MEXICO: La inevitable metamorfosis del viejo PRI

Un dinosaurio de larga cola y gesto risueño es la imagen que usaron por meses algunos caricaturistas de México para referirse al Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido en el gobierno desde hace 68 años.

Ahora, cuando el poder de esa agrupación tambalea como nunca, el nuevo referente es un huevo, un huevo de otro dinosaurio.

Mientras la oposición, mayoritaria por primera vez en el Cámara de Diputados, superó recientes fisuras y anunció que definirá un esquema de reforma del Estado para terminar con el sistema presidencialista, el PRI dijo que defenderá al gobierno, pero mostrando un rostro remozado.

Cambio de piel, renacimiento y transformación son algunas de las frases y palabras que se imponen hoy entre los miembros del PRI tras su derrota en las elecciones del 6 de julio y el nombramiento de Mariano Palacios como su nuevo presidente a través de un procedimiento donde ningún militante votó.

Antes de que termine el año, el PRI tendrá lista la propuesta de una nueva carta de navegación, prometió este lunes la senadora de esa agrupación Rosario Green, encargada de coordinar el proceso de cambio.

"Si nos paralizamos perderemos las elecciones presidenciales del 2000 y nos desintegraremos", sentenció el dirigente del Movimiento Renacentista del PRI Augustín Basave, para quien su partido debería pensar "urgentemente" en un cambio de nombre y emblema y en la apertura de procedimientos democráticos.

Los anuncios de renovación, que contrastan con la forma en que se designó a Alcocer, fueron tomadas con humor por los caricaturistas, quienes con el dibujo de un huevo de dinosaurio a punto de romperse describieron la nueva actitud del partido del presidente Ernesto Zedillo.

Calificados de dinosaurios por mantener posturas supuestamente conservadoras y permanecer en la presidencia desde 1929, los miembros del PRI viven hoy difíciles momentos en la Cámara de Diputados pues sus propuestas, por primera vez en cerca de siete décadas, no logran se aprobadas.

Hasta la esperanza de un rompimiento del frente opositor, en la que sus dirigentes públicamente habían basado proyectos, se desvaneció los últimos días.

Menos de dos semanas le duró al PRI la alegría del ver divididos a los diputados de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Verde Ecologista (PV) y del Trabajo (PT).

Las discrepancias de los opositores, germinadas según los analistas en la disputa de liderazgos, fueron superadas, cuando el presidente Zedillo rechazó la idea de mantener un diálogo directo con los líderes de la Cámara para definir una reforma del Estado y tratar el presupuesto fiscal de 1998.

La postura presidencial dejó en segundo plano los enfrentamientos entre opositores y relanzó su proyecto de mantenerse juntos para conseguir, según prometen, mayor democracia, "fin del presidencialismo exacerbado y desmantelamiento del partido de Estado".

"Los cuatro grupos parlamentarios estamos convencidos que tenenos que seguir impulsando la reforma (del Estado) con el Ejecutivo, sin el Ejecutivo o a pesar del Ejecutivo", expresó Carlos Medina, coordinador parlamentario del PAN.

Para Arturo Núñez, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, lo único que hace la oposición "con posiciones revanchistas y actitudes caprichosas" es retrasar la reforma del Estado y dificultar la actuación del gobierno.

"La pretensión de prolongar la existencia del bloque opositor se sustenta en un solo hecho, en su única razón de ser: un antipriísmo a ultranza", sostuvo Núñez.

En la nueva Cámara, integrada tras las elecciones de julio, el trabajo parlamentario avanza lento y entre esporádicos escándalos por choques verbales y físicos entre diputados, revelación de irregularidades cometidas por antiguos dirigentes políticos y roces constantes de la oposición con el gobierno.

El politólogo Roderic Ai Camp opina que la prioridad del PRI es ahora demostrar que puede trabajar en un ambiente democrático en la Cámara de Diputados y que tiene la habilidad de lograr acuerdos y compromisos con otros partidos.

Fundado para unir a los grupos vencedores del proceso revolucionario de las primeras dos décadas del siglo, el PRI recibió en julio la última llamada para renovarse.

Si no lo hace, luchando contra las "tendencias dinosáuricas", desaparecerá, advirtió Basave. (FIN/IPS/dc/dg/ip/97)

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