Los maestros de Argentina, que hace 15 meses mantienen un ayuno rotativo, detendrán este viernes las clases ante el rechazo del Ministerio de Economía a un aumento de sueldos propuesta por el Ministerio de Educación.
La "Carpa Blanca", que el sindicato de educadores instaló el 2 de abril del año pasado frente al Congreso, alberga hoy a 14 maestros que ayunan en protesta por la falta de respuesta gubernamental a sus reclamos.
Si no median soluciones, las medidas adoptadas por los maestros en demanda de mejoras salariales y en las condiciones de trabajo continuarán luego de las vacaciones de invierno que se realizan este mes.
El sindicato anunció una huelga nacional entre el 12 y el 14 de agosto y prevé instalar otra "Carpa Blanca" frente a la Casa Rosada (sede del gobierno) el 11 de setiembre, Día del Maestro en Argentina.
El ministro de Economía, Roque Fernández, que sostuvo que hay educadores "ñoquis" (como se denomina en Argentina a los funcionarios estatales que perciben un sueldo sin concurrir a sus puestos de trabajo), dijo el miércoles que "los maestros ganan poco, pero también trabajan poco".
"Es una provocación inútil, dicha con total impunidad porque el país se maneja desde el Ministerio de Economía", dijo a IPS José María Leonfanti, vocero de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
La semana pasada se desarrollaron ayunos en todas las escuelas del país por decisión unánime del congreso de la CTERA.
El Ministerio de Educación, cuyo presupuesto sufrió este año un recorte de 182 millones de dólares, propuso en 1997 crear un fondo para financiar un aumento de alrededor de 100 dólares a los salarios de los educadores en base a un impuesto sobre los automotores que permitiría recaudar unos 700 millones de dólares.
El proyecto fue presentado por la ministra de Educación, Susana Decibe, y enviado al Congreso por el presidente Carlos Menem.
La comisión de Educación de la Cámara de Diputados ya lo debatió, pero aún debe pasar por la comisión de Trabajo, donde ya encontró oposición, y por la de Finanzas.
Pero el ministro Fernández aseguró que es imposible crear un fondo que no haya sido contemplado en el presupuesto sin arriesgar la relativa seguridad económica del país mantenida a pesar de la crisis financiera originada en el sudeste de Asia.
Menem tomó este jueves distancia de las declaraciones de su ministro y dijo que, en su opinión, los maestros ganan poco y que por eso había enviado el proyecto al Congreso.
La secretaria general de la CTERA, Marta Maffei, consideró que, más allá del gesto presidencial, "no hay voluntad política" para resolver el conflicto, lo que queda en evidencia con los "insultos y mentiras" del ministro de Economía.
A pesar de que se manifiestan a favor de la constitución del fondo, los educadores critican algunos aspectos del proyecto, en particular los que plantean revisar los estatutos de trabajo que los rigen pues, según Leonfanti, "ahí está implícita la cuestión de la flexibilización laboral".
Modificaciones de estas normas pondrían en peligro los puestos de trabajo docente, explicó.
Los sindicatos de educadores quieren que se elabore "un estatuto federal docente, que sirva de marco y actúe como un piso mínimo sobre el cual se discutan luego los acuerdos provinciales sobre las condiciones de trabajo", dijo Leonfanti.
Leonfanti informó que en Argentina trabajan unos 387.000 docentes y que el salario básico promedio de un maestro de escuela es de 350 pesos (igual a dólares).
En la capital, Buenos Aires, donde el costo de vida es muy elevado, ese sueldo se reduce a 212 pesos, y en otras cuatro localidades de Argentina son aun más bajos.
El sueldo de los maestros se complementa con una paga extra por antigüedad y un 10 por ciento por presentismo (21 pesos) que se pierden ante cualquier inasistencia, así se trate de una enfermedad o licencia por maternidad en un plantel conformado en un 90 por ciento por mujeres. (FIN/IPS/vmv/mj/lb/98