NACIONES UNIDAS – La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha) de las Naciones Unidas resumió el dolor que asola el Medio Oriente desde el 7 de octubre de 2023, afirmando que “ha sido un año de sufrimiento inimaginable”.
En esa fecha milicianos del movimiento islamista Hamás atacaron el sur israelí, con saldo de 1200 muertos, 5500 heridos y 250 personas secuestradas, por lo que Israel respondió con una ofensiva militar a gran escala sobre la palestina Franja de Gaza.
“En Gaza, donde los palestinos ya sufrían las consecuencias de un bloqueo aéreo, marítimo y terrestre de 17 años, y de repetidos ciclos de hostilidades, las operaciones militares israelíes han provocado una catástrofe”, dijo la Ocha en una declaración.
Indicó que “han muerto más de 41 600 palestinos y más de 96 600 han resultado heridos. Unos 10 000 más están desaparecidos y se cree que están atrapados bajo los escombros” en ese territorio de 365 kilómetros cuadrados, a orillas del Mediterráneo oriental, densamente poblado con 2,3 millones de habitantes.
La confrontación se desbordó el pasado septiembre sobre Líbano, desde donde el movimiento chií Hezbolá hostigó durante meses el norte israelí, y en respuesta Israel ha bombardeado en el sur libanés y su capital, Beirut.
En Líbano, los bombardeos israelíes causaron la muerte de 22 personas y heridas a otras 111 este lunes, según informó el ministerio libanés de Salud Pública, y así se elevan a 2083 los fallecidos y a 9869 los heridos en las últimas tres semanas.
En Gaza, la víspera, al menos 45 palestinos fueron asesinados y otros 256 resultaron heridos, tras un bombardeo israelí contra una escuela y una mezquita, ambos en Deir al Balah, centro de la Franja, lo que elevó a 41 870 el número de fallecidos y a 97 300 los heridos en un año de hostilidades.
Se estima que más de 16 000 de las víctimas mortales son niños y adolescentes, más de 10 000 mujeres, centenares eran de trabajadores humanitarios y de la salud, y más de 100 del periodismo.
Los bombardeos, combates, destrucción de viviendas y de la infraestructura, y las órdenes de evacuación, han forzado a 1,9 millones de gazatíes a huir de sus hogares.
También el Cisjordania, el otro territorio palestino ocupado, al este de Israel, han muerto más de 630 palestinos y centenares han resultado heridos por disparos de militares, policías y colonos israelíes.
Israel ha perdido a cerca de 700 soldados en el actual curso del conflicto, que también se ha extendido a Siria –con bombardeos sobre la retaguardia de Hezbolá-, a Yemen –cuya facción hutí lanza cohetes en dirección a Tel Aviv y ataca busques petroleros en el mar Rojo- y ya ha involucrado a Irán.
Los llamados del Consejo de Seguridad y de otras instancias de la ONU, así como de numerosos gobiernos, para un cese del fuego han resultado infructuosos y la confrontación Israel-Gaza ha escalado como un conflicto bélico regional.
El secretario general de la ONU, António Guterres, en un mensaje con motivo del doloroso aniversario del actual conflicto, destacó que el 7 de octubre “desencadenó una oleada de violencia y derramamiento de sangre de proporciones aterradoras”.
“La guerra que siguió a los terribles atentados de hace un año continúa destrozando vidas e infligiendo un profundo sufrimiento a la población palestina de Gaza, y ahora también al pueblo del Líbano”, enfatizó.
Para Guterres “es hora de liberar a los rehenes (israelíes aún en poder de Hamás). Es hora de silenciar las armas; es hora de poner fin al sufrimiento que devora la región”.
En la jornada del aniversario, Israel lanzó 120 ataques aéreos sobre Líbano, mientras miles de sus ciudadanos participaban en actos conmemorativos de la matanza de octubre de 2023, y se divulgaba una encuesta según la cual 52 % de los israelíes considera que ya es hora de parar la guerra.
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