GINEBRA – Los flujos de inversión extranjera directa hacia los países en desarrollo cayeron nueve por ciento en 2023, a 841 000 millones de dólares, indicó un reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
En todo el mundo, en cambio, esos flujos de inversión crecieron tres por ciento, hasta 1,37 billones (millones de millones) de dólares, pero el aumento global se debió a cifras más altas en algunas “economías conductoras” europeas, indicó el Monitor de Tendencias de Inversión Global de la entidad.
En América Latina y el Caribe se registró una IED de 209 000 millones de dólares, un valor estable en relación años precedentes (208 000 millones de dólares en 2022), y mostró tendencias contrastantes entre las subregiones.
América del Sur recibió 150 000 millones de dólares en IED, 7000 millones menos que en 2022; América Central y México captaron 56 000 millones, 22 000 millones más que el año precedente, y el Caribe consiguió 3000 millones de dólares, la mitad de lo percibido un año atrás.
Su mayor economía, Brasil, registró una disminución de 22 % en las entradas de IED. Si bien el número de proyectos nuevos del país se mantuvo estable, los acuerdos de financiación de proyectos internacionales se desplomaron 40 % en comparación con 2022.
Mientras tanto, México, la segunda economía más grande de la región, experimentó un aumento de 21 % tanto en la IED como en los anuncios de proyectos nuevos, lo que reforzó su posición como receptor.
La disminución de la IED en las regiones en desarrollo el año pasado se produjo en un contexto global de inversión débil e incertidumbre económica.
Los países en desarrollo de Asia fueron los más afectados por la caída, de 12 %, aunque algunas de esas economías se mantuvieron como destinos atractivos para proyectos totalmente nuevos, cuando una empresa matriz inicia operaciones en un país extranjero mediante la construcción de nuevas instalaciones desde cero.
China informó una inusual disminución de seis por ciento en las entradas de IED, pero experimentó un crecimiento de ocho por ciento en los anuncios de proyectos nuevos.
De manera similar, India experimentó una caída de 47 % en las entradas de IED, pero permaneció entre los cinco principales destinos mundiales para proyectos totalmente nuevos.
Los flujos de IED hacia los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, normalmente un motor del crecimiento de la IED, disminuyeron 16 %.
Sin embargo, el grupo siguió siendo atractivo para las inversiones manufactureras, con un notable aumento de 37 % en los anuncios de proyectos totalmente nuevos en países como Vietnam, Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas y Camboya.
En Asia occidental, la IED se mantuvo estable en dos por ciento, impulsada por inversiones sostenidas en los Emiratos Árabes Unidos, donde los anuncios de nuevas inversiones aumentaron 28 %, solo por detrás de Estados Unidos, el mayor receptor de IED del mundo.
Las cifras de proyectos nuevos también aumentaron 63% en Arabia Saudita.
Los flujos de IED de África se mantuvieron casi sin cambios en 2023, en un estimado de 48 000 millones de dólares, una merma de apenas uno por ciento.
La región experimentó un aumento en los anuncios de proyectos totalmente nuevos, particularmente en Marruecos, Kenia y Nigeria.
Sin embargo, una reducción significativa de un tercio en los acuerdos de financiación de proyectos (superior al promedio mundial) genera preocupación por el futuro de la financiación de infraestructura en el continente.
En los países desarrollados, la IED en la Unión Europea saltó de 150 000 millones de dólares negativos en 2022 a 141 000 millones de dólares positivos en 2023, debido a las grandes oscilaciones en Luxemburgo y Países Bajos.
Excluyendo esos dos países, las entradas al resto de la Unión Europea disminuyeron 23 %, con descensos en varios grandes receptores. Las entradas en otros países desarrollados también se estancaron, con un crecimiento nulo en América del Norte (fueron de 377 000 millones de dólares) y descensos en otros lugares.
De cara al futuro, el informe de la Unctad dice que en 2024 se podría registrar un modesto aumento de los flujos de IED.
“Las proyecciones de inflación y costos de endeudamiento en los principales mercados indican una estabilización de las condiciones de financiamiento para los acuerdos de inversión internacionales”, señala su reporte.
El informe advierte sobre riesgos importantes, incluidas tensiones geopolíticas, altos niveles de deuda en numerosos países y la amenaza de una mayor segmentación económica global, todo lo cual ensombrece el panorama de inversión global.
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