Políticos y empresarios demandaron al gobierno de Chile que dé a conocer las razones de la imprevista renuncia del presidente del Banco Central, Roberto Zahler, atribuida extraoficialmente a desacuerdos sobre la banca privada.
Zahler, quien encabezaba el instituto emisor desde diciembre de 1991, difundió un escueto comunicado en la tarde del viernes, anunciando su dimisión, que estaba en conocimiento del presidente Eduardo Frei desde el jueves.
La casi unanimidad del espectro político y empresarial consideró que la imprevista renuncia no es un preámbulo de posibles cambios en la política macroeconómica, que ha tenido en Zahler y el Banco Central uno de sus principales pilares.
Pero los mercados bursátiles y cambiarios tradujeron al cierre de sus operaciones del viernes la inquietud con que se recibió la noticia, mediante caídas en los índices de cotización de acciones y un ligero repunte en el precio del dólar.
Operadores de los mercados cambiarios y bursátiles dijeron que es imprescindible una aclaración de las razones de la renuncia de Zahler para evitar el impacto de las especulaciones sobre su dimisión en las actividades comerciales y financieras.
El renunciado presidente adujo en su breve comunicado "la convicción de que un conjunto de situaciones acaecidas en los últimos meses hacen imposible seguir conduciendo al Banco Central, de acuerdo a lo que considero principios básicos".
En medios políticos y financieros se dijo que Zahler mantuvo una actitud "dura" frente a los últimos acuerdos con bancos privados para el pago de deudas pendientes con el Banco Central, discrepando con los otros cuatro miembros del Consejo del instituto emisor.
La llamada deuda subordinada se generó en enero de 1983, bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, cuando el Banco Central prestó a 22 bancos privados 5.700 millones de dólares a un plazo de 15 años, para salvarlos de la quiebra a raíz de la crisis de la deuda externa.
En 1989, en las postrimerías de la dictadura, Pinochet expidió una ley que transformó el plazo en indefinido, lo cual obligó a los gobiernos de Patricio Aylwin (1990-94) y de Frei a negociar una nueva ley, promulgada en julio de 1995.
La cifra inicial de 22 bancos se redujo considerablemente a raíz de fusiones y liquidaciones y la nueva ley dio plazo hasta el 28 de julio próximo a las instituciones deudoras para acogerse a las modalidades de pago, que brindan plazos hasta 40 años, y tener así derecho a participar en nuevos negocios bancarios.
Al parecer, los desacuerdos entre Zahler y los otros cuatro consejeros se debieron al acuerdo anunciado esta semana con el Banco de Chile, la más tradicional de las casas bancarias privadas del país, que se acogió al plazo de 40 años.
El renunciado presidente del Banco Central, de 48 años, es coideario de Frei, como militante "pasivo" del Partido Demócrata Cristiano, y se le cataloga como un profesional altamente calificado y firme en sus decisiones.
Zahler hizo estudios de posgrado en Economía en la conocida Universidad de Chicago, y en 1989 fue nombrado consejero del Banco Central por Pinochet, en una negociación política con el futuro gobierno de Aylwin.
Su designación coincidió con la ley que consagró la autonomía del Banco Central, como entidad encargada de resguardar las variables financieras en la política macroeconómica, sobre todo a través de las normas crediticias y cambiarias.
Se considera que la firmeza con que Zahler resistió en todos estos años diversas presiones empresariales para bajar tasas o aumentar el precio del dólar, ha sido determinante en los equilibrios fiscales y el éxito de la política antinflacionaria.
El ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, y los dirigentes de los principales gremios de empresarios, así como líderes políticos, coincidieron en que el Banco Central, dirigido ahora interinamente por el socialista Jorge Marshall, no alterará en nada su política de los últimos años.
Andrés Zaldívar, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado y también militante democristiano, insistió, sin embargo, en que deben aclararse las razones de la renuncia de Zahler para impedir remezones en las esferas bursátil y cambiaria. (FIN/IPS/ggr/dg/if/96
