POBLACION: La explosión que no cesa

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se opone a la afirmación de que está superado el problema del crecimiento explosivo de la población del planeta, lanzada por centros de investigación de Estados Unidos.

Nafis Sadik, directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Población, reconoció que la tasa mundial de fertilidad disminuye, pero en su opinión, eso no significa que se aproxime el fin del problema demográfico.

"Aún tenemos altas tasas de crecimiento en Asia meridional, Africa subsahariana y Europa oriental", declaró Sadik a IPS y añadió que es "peligroso" arribar a conclusiones "apresuradas y erróneas".

Joseph Chamie, director del Departamento de Población de la ONU, advirtió que también es erróneo creer que el debate demográfico está concluido.

"El debate demográfico no sólo continúa, sino que tiene múltiples facetas y abarca otras cuestiones, además del crecimiento y el tamaño" de la población, aclaró.

Chamie señaló que el asunto de la población incluye, entre otros puntos, las causas y consecuencias de la fertilidad, la mortalidad, la emigración internacional, la urbanización, la distribución nacional y la estructura etaria.

El funcionario alertó a la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU que algunos consideran erróneamente que "el crecimiento demográfico significa progreso" y que la solución de los problemas de población y desarrollo depende sólo del dinero.

Los funcionarios de la ONU respondieron de esa manera a comentarios de prensa. Ben Wattenberg, del American Enterprise Institute, de Washington, sostuvo en The New York Times que se acerca el fin del problema demográfico y que la posibilidad de un planeta con menos población crea ciertas dificultades.

"La evidencia cada vez mayor en países ricos y pobres sugiere que la explosión demográfica disminuye. La natalidad jamás había descendido tanto, con tanta rapidez y por tanto tiempo en todo el mundo", aseguró Wattenberg.

Antes, el promedio era de "cinco hijos por mujer. Luego cuatro, tres, y menos de tres. Al calcular la población para el 2050, los demógrafos reconocieron que sus proyecciones eran excesivas. De pronto, faltaban 650 millones de personas en el mundo, y muchos más desaparecerán en breve. Nunca nacerán", escribió.

Nicholas Eberstadt, del Centro de Estudios sobre Población y Desarrollo, de la Universidad de Harvard, señaló en el diario Wall Street Journal que algunos de los mejores demógrafos del mundo proceden a una "radical reevaluación del futuro demográfico del planeta".

"Ahora (los técnicos) consideran seriamente la posibilidad de que la población mundial llegue a su pico durante nuestra existencia y luego comience a descender indefinidamente", añadió.

Eberstadt dijo que la disminución de la población causará grandes problemas a los gobiernos, sobre todo en materia de planes jubilatorios financiados con impuestos, que son la característica central del moderno Estado de bienestar.

"En casi todas la democracias industriales, esos programas fueron creados en momentos de alta fertilidad y rápido crecimiento demográfico", señaló.

Pero el Instituto de la Población, de Washington, descarta esta opinión, por considerarla una "reacción automática a la revisión que corrigió a la baja las previsiones de crecimiento demográfico mundial".

"Este es el tipo de tontería elitista que recitan hace años instituciones reaccionarias cuyo lema perverso es proteger a los satisfechos e ignorar a los sufrientes", exclamó Werner Fornos, presidente del Instituto.

La clave del futuro demográfico del mundo se halla en el comportamiento reproductivo de 3.000 millones de jóvenes, una cantidad igual a toda la población del mundo en 1960, que tendrán hijos en la próxima generación, manifestó Fornos.

Chamie aseguró que el rápido crecimiento de la población mundial no ha terminado. Ahora, el planeta tiene 5.900 millones de habitantes y para mediados del año próximo alcanzará los 6.000 millones.

Se prevé que la población supere los 9.000 millones en 50 años, y no es probable que su crecimiento se detenga.

Un estudio de la ONU, que supone que la fertilidad será algo superior a los dos hijos por mujer en las próximas décadas, afirma que la población mundial llegará a los 10.000 millones en el 2100, 10.800 millones en el 2150 y se estabilizará en poco menos de 11.000 millones en el 2200.

El pronóstico de una población mundial de casi 11.000 millones en el 2.200 resta 700 millones al cálculo realizado por la ONU en 1992, en gran medida debido al descenso mayor de lo esperado de la fertilidad en muchos países.

Chamie afirmó que el crecimiento demográfico no necesariamente determina progreso y desarrollo, como es la creencia general. La expansión indefinida de la población no es sustentable a largo plazo, advirtió.

Aunque los recursos financieros son necesarios, una mayor cantidad de dinero no es suficiente para garantizar la resolución de problemas demográficos y de desarrollo, según Chamie. "Para solucionar esos problemas, se deben tomar en cuenta consideraciones políticas, sociales y culturales".

La investigación de la ONU revela que, aunque el ingreso tiene efectos importantes, la salud no sólo depende de ese factor. Por ejemplo, a pesar de las limitaciones impuestas por sus escasos ingresos, algunos países presentan una alta expectativa de vida.

En China, Cuba, Jamaica, Sri Lanka y el estado indio de Kerala, cinco regiones de bajos ingresos, la esperanza de vida se aproxima a la de los países industrializados, explicó Chamie. (FIN/IPS/tra- en/td/mk/aq-ff/pr/98

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