LA HABANA – Cuba cierra otro año de recesión en su producto interno bruto (PIB) y proyecta un modesto crecimiento para 2025, en parte debido a nuevas medidas de captación de divisas que asientan lo que el gobierno llama “dolarización parcial de la economía”.
Si bien las autoridades no han anunciado un número preliminar de la tasa de crecimiento del PIB en 2024, confirman otro año de recesión (la contracción en 2023 fue de 1, 9 %), a pesar de que 12 meses atrás habían pronosticado un 2 % de incremento, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un aumento de 1, 7 %.
Varios economistas cubanos coinciden en que el país cerrará en 2024 con un retroceso de entre 1 y 2 % del PIB, mientras que un estudio anual de la Cepal, publicado en este diciembre, calcula 1,0 %.
En ese mismo documento, la región latinoamericana y caribeña promediaría un crecimiento del PIB de 2, 2 % para 2024, con Venezuela (6,2 %), Belice ( 7 %) y Guayana (41, 5 %) a la cabeza.
“Ha sido un año complicado. En los últimos meses, los precios de varios productos esenciales se han mantenido estables, pero aun inalcanzables para la mayoría de la población”, dijo a IPS Tania Herrera, de 43 años, una responsable de su hogar y residente en La Habana.
“Me preocupa que la solución a los problemas de Cuba sea dolarizar cada vez más; al fin y al cabo, mi salario es en pesos cubanos y no recibo remesas (desde el extranjero). No sé cómo eso va a mejorar la calidad de vida de mi familia”: Leonardo Álvarez.
En el último periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) –el unicameral parlamento de la isla–, ocurrido entre el 16 y 20 de diciembre, se aprobaron las leyes del Notariado, la del Ejercicio de la Abogacía y la Organización Nacional de Bufetes Colectivos, y la del Presupuesto del Estado para 2025.
En ese espacio, donde los parlamentarios también debaten el comportamiento del año transcurrido y se actualizan las proyecciones y estrategias para el siguiente, el ministro de Economía y Planificación Joaquín Alonso explicó que entre las causas de la recesión están las insuficientes exportaciones de bienes y servicios.
Rubros exportables como el azúcar, el níquel y el carbón vegetal sufrieron graves caídas, y del turismo se espera que alcance los 2, 2 millones de visitantes en 2024, 62 % de lo esperado y menor a los 2, 4 millones de 2023; por primera vez desde la pandemia en 2020, Cuba decrece en este índice.
En general, los índices productivos fueron deprimentes; por ejemplo, la producción de acero fue nula, la de cemento llegó a 43, 2 % del plan y la de madera, a 16, 6 %. Las metas en el sector agropecuario y en la zafra azucarera tampoco se cumplieron, y el déficit en la generación eléctrica afectó transversalmente todo desempeño productivo.
Otras cuentas de 2024
Entre tantos números negativos en el resumen económico del año, las autoridades de esta nación insular caribeña de unos 10 millones de habitantes destacan como positivo una ligera desaceleración en la inflación que, al cierre de octubre, registraba un 28 %, aún alta.
Asimismo, se espera una reducción de 39 % del déficit fiscal proyectado hace un año, lo cual trae mayor solvencia al presupuesto estatal y a la capacidad de invertir en infraestructura u otros gastos.
De hecho, el primer ministro, Manuel Marrero, informó que en 2024 se ha trabajado en la transformación social de 1255 comunidades vulnerables, de las 1759 identificadas en la isla. A través de la asistencia social se atienden más de 185 000 familias (unas 320 000 personas) que se encuentran en situación de vulnerabilidad económica.
En general, ha sido un año de alto endeudamiento, desequilibrios macroeconómicos y con una pobre captación de divisas, además de que la crisis energética, los desastres naturales y las sanciones económicas de Estados Unidos a Cuba han agudizado los problemas sociales.
Más de medio millón de cubanos marcharon durante casi dos horas el viernes 20 por el malecón habanero, en protesta a la política hostil de Estados Unidos y la permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
En el discurso de clausura de la sesión parlamentaria, el presidente Miguel Díaz-Canel aseveró que el “bloqueo económico de Estados Unidos” es un “obstáculo fundamental para el desarrollo, con independencia del esfuerzo que se haga y de las características del modelo económico”.
Modesto 2025
La modelación presupuestaria prevé un mejor resultado financiero para 2025, con ingresos brutos de 433 136 millones de pesos (3609 millones de dólares, según la tasa de cambio oficial de 120 pesos por un dólar), superior en 11 % a 2024. También se estima que el déficit presupuestario sea un poco más bajo.
De presupuesto, 71% se destinará a financiar los sectores de educación, salud pública, la asistencia y seguridad social, la cultura y el deporte. La inflación, por su parte, se mantendrá tendencia similar, entre 25 y 30 %.
El gobierno proyecta un crecimiento en el PIB de 1 %, una cifra que denota estancamiento pero que, de cumplirse, estaría revirtiendo la tendencia negativa que ocurre desde 2023, y que en 2020 sufrió su mayor caída.
Según el titular de Economía y Planificación, ese incremento estaría sustentado por una recuperación del turismo y de los principales rubros exportables, y por una supuesta estabilización del sistema electroenergético nacional.
Además, se aplicarían transformaciones en el sistema tributario que garantizarían una mejora en la carga fiscal.
A pesar de tales pronósticos, el estudio de la Cepal proyecta para Cuba un decrecimiento de 0, 1 % en 2025, convirtiéndolo en uno de los dos únicos países de América Latina y el Caribe con índices negativos en el PIB, junto a Haití (con 0, 5 %). La tasa de crecimiento promedio en la región promediaría un 2, 4 %, según la Cepal.
Dolarización en aumento
“Me preocupa que la solución a los problemas de Cuba sea dolarizar cada vez más; al fin y al cabo, mi salario es en pesos cubanos y no recibo remesas (desde el extranjero). No sé cómo eso va a mejorar la calidad de vida de mi familia”, dijo a IPS, por vía telefónica, Leonardo Álvarez, un albañil de 36 años residente en la ciudad de Matanzas, ubicada a unos 100 kilómetros de la capital.
Marrero, el primer ministro, insistió en el aumento de la dolarización como estrategia para recaudar las divisas que escasean en las arcas del Estado, necesarias para desarrollar los polos productivos.
Cuba lleva un lustro usando divisas en transacciones internas de la isla, desde que en octubre de 2019 se anunciaron los mercados con precios en MLC (moneda libremente convertible, un rubro virtual con equivalencia a un dólar).
Con los años, el Estado fue expandiendo el pago en divisas a distintas áreas, como el turismo, los aeropuertos, gasolineras o el cobro de aranceles al sector privado, entre otras.
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En la reciente sesión parlamentaria, Marrero anunció nuevas medidas en esa dirección: el establecimiento de una tasa de cambio “variable” en el mercado de divisas oficial, hasta ahora solapado por el informal, en el que el dólar ronda el valor de unos 320 pesos.
También se permitirá el pago en divisas a productores agropecuarios que exporten o sustituyan importaciones, una demanda requerida por aquel gremio.
En teoría, estas decisiones no se mantendrían a largo plazo, y solo se mantendrían hasta que la política de estabilización macroeconómica empiece a rendir frutos.
“Se ratifica la política del gobierno de avanzar en la desdolarización de la economía”, subrayó el primer ministro en la ANPP.
ED: EG