DERECHOS HUMANOS: Un año para celebrar, según Human Rights Watch

Los activistas de derechos humanos tienen mucho que celebrar este año y la detención del ex dictador de Chile Augusto Pinochet fue "el hecho más sorprendente" de 1998, según el informe anual de la organización Human Rights Watch (HRW).

El Informe Mundial para 1999, divulgado este martes por la organización no gubernamental neoyorquina, acusó al gobierno de Estados Unidos de estar "desfasado" ante el creciente consenso internacional en materia de derechos humanos.

HRW señala que el gobierno de Bill Clinton se negó a adoptar la prohibición mundial contra las minas terrestres y a apoyar la creación del Tribunal Penal Internacional (TPI), lo que empaña su imagen autodeclarada como líder mundial de los derechos humanos.

"Con su oposición al tratado que crea el TPI en caso de aplicarse a ciudadanos estadounidenses, Washington una vez más reveló que está severamente desfasado ante la mayor parte del mundo", sostiene el informe de 506 páginas.

"Paradójicamente, en vista de su compromiso para defender los derechos humanos dentro del país y en su política exterior, el gobierno de Estados Unidos hoy representa una amenaza para la universalidad de los derechos humanos", agrega.

No obstante, 1998, año en que se celebra el 50 aniversario de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos, resultó "un hito importante" para el movimiento internacional de derechos humanos, declara HRW.

La detención en Londres de Pinochet fue el "hecho más sorprendente" del año para la organización.

"La detención de Pinochet es un muy lindo regalo para el 50 aniversario (de la Declaración Universal). Pero necesitamos un sistema internacional de justicia que asegure que ningún déspota quede libre de sus crímenes", dijo el director de HRW, Kenneth Roth, quien presentó el informe.

Pinochet fue detenido el 16 de octubre por orden del juez español Baltasar Garzón quien solicitó su extradición para juzgarlo en Madrid por los delitos de genocidio y terrorismo internacional.

Pinochet, cuya dictadura (1973-1990) fue responsable de la muerte de más de 3.000 personas, está detenido mientras el ministro del Interior británico Jack Straw decide su extradición a España o su retorno a Chile.

La sala penal de la Cámara de los Lores británica falló la semana pasada que Pinochet no goza de inmunidad soberana como ex jefe de Estado por los excesos supuestamente cometidos durante su gobierno.

"La decisión británica subraya la creciente voluntad de muchos países para terminar con la impunidad de los violadores de los derechos humanos. Es una decisión histórica", aseguró Roth.

Entre los hechos destacables de este año para el movimiento de derechos humanos, según HRW, se incluye la ratificación de Burkina Faso en septiembre del Tratado de Prohibición de las Minas Terrestres, que fue firmado por 133 gobiernos desde que fue formalmente presentado para su firma en diciembre de 1997.

Con la ratificación de Burkina Faso, que fue el país número 40 en hacerlo, el tratado entrará en vigor a partir de marzo lo que dará comienzo a un proceso de diez años para eliminar todas las minas terrestres del mundo.

Como la campaña que condujo al tratado contra las minas, la gestión para crear el TPI, que culminó en la negociación del tratado en Roma en el verano boreal, fue encabezada por una alianza de gobiernos y organizaciones no gubernamentales del Norte industrial y el Sur en desarrollo.

"La combinación transformó el paisaje diplomático", afirma el informe. EL TPI se creará cuando 60 gobiernos ratifiquen el tratado y quede habilitado para juzgar a los responsables de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.

El tribunal fue posible, según HRW, debido al esfuerzo activo de "democracias europeas establecidas y por democracias nuevas o emergentes, incluso Argentina, Corea del Sur, República Checa, Hungría, Malawi, Polonia, Senegal y Sudáfrica".

Esta alianza tuvo la fuerza para superar la oposición de potencias como Estados Unidos, China e India.

"Mientras estos gobiernos del Sur se dan la mano con mayor frecuencia con los tradicionales defensores de derechos humanos del Norte, el movimiento de derechos humanos es mucho más fuerte en la actualidad que lo que parecía posible hace unos años", señala el informe.

Otro avance en el campo de los derechos humanos este año fueron los juicios del Tribunal Penal Internacional para Ruanda en Arusha, Tanzania, a acusados por el genocidio de 1994 en Ruanda.

HRW también destaca la detención por las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de sospechosos de crímenes de guerra en Bosnia y su traslado al Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia en La Haya, y la publicación del informe final de la Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica.

También se lograron avances importantes en Asia, donde en los últimos años los gobiernos propusieron un "concepto asiático de derechos humanos" para justificar leyes y prácticas represivas.

China, por ejemplo, firmó los dos principales convenios de derechos humanos derivados de la Declaración Universal, y también se pronunció contra la violencia cometida en Indonesia contra la comunidad de origen chino durante los graves incidentes que provocaron la renuncia en mayo del dictador Alí Suharto.

El sucesor de Suharto, B.J.Habibie, y el presidente filipino Joseph Estrada, también se manifestaron en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, un foro que tradicionalmente se resiste a las críticas por violaciones de derechos humanos, contra la detención en Malasia del ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim.

La elección en Corea del Sur del presidente Kim Dae Jung, defensor de la democracia y los derechos humanos, también representó un gran paso adelante en la región.

HRW también elogió la labor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de derechos humanos. El secretario general Kofi Annan demostró "un gran compromiso hacia los derechos humanos, más que ninguno" de sus antecesores, asegura el informe.

La organización también alaba a la nueva Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, por su labor al "dinamizar una oficina que se había retirado a la irrelevancia de la callada diplomacia".

El informe, que señaló retrocesos en República Democrática de Congo, Kosovo, Sudán y Camboya, entre otros, reservó parte de sus críticas más fuertes para Estados Unidos porque no se sumó a la prohibición de las minas terrestre y tampoco firmó el TPI, a pesar de que muchos países intentaron complacer sus deseos.

Con respecto al TPI, es evidente que Washington "pretendía la oportunidad de excluir a los ciudadanos estadounidenses del alcance de la corte". Este tipo de exigencia no respeta "el principio fundamental de que la justicia se debe aplicar por igual para todos", señala HRW.

Washington también reveló "grandes lagunas" en materia de derechos humanos en varias zonas del mundo, incluso Africa, Medio Oriente y la ex Unión Soviética, donde otorgó prioridad a la estabilidad y las alianzas estratégicas con gobernantes abusivos, según el informe.

Incluso sobre el caso Pinochet Washington se mantuvo sorprendentemente callado y "se mantiene al margen de uno de los hechos más positivos de hoy en materia de derechos humanos", declaró Roth. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/hd/98

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