El gobierno de México y el guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR) mantienen desde hace dos años una "guerra silenciosa", que según expertos en seguridad podría tener mayores consecuencias que el conflicto del sureño estado de Chiapas.
El secretario de Gobernación, Francisco Labastida, informó que con este grupo guerrillero no se mantendrá un diálogo como el sostenido con Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
"Hay una ley que lo facilita y lo ordena con el EZLN y en el otro caso (del EPR) no hay ninguna que nos lo ordene", afirmó Labastida.
El subprocurador general, José Luis Ramos Rivera, enfatizó que el EPR no pone en risgo la estabilidad del país, ya que "es un grupo armado de delincuentes tan focalizado que de ninguna manera puede sentirse un riesgo de desestabilización".
Pero las opiniones de los representantes gubernamentales difieren de las de expertos en seguridad.
En el caso de que el EPR dejara a un lado su estrategia de repliegue para hacer únicamente propaganda armada y lanzara una contraofensiva militar aumentaría el número de militares muertos a manos del grupo guerrillero, afirmó a la prensa local el experto José Luis Piñeiro.
En tanto otro experto en seguridad, Guillero Garduño señaló que la "guerra silenciosa" que protagonizan el ejército y el EPR es más grave que la de Chiapas.
"Esta guerra secreta pone en mayor riesgo la estabilidad del país que el conflicto chiapaneco, pero el presidente Ernesto Zedillo y Francisco Labastida, se niegan a reconocer siquiera la existencia del EPR", comentó.
Garduño dijo que como parte de este conflicto los militares y el grupo guerrillero se han intercambiado cuerpos descuartizados para saldar cuentas pendientes entre ambas partes.
"Son cosas que no han trascendido, pero que han sucedido (…) es una guerra silenciosa", enfatizó Garduño.
El 28 de junio de 1996 surgió el EPR en Aguas Blancas, en el sudoccidental estado de Gerrero, con un despliegue de varias decenas de militantes uniformados, enmascarados y portando fusiles de guerra AK-47.
En esa ocasión declararon el inició de su lucha armada contra el gobierno mexicano y se deslindaron del EZLN. Luego lanzaron una ofensiva en varias regiones del país que ha dejado un saldo de 38 personas muertas, entre ellas 15 militares, 19 policías y cuattro civiles, además de 59 heridos.
Según fuentes extraoficiales, el EPR, de ideología marxista- leninista, mantiene a unos 300 hombres en armas y difiere mucho del EZLN.
A diferencia del EZLN, tiene una férrea disciplina militar y carece de un líder como el comandante Marcos, lo que hace más difícil su localización y le da mayor capacidad de supervivencia.
Sectores de inteligencia gubernamental aseguran que el EPR está dividido en batallones y columnas que tienen la capacidad de manejar artillería ligera y baterías antiaéreas.
El EPR es una fusión de una veintena de pequeños grupos clandestinos armados herederos de la guerrilla de los años 60 y 70. Su base fue el ultradical Partido Obrero Revolucionario Clandestino y el Partido de los Pobres, este último creado por Lucio Cabañas, quien murió en un enfrentamiento en 1974.
La estrategia del EPR consiste en la guerra popular prolongada, desarrollada en China por Mao Tse Tung y algunos grupos guerrilleros en América Central, como el guatemalteco Ejécito Gerrillero de los Pobres o una tendencia de los sandinistas nicaragüenses.
El EPR ya habría superado los niveles de acumulación clandestina de fuerzas y se encontraría en la fase de propaganda armada, ampliación de la base social de apoyo y resistencia.
La pregunta que se hacen los expertos es si realmente el EPR tiene capacidad de lanzar en el futuro grandes operativos militares o se mantendrá focalizado en cuatro regiones del país. (FIN/IPS/fj/ag/ip/98