PANAMA: Arquitectos reclaman salvamento urbanístico de la capital

Arquitectos panameños reclaman la aplicación de un plan desarrollo urbano para que la capital de Panamá supere los problemas que sufre desde que Estados Unidos construyó el canal interoceánico a inicios de este siglo.

El Ministerio de Vivienda presentó en noviembre un plan de desarrollo urbano que procura mejorar la calidad de vida de los 1,1 millones de habitantes de la región metropolitana antes del 2020, a un costo de 9.077 millones de dólares.

El enorme congestionamiento de vehículos, la contaminación por ruido, hidrocarburos y basura, las inundaciones y las viviendas ruinosas serán cosa del pasado cuando se ejecute en todos sus términos el plan de desarrollo urbano propuesto por el gobierno.

El arquitecto Alvaro González, profesor de la Facultad de Arquitectura de la estatal Universidad de Panamá, puso en duda que el plan detenga la anarquía urbanística que sufre la región metropolitana desde que se construyó el canal.

El canal y la zona de cinco millas a cada lado de la vía interoceánica, cedida por Panamá a Estados Unidos en 1903 para que ese país construyera sus actuales bases militares, limitaron el crecimiento natural de la capital hacia el norte y la obligó a extenderse al este y a lo largo de la costa del Pacífico.

González señaló que, al igual que a inicios del siglo, cuando el desarrollo urbano de la capital se moldeó por los intereses de 11 terratenientes que eran dueños de las tierras al este del canal, el actual plan de desarrollo urbano está supeditado a las tierras que recibirá el Estado en virtud de los tratados de 1977.

Según esos tratados, Estados Unidos debe entregar el canal y las bases militares a Panamá el 31 de diciembre de 1999.

La antigua zona del canal, calificada por González de "quinta frontera" del país, aunado al concepto parcelario que establecieron los antiguos propietarios de la tierra hacia donde se extendió la capital, le imprimieron a la ciudad de Panamá un "estrangulamiento y aislamiento urbano", subrayó el arquitecto.

Es así como surgieron las "barriadas privadas" de San Francisco, Carrasquilla, Pueblo Nuevo, Río Abajo, Juan Díaz y Pedregal, apenas comunicados por sinuosos caminos que luego se convirtieron en las actuales y escasas avenidas de circulación longitudinal contiguas a la costa, dijo González.

Mientras, que el llamado Casco Viejo de la capital, construido en 1673 durante la colonia española, quedó limitado en algunas áreas a las seis cuadras que mediaban entre el malecón y la antigua zona del canal bajo administracción estadounidense.

González estimó que mientras no haya conciencia del problema que representa el actual caos urbanístico de la capital, así como "voluntad política" para resolverlo, "la solución técnica no pasará de los tablilleros polvorientos del Ministerio de Vivienda".

La directora de Desarrollo del Ministerio de Vivienda, Irna de León, indicó a inicios de diciembre a IPS que el plan de desarrollo urbano presentado por esa institución "se va a cumplir porque responde a una necesidad".

De León explicó que por primera vez el país cuenta con una guía para dar comienzo a "una forma ordenada de urbanismo con miras el próximo milenio", así como con un programa de consulta con la sociedad civil para que la población "entienda la necesidad de sumarse al mismo como un aporte a la vida comunitaria".

El plan de desarrollo urbano del Ministerio de Vivienda incluye las valiosas tierras ubicadas al norte de la capital que Washington devolverá a Panamá el 31 de diciembre de 1999.

Pero los 100 años de desordenado desarrollo urbano aparenta haber mellado la credibilidad entre los expertos.

Eduardo Tejeira Davis, experto en historia de la arquitectura, señaló que la "estrechez" de la ciudad y de los propios espacios internos de las viviendas que aún persisten entre los diseñadores, es "una de las características históricamente más interesantes que se han dado aquí".

Al contrario de lo que sucede en otros centros históricos de Hispanoamérica, donde lo característico era la existencia de casas solariegas, como las de La Habana o Cartagena, "aquí en Panamá no existen" ese tipo de viviendas, acotó Tejeira.

"Yo creo que una invariable de la ciudad de Panamá es la estrechez. Aquí no hay amplitur ni en la arquitectura de categoría ni en ningun sentido", subrayó el historiador.

Mientras, el arquitecto Alvaro Uribe, consultor del Ministerio de Vivienda para la elaboración del plan de desarrollo urbano, indicó que en efecto ese plan "no obedece originalmente a una conciencia sobre los problemas urbanos por resolver", sino a lo que debe hacerse con las tierras devueltas por Estados Unidos.

Sin embargo, estimó que si se lleva a cabo el proyecto la capital podrá contar en el futuro con un adecuado sistema de desarrollo.

Uribe explicó que en el futuro la capital no va a crecer más hacia las perifericas ubicadas al este y al oeste del canal, sino que habrá un "sistema de nodos" para evitar que la población viaje aun mismo punto como ocurre actualmente con el centro de capital, que "influye negativamente en la calidad de vida de la gente". (FIN/IPS/sh/mj/ip dv/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe