Salvo aisladas críticas contra la posible ejecucion de los guerrilleros heridos o rendidos, el presidente de Perú, Alberto Fujimori, está cosechando un rotundo triunfo político tras la operación de rescate de 72 rehenes retenidos hasta este miércoles por un grupo insurgente.
Esa victoria es reconocida en las calles por la opinión popular y por la mayoría de sus opositores políticos.
Sobre la ausencia de prisioneros y la muerte de la totalidad de los 14 miembros del comando guerrillero, Fujimori prefiere eludir el tema e inclusive no incluyó a los insurgentes en su estadística inicial de bajas, pues dijo que lamentaba la pérdida de tres vidas humanas, dos militares y un rehén.
Aseguró lamentar las muertes de los guerrilleros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) "por sus familiares"'y por lo tanto no por ellos mismos y afirmó que "no había otra salida, pues estaban armados hasta los dientes".
Néstor Cerpa Cartolini, jefe del comando que ingresó en la embajada japonesa en Lima el 17 de diciembre, y sus 13 compañeros fueron sorprendidos cuando se recuperaban de los efectos de una explosión provocada por los militares en el primer piso del edificio e intentaban subir al segundo, donde se hallaban los rehenes, dijo.
Los guerrilleros ignoraban que ese segundo piso ya había sido tomado por los soldados, que los abatieron tras un intercambio de disparos, afirmó.
Uno de los dos oficiales muertos cayó cuando protegía al canciller Francisco Tudela, a quien los guerrilleros intentaron ejectutar, declaró en conferencia de prensa.
Pocos en Perú discrepan en considerar que correspopnde a Fujimori el mérito, o demérito, del rescate por la fuerza de los 72 rehenes.
Es probable que las encuestas de esta semana reflejen la ola de satisfacción popular que fluye de las desordenadas, y no contabilizadas, entrevistas a transeúntes hechas este miércoles por radio y televisión y Fujimori remonte el decaído 38 por ciento de respaldo que tenía el fin de semana.
Por ahora, a los entrevistados callejeros no parece preocuparles establecer si en lugar del rescate por la fuerza era preferible una solución pacífica, basada en aceptar el canje de rehenes por insurgentes presos que exigían los guerrilleros muertos y en dejarlos salir del país hacia Cuba.
Pero se presume que en los próximos días, cuando comiencen a difundirse testimonios de los familiares de los guerrilleros que perdieron la vida, el tema de las muertes evitables de los combatientes comenzará a conmover a un sector de la opinión pública.
La televisión difundió este miércoles una entrevista a la madre de Néstor Cerpa, quien desde París expresó su congoja por la muerte de su hijo, "que se inmoló para obtener la libertad de sus compañeros presos".
Salvo el ex rehén y congresista marxista Javier Diez Canseco, liberado los primeros días, quien abandonó el hemiciclo cuando el Congreso discutió una moción de aplauso a Fujimori y las Fuerzas Armadas por el éxito en el rescate, los representantes de los partidos opositores batieron palmas por el resultado.
El ex parlamentario socialdemócrata Javier Valle Riestra y la congresista democristiana Lourdes Flores coinciden en señalar que considerarían mezquino no reconocer la audacia y acierto político de Fujimori en el manejo de la cuestión del rescate de los rehenes.
"No creo que hubiera sido conveniente una solución pacífica que permitiera salir del país a los raptores para asilarse en Cuba, ni menos que se hubiera accedido al canje de rehenes por terroristas presos, porque la majestad de la justicia y la dignidad del Estado hubieran sido mellados", comentó Valle.
Flores expresó que su aplauso a Fujimori por su coraje político no significa que dejará de exigir investigación sobre la responsabilidad del gobierno en los crímenes y torturas atribuidos a los servicios de inteligencia.
"Fujimori no debe caer en la soberbia y repetir, como dijo antes, que ya ha liquidado al terrorismo. Todavía quedarán algunos militantes, aunque al parecer el MRTA ya no tiene líderes en libertad", opinó por su parte el congresista Fernando Olivera, del opositor Movimiento Independiente Moralizador.
El congresista Gustavo Mohme, editor del matutino opositor de izquierda La República, estima prematuro calcular las consecuencias políticas en el mediano y largo plazo del éxito obtenido por Fujimori en el restate a la fuerza de los rehenes.
"Creo que no le será posible a Fujimori transformar una victoria militar en victoria política, porque la acción armada fue resultado de la intransigencia del jefe guerrillero y también de la falta de flexibilidad del gobierno para promover una salida negociada que concilie una paz duradera", afirmó. (FIN/IPS/al/dg/ip/97