ECUADOR: Silencio social ante creciente prostitución infantil,

La pobreza, el desamparo, la violencia intrafamiliar y, algo muy importante según los especialistas, un mercado potencial, favorecen el crecimiento de la prostitución infantil en Ecuador.

Unos 6.000 niños y niñas entre 10 y 15 años se dedican a la prostitución en casas de citas, bares, centros de masajes y discotecas de Quito y Guayaquil, las ciudades más importantes del país.

"No es un problema de 'un cierto sector de la población', ni de género, sino un fenómeno que crece, como crece la miseria, y se sostiene con un gran mercado que demanda sexo infantil", dijo a IPS Marcelo Román, psicólogo especialista en menores.

Pero la prostitución de menores de edad aún forma parte de una serie de delitos que afectan a la infancia y que la sociedad no afronta, como el abuso sexual de padres a hijos, el robo de órganos para transplantes y las redes internacionales de secuestro para la adopción, comentó Román.

Los problemas de la infancia son lejanos para la sociedad, "que ha preferido mantenerlos como grandes mitos. Se conocen, se sabe que existen, pero más allá de las puertas de nuestro (sector) residencial", agregó.

Más difícil resulta "para algunos", admitir "que convivimos con personas que compran sexo infantil", observó el psicólogo.

Casi seis millones de los 11,5 millones de ecuatorianos viven en la pobreza, según un informe de la organización no gubernamental Fundación Esquel, y 54 por ciento de la población pobre está constituida por menores de edad, destacó Román.

Los niños y adolescentes son los más sensibles a los efectos de la pobreza dentro del núcleo familiar, explicó.

El triángulo crítico para los menores, conformado por la pobreza, la violencia intrafamiliar y el abuso laboral, sexual y psicológico, llevan a miles de niños ecuatorianos a buscar otras formas de vida, como la prostitución.

Margot Sancho, del Programa Muchacho Trabajador (PMT), que ha impulsado varias investigaciones sobre los menores, dijo a IPS que la realidad de las calles ha comenzado a poner en evidencia la prostitución infantil, pero la opinión pública todavía carece de información sobre el asunto.

"Aunque no estamos en los niveles de otros países de América Latina, donde existen viajes organizados para turistas que buscan relaciones con menores", la prostitución infantil "puede crecer de manera alarmante si no comenzamos por reconocer el problema", advirtió Sancho..

"La sociedad reconoce que existen menores prostitutas, pero está lejos de admitir que puede haber hombres ejerciendo esa actividad", añadió.

Según una investigación de la revista 15 Días, redes de traficantes de sexo infantil reclutan menores en las áreas urbanas y rurales más pobres. Les ofrecen un buen salario y la promesa de que aprenderán la profesión de modelo o a realizar tratamientos de belleza en Quito o Guayaquil.

Un local instalado en un barrio residenciales del norte de Quito anuncia servicios de masaje y cortes de pelo para hombres y mujeres. Es uno de los centros de prostitución más conocidos de la zona.

"Tres veces nos han clausurado el negocio", dijo a IPS Maricarmen Mina, quien trabaja en ese lugar desde hace un año, "pero los dueños siempre se las arreglan para volver a abrirlo".

Mina abandonó hace cinco años su hogar en Esmeraldas, una de las más pobres de las seis provincias costeras de Ecuador. Entonces "tenía once años y vine a Quito a trabajar como sirvienta, pero luego me embaracé y tuve que buscar otro trabajo, para ganar más". (FIN/IPS/mg/ff/pr/96)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe