El acuerdo marco firmado entre la Unión Europea (UE) y Chile se corresponde con el proyecto del gobierno alemán de crear una asociación política con América Latina, señaló Julia Gross, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.
El convenio fue suscrito el 21 de junio, durante la cumbre de la UE en Florencia, y el acto tuvo participación del presidente de Chile, Eduardo Frei.
"Fue una iniciativa de la presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea y representa un reconocimiento a la política chilena", comentó Gross. Alemania presidió el Consejo de la UE de julio a diciembre de 1994, cuando se gestó el acuerdo con Chile.
Gross explicó que tres factores llevaron a la firma del acuerdo: "La voluntad política de aumentar la cooperación económica y política entre la UE y Chile, la declaración conjunta de Madrid, y el deseo del gobierno federal (alemán) de fundar la asociación política con América Latina estipulada en sus lineamientos para esa región".
En la cumbre efectuada el 9 y 10 de diciembre de 1994 en la ciudad alemana de Essen, el Consejo Europeo instó a la Comisión Europea y al Consejo de ministros de Relaciones Exteriores a analizar las vías para fortalecer las relaciones con Chile.
esa instancia dio comienzo a las negociaciones entre Chile y la UE. El Consejo se comprometió a estudiar el caso de Chile durante el primer semestre de 1995.
Las relaciones entre ambas partes son antiguas. En 1962, la Comunidad Económica Europea, predecesora de la UE, instaló en Chile su primera oficina de relaciones en América Latina.
Chile firmó en mayo de 1991 con el bloque europeo un acuerdo marco de cooperación económica y técnico-científica para el desarrollo.
A mediados de junio, en reunión celebrada en Luxemburgo, el Consejo de ministros de Relaciones Exteriores de la UE propuso que las negociaciones con Chile se llevaran a cabo a través del Mercado Común del Sur (Mercosur) o por vía bilateral.
Para Chile fue una señal de que la UE seguía interesada en concretar una negociación, y que "aprecia la situación chilena, su desarrollo político y económico", comentó entonces el vicecanciller chileno Mariano Fernández.
Al asumir España la presidencia del Consejo Europeo, las negociaciones con Chile tomaron nuevo vuelo. Se decidió que debían realizarse por la vía bilateral, independientemente del Mercosur.
El 26 de abril de este año, en Bruselas, altos funcionarios de ambas partes firmaron un acuerdo marco de cooperación. Ese convenio debía ser ratificado por el gobierno chileno y el Consejo Europeo, hecho que aconteció finalmente en Florencia.
El objetivo del tratado es "el fortalecimiento de las relaciones existentes entre las partes", según se estipuló.
A la liberalización progresiva y recíproca del comercio bilateral seguirá "en el futuro" una "asociación de carácter político y económico", según el documento firmado.
Cuatro elementos forman la base del acuerdo: el diálogo político, un mecanismo de preparación de liberalización comercial, el fortalecimiento de los vínculos económicos, especialmente de las inversiones y servicios, y la cooperación ampliada en nuevos sectores.
Se espera un prolongado debate en materia agrícola y, que se concentrará especialmente en el tratamiento a darse al vino y las manzanas.
Un consejo conjunto supervisará la aplicación del acuerdo, con la colaboración de una comisión mixta que se reunirá una vez al año y alternadamente en Bruselas y en Santiago.
El nuevo convenio entrará en vigor tras la preceptiva ratificación parlamentaria en Chile y en los 15 estados miembros de la UE, y reemplazará entonces al acuerdo marco de cooperación firmado en 1990.
Mientras, Chile aguarda que su flamante asociación con el Mercosur otorgue nuevo impulso a su relación con la UE. El Mercosur presenta "la dinámica de crecimiento más alta después del bloque del sudeste asiático" y "Europa nos ve ahora con mayor interés", dijo Hugo Calderón, agregado de economía y comercio de la embajada chilena en Alemania.
Según el vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, el acuerdo de la UE con Chile puede avanzar más rápidamente que el suscrito por el bloque europeo con el Mercosur.
Marín fundamentó su declaración en que "la economía chilena tiene un nivel de apertura superior" a la dispuesta por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los cuatro miembros del Mercosur.
La UE es el socio comercial más importante de Chile. Las exportaciones de Chile a la UE sumaron 2.905 millones de dólares en 1994 y las importaciones, 1.037 millones. (FIN/IPS/mr/ff/if/96
