AMERICA: Sindicatos buscan lugar en el proceso de integración

El movimiento sindical de América espera llegar recuperado al nuevo milenio y prepara una ofensiva para ocupar un lugar destacado en el proceso de integración continental, indicaron dirigentes de la región reunidos este mes en Costa Rica.

Representantes de sindicatos del continente, reunidos en San José entre los días 19 y 22, dejaron claro que el movimiento obrero prepara una ofensiva para lograr el lugar que hasta ahora se le ha negado en el proceso constitutivo del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Stanley Gacek, director asistente para Asuntos Internacionales de la AFL-CIO, de Estados Unidos, aseguró que en 1999 emprenderán una campaña internacional para fortalecer la posición de los sindicatos y negociar con los gobiernos la inclusión del sector laboral en el proceso.

Gacek anticipó que podrían adoptar medidas de presión para lograrlo, porque la inclusión de los temas laboral, social y ambiental "son condiciones irrenunciables para los gremios obreros y deben estar en la agenda del ALCA", declaró.

El ALCA, cuya entrada en vigor se prevé para el año 2005, será un mercado cercano a los 800 millones de habitantes.

El dirigente sindical estadounidense aseguró que si los gobiernos del continente no incluyen el tema laboral, social y ambiental en la agenda, los trabajadores están en capacidad de lanzar una dura ofensiva contra el proyecto.

Debido a la presión de su organización, el gobierno del presidente Bill Clinton no pudo obtener hasta ahora la aprobación del "fast track" (vía rápida) para negociar acuerdos comerciales, afirmó.

Sin embargo, Gacek aseguró que ni la AFL-CIO ni los sindicatos latinoamericanos se oponen a la integración comercial, pero objetan el modelo actual del ALCA porque predomina la visión del supermercado global.

"Para que sea apoyada por los sindicatos, el ALCA debe contener cláusulas con elementos como derecho laboral, social y ambiental", afirmó.

Además, agregó, hasta ahora sólo participan los gobiernos y los empresarios, olvidando que los trabajadores y la sociedad civil ocupan un lugar igualmente importante en la economía de la región.

Los representantes sindicales reunidos en San José consideran irrenunciable la participación de los trabajadores en el ALCA, porque será el foro donde habrá que defender el respeto de los derechos laborales, hoy venidos a menos en el continente.

Agustín Muñoz, representante regional en Ginebra de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dijo que 299 sindicalistas asesinados en 1997, 2.450 detenidos y más de 300 amenazados de muerte atestiguan el ultraje a los derechos de los trabajadores.

En base a un informe de la Confederaciòn Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), Muñoz aseguró que 50.000 personas perdieron su trabajo en 1997, en el continente americano, debido a su actividad sindical.

Luis Anderson, secretario general de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT), señaló a Brasil, Ecuador y Perú como países con situaciones delicadas para el sindicalismo y los trabajadores.

En América Central, las trabajadoras de las empresas instaladas en zonas francas industriales sufren condiciones de explotación, al igual que en partes de México y de República Dominicana, indicó.

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo de 1997 reveló que este sector de la población sufre inestabilidad laboral, salarios por debajo del mínimo legal, largas e intensas jornadas de trabajo, acoso sexual, contratación temporal y subcontratación domiciliaria.

Sin embargo, los gobiernos centroamericanos no pueden prescindir de la maquila, que genera en todo el istmo 250.000 empleos, 90 por ciento de los cuales para mujeres. (FIN/IPS/mso/ag/lb/98

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