GINEBRA – Códigos que garanticen tolerancia cero ante la violencia de género, y más políticas y medidas para promover los derechos fundamentales de la mujer, reclamó nuevamente este viernes 30 el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Los Estados del mundo “deben comprometerse a tomar medidas concretas y transformadoras para abordar la violencia de género contra las mujeres y las niñas en la vida pública y política, y promover su participación y liderazgo”, dijo Türk en una exposición ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El Consejo, integrado por 47 Estados miembros de la ONU y con sede en esta ciudad suiza, abordó durante la jornada un diálogo y debate sobre los derechos fundamentales de la mujer, en el marco de su 53 período de sesiones.
Aquí Türk pidió tomar medidas para garantizar la participación segura de las mujeres y las niñas en la esfera pública y en la toma de decisiones.
Entre ellas, reforzar los marcos jurídicos, establecer cuotas parlamentarias, reformar el sistema educativo, reducir la brecha digital y brindar protección social para un reparto equitativo de los cuidados y el trabajo doméstico.
Destacó el papel transformador de las mujeres y las niñas que han estado al frente de las instituciones públicas, “desde la reivindicación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos hasta el fin de la violencia, la lucha contra el cambio climático, el acceso a la educación y la igualdad salarial”.
Recordó que, a pesar de que se han logrado inmensos avances en la participación pública y política de las mujeres, persisten barreras importantes. “Si queremos desmantelar el patriarcado, tenemos que desmantelar estas barreras”, señaló.
“El objetivo debe ser un mundo en el que todas las niñas y todas las mujeres sean libres de crecer, prosperar y dar forma al curso de la historia”: Volker Türk.
El alto comisionado consideró la violencia de género como la principal amenaza al trabajo de las mujeres y niñas defensoras de los derechos humanos, periodistas, y las que ocupan cargos públicos.
Explicó que aquellas que participan en la toma de decisiones son agredidas por quienes consideran que su trabajo desafía las nociones tradicionales de familia y género o las normas sociales tradicionales.
Se trata a menudo de “ataques sexistas, sexualizados y misóginos que intentan silenciar sus voces y producir daños físicos y psicológicos. Su propósito es claro: ejercer el control, perpetuar la subordinación y aplastar el activismo político y sus aspiraciones”, aseveró.
Türk dijo que esas normas y estereotipos generan tales desequilibrios, que mujeres y niñas aún constituyen más de dos tercios de la población analfabeta mundial, y soportan tres cuartas partes de la carga de trabajo doméstico y de cuidados.
Un estudio de la agencia de las Naciones Unidades dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, ONU Mujeres, en 39 países, reveló que 81,8 % de las encuestadas en los parlamentos han sufrido violencia psicológica; 44,4 % amenazas de muerte, violaciones, palizas y secuestros, y 25,5 % violencia física.
Otra investigación, también reciente, de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), estimó que 73 % de las mujeres periodistas han sufrido violencia en línea, incluso a través de noticias falsas o imágenes trucadas, y amenazas y ataques verbales directos.
Por ello, el alto comisionado abogó por “un profundo cambio sistémico”, en el que se refuercen los marcos jurídicos nacionales para proteger a las mujeres de la violencia, tanto en línea como fuera de ella.
“Es fundamental centrarse en la prevención. Debemos adoptar códigos de conducta con tolerancia cero frente a la violencia de género y establecer mecanismos eficaces de denuncia para quienes la sufren”, declaró Türk.
Otras medidas que consideró necesarias son el establecimiento de cuotas en la esfera política, la creación de campañas de sensibilización para promover la participación de la mujer, y el desarrollo de capacidades para aumentar su capacidad electoral.
Además, incentivos económicos, medidas de protección social y campañas para promover un reparto más equitativo del trabajo doméstico y de cuidados.
Los sistemas educativos requieren también cambios sistémicos, dijo Türk. Mujeres y niñas no solo deben tener un acceso igualitario a la educación secundaria y terciaria, sino que deben ganar espacio en los sectores tradicionalmente dominados por los hombres, como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Y otro objetivo es reducir la brecha digital, ya que la disparidad de género en el acceso aumenta según Türk: “A nivel mundial, las mujeres superan ahora a los hombres no usuarios de internet en 18%, frente a 11% en 2019”.
“El objetivo debe ser un mundo en el que todas las niñas y todas las mujeres sean libres de crecer, prosperar y dar forma al curso de la historia”, postuló.
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