BRASIL: Campesinos sin tierra marchan sobre Sao Paulo

Cerca de mil campesinos iniciaron hoy en Brasil, desde Campinas y Sorocaba, la Marcha Nacional por la Reforma Agraria y contra el desempleo, que recorrerá poco más de cien kilómetros para culminar el miércoles en la ciudad de Sao Paulo con varios actos de protesta.

La medida pretende "llamar la atención de las autoridades y lograr una audiencia con el presidente Fernando Henrique Cardoso", explicó Jose Rainha Junior, uno de los líderes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que promueve la manifestación.

El gobierno no está logrando cumplir la meta de asentar 280.000 familias en cuatro años, ante los obstáculos políticos que enfrenta incluso dentro de la coalición gubernamental, señaló Rainha.

"Ningún país del mundo logró desarrollarse sin hacer una reforma agraria eficaz", argumentó el dirigente campesino, que desde el año pasado escapó a dos órdenes de prisión, por promover ocupaciones de predios que el MST considera pasibles de expropiación para distribuir a los trabajadores sin tierra.

Su mujer, Diolinda Alves de Souza, que estuvo dos veces en prisión, la última 48 días entre enero y marzo, también participa en la marcha, reclamando mejores condiciones de vida para todos los trabajadores rurales.

Los campesinos de la marcha provienen de varios municipios del interior del estado de Sao Paulo, de campamentos organizados por el MST o de asentamientos ya ejecutados por el gobierno.

El MST estima que 6.000 familias viven en campamentos dispersos por el estado de Sao Paulo, en las orillas de carreteras o predios ocupados. Otras 5.000 recibieron tierras en los últimos años y se mantienen vinculados al movimiento.

En todo el país, el movimiento calcula que hay 4,8 millones de familias sin tierra y 370 millones de hectáreas improductivas que podrían servir para proyectos de reforma agraria.

Manifestaciones similares se están realizando en otras partes del país. En Sao Paulo, los campesinos protestan contra el incumplimiento de promesas del gobierno del estado, que asumió el compromiso de asentar 525 familias en el primer trimestre y no lo hizo.

Un acuerdo entre el MST y el gobierno estadual, a mediados del 1995, preveía el asentamiento de 1.100 familias acampadas en la región de Pontal de Paranapanema, a 600 kilometros de Sao Paulo, la mitad ese año y los demás en el primer semestre del actual.

Paranapanema se convirtió en un área de mayores conflictos por la tierra en Brasil, con frecuentes ocupaciones de predios y el surgimiento de líderes como Rainha Junior y Diolinda Alves, que atribuyen la represión que sufren a la complicidad de la justicia local con los hacendados.

La reciente prisión de Diolinda Alves fue criticada incluso por Cardoso y pasó a responder al proceso en libertad por decisión de la suprema corte. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)

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