AMBIENTE: Dura oposición a plan de Clinton sobre cambio climático

La propuesta del presidente estadounidense Bill Clinton sobre reducción de gases invernadero enfrentará una fuerte resistencia antes de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que se celebrará en Kioto, Japón, el próximo diciembre, predicen ambientalistas.

Clinton propuso el pasado miércoles una reducción de la emisión de gases invernadero, responsables del cambio climático, a los niveles de 1990 entre los años 2008 y 2012, con reducciones adicionales en los cinco años siguientes.

Tanto sus partidarios como sus críticos consideran que la propuesta del mandatario constituye un término medio entre intereses ambientales e internacionales por un lado, y presiones domésticas e industriales por otro.

Aunque trató de dejar a todas las partes satisfechas, aparentemente Clinton no satisfizo a nadie, y por ello enfrenta una dura resistencia a nivel nacional e internacional, señalan ambientalistas.

"Estados Unidos es el único país retrasado en este asunto", afirmó Phil Clapp, director ejecutivo del Centro de Información Ambiental.

"A menos que asuma una posición más fuerte en Kioto, la administración Clinton-Gore será responsable del colapso de las conversaciones sobre cambio climático", advirtió.

Unos 200 grupos ambientalistas que calificaron de "demasiado poco y demasiado tarde" lo propuesto por Clinton enviaron el domingo una carta al mandatario y su vice urgiéndolos a fortalecer su iniciativa.

"Rompieron sus promesas, pero aún tienen la oportunidad de minimizar la amenaza del cambio climático para nuestro ambiente, nuestra economía y nuestro futuro", dice la carta.

El dióxido de carbono, el principal entre los gases que atrapan el calor, procede fundamentalmente de la quema de combustibles fósiles como petróleo, gasolina y carbón.

La mayoría de los científicos coinciden en que, con el tiempo, estos gases pueden causar cambios en el clima, entre ellos un incremento de la frecuencia e intensidad de las tormentas, inundaciones, olas de calor y sequías.

La propuesta de Clinton es menos ambiciosa que las iniciativas de Japón, Europa y muchos países en desarrollo para controlar las emisiones de gases invernadero. Todos ellos pretenden que los países industriales (incluido Estados Unidos, el mayor emisor de gases invernadero) acuerden cortes más profundos y más tempranos en Kioto.

"Estoy decepcionado por la escasa ambición de Estados Unidos", manifestó a la prensa Ritt Bjerregaard, comisario europeo de Ambiente, en Bonn, escenario de las actuales negociaciones preliminares sobre el tratado de cambio climático.

La Unión Europea exige en Bonn una reducción de 7,5 por ciento por debajo de los niveles de 1990 para el 2005, y de 15 por ciento para el 2010.

Mientras, los países en desarrollo y China exhortan a las naciones industrializadas a reducir sus emisiones en 7,5 por ciento por debajo del nivel de 1990 para el 2005, 15 por ciento para el 2010 y 35 por ciento para el 2020.

La Alianza de Pequeños Estados Isleños, cuyos miembros son los más amenazados por el recalentamiento planetario (especialmente por el aumento del nivel del mar) demandan una reducción de 20 por ciento con respecto a los niveles de 1990 para el año 2005.

"La propuesta de Estados Unidos no constituye una respuesta adecuada al problema mundial del recalentamiento planetario", lamentó Bjerregaard.

En realidad, Washington ofrece aún menos de lo que se previó originalmente en el tratado preliminar sobre cambio climático, observó Mark Mwandosya, de Tanzania, presidente de la asamblea de países en desarrollo en Bonn.

El plan de Estados Unidos comprende reducciones graduales y obligatorias de las emisiones de gases invernadero, además de exoneraciones fiscles y otros incentivos para el ahorro de energía.

Clinton, quien desde su primera campaña presidencial prometió una acción agresiva contra el cambio climático y criticó al ex presidente George Bush por no apoyar el acuerdo de la Cumbre de la Tierra sobre el tema, es ahora blanco de críticas similares.

"Aunque arguye que no puede hacer más debido al obstáculo del Congreso, Clinton le pidió que gaste 5.000 millones de dólares en exoneraciones fiscales y otros incentivos a las empresas estadounidenses", señaló Dan Becker, del grupo ambientalista Sierra Club.

"El Congreso detesta los gastos. Clinton podría hacer mucho más, y es claro que no está asumiendo un liderazgo en el combate a los gases invernadero", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/ml/en/97

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