COLOMBIA-VENEZUELA: Persisten problemas en comercio y diplomacia

Autoridades economicas de Colombia y Venezuela intentaron, en los tres ultimos dias y sin resultados visibles, superar dificultades del comercio bilateral, mientras las cancillerias volvian a chocar por incidentes de frontera.

El ministro colombiano de Desarrollo, Rodrigo Marin, solicito en Caracas al Banco Central y a las autoridades cambiarias locales la derogacion de normas recientes que hacen bajar las exportaciones de su pais a Venezuela en 30 millones de dolares mensuales.

Venezuela, donde rige un control de cambio, ordeno en diciembre que sus importadores avalasen con cartas de credito bancarias las solicitudes de divisas ante la autoridad cambiaria, sin que baste la simple orden de pago en favor del vendedor.

La medida implica erogaciones previas de dinero y pequenos y medianos comerciantes se ven en apuros para sustentar sus solicitudes de pagos al exterior, lo que hizo caer los pedidos a Colombia, en el primer mes de aplicacion, de 109 millones de dolares a 61 millones, recordo Marin.

El ministro colombiano propuso a sus interlocutores en Venezuela que se exija a los importadores solo la orden de pago y los papeles de aduana que certifiquen la exportacion, pero no consiguio una respuesta inmediata.

El gobierno venezolano implanto la medida de la carta de credito para evitar el comercio ficticio, con el que algunos importadores se habrian hecho de sumas millonarias de divisas, quiza el bien mas preciado y escaso en Venezuela.

Colombia y Venezuela hasta 1990 comerciaron por menos de 300 millones de dolares anuales, pero aceleraron su intercambio en el marco del Grupo Andino y en 1995 su comercio alcanzo 2.040 millones de dolares, con balanza a favor de Caracas.

Marin dijo al diario caraqueno El Universal que "los desequilibrios comerciales no preocupan a Colombia, porque forman parte de la misma naturaleza de las relaciones, pero si preocupan las restricciones de orden administrativo o financiero".

En otro flanco dificil, las exportaciones de acero venezolano a Colombia, Marin constato mayores progresos en su reunion con empresarios de los sectores publico y privado, nucleados en el Instituto Venezolano de Siderurgia.

El ministro colombiano y sus interlocutores cotejaron planes de complementacion siderurgica, y dijo que hay "buenas perspectivas" para un acuerdo que ponga fin al alegato de su pais de que Venezuela hace competencia desleal a sus acerias.

El acuerdo buscaria en primer lugar compensar a la aceria estatal colombiana Paz del Rio con un programa de inversiones conjuntas, complemento comercial y apoyo tecnico, en tanto avanzan las ventas de barras de acero y otros productos siderurgicos venezolanos.

Entre tanto, un choque de declaraciones entre los cancilleres Rodrigo Pardo, de Colombia, y Miguel Angel Burelli, de Venezuela, amenazaba la realizacion de una reunion binacional sobre temas de fronteras, prevista para la tercera semana de febrero.

Pardo primero mostro insatisfaccion por la explicacion venezolana acerca de una incursion en Colombia de militares de Venezuela que perseguian a presuntos contrabandistas en Tibu, en el noreste colombiano, el 28 de diciembre.

Burelli, molesto, comparo la actitud de Pardo con "la acechanza de la narcoguerrilla en la frontera", y dijo que se abstendria de ir a la cita de febrero, a menos que su colega se retractase.

El canciller colombiano envio una nueva nota a Burelli el viernes, reiterando la tesis de su pais de que es inadmisible la incursion de tropas extranjeras, pero tendiendo una rama de olivo a proposito de la necesidad de combatir juntos a los enemigos comunes en la frontera.

La cancilleria venezolana estudiaba esa nueva nota "que contiene un principio de rectificacion", segun Burelli, y en tanto otros ministro convocados a la reunion de febrero, entre ellos el de Defensa, descartaban su participacion.

El presidente de Colombia, Ernesto Samper, advirtio por su parte que su pais no permitira que "tropas extranjeras pisen un solo centimetro de territorio colombiano", para dar mas peso al rechazo de Bogota a la "persecucion en caliente", que en 1995 propuso Caracas.

Segun esa propuesta, tropas venezolanas podrian perseguir dentro de territorio colombiano a irregulares que hubiesen cruzado la frontera luego de atacar objetivos en Venezuela. (FIN/IPS/hm/ag/ip-if/96) ITEM CLOSED

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