PIB, también bastante menor que el 20 por ciento propuesto como meta por Boloña.

Ante esta situación, la posibilidad de que Fujimori trate de liberar recursos para pago de deuda reduciendo aún más los gastos fiscales es considerada una amenaza social por algunos analistas.

El economista Virgilio Roel señala que el ritmo de pagos al que se comprometió Fujimori al suscribir el Plan Brady tuvo repercusiones negativas en materia de derechos humanos en Perú.

"El 49 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza y el 15 por ciento en extrema pobreza, y cualquier reducción del gasto publico significa recortar servicios e inversiones sociales", agravando la crítica situación de casi la mitad de los habitantes del país, dijo Roel.

Fujimori, quien no ha anunciado aún públicamente su intención de postularse a una segunda reelección en el 2000, ha pedido a los otros candidatos que "no politicen el tema de la renegociación de la deuda con fines electorales para no crear incertidumbre en los inversionistas". (FIN/IPS/al/ag/if/99

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