¿Qué sigue en Pakistán tras detención de Imran Khan y protestas posteriores?

Manifestantes durante una multitudinaria protesta en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, contra el arresto del ex primer ministro Imran Khan por fuerzas paramilitares. Imagen: Ashfaq Yusufzai / IPS

PESHAWAR, Pakistán –  El arresto del ex primer ministro Imran Khan por supuestos cargos de corrupción ha provocado el deterioro de la ley y el orden con ataques a oficinas del ejército por primera vez desde la creación del país en 1947.

El exastro del críquet, de 70 años, fue detenido por fuerzas paramilitares dentro del  Tribunal Superior de Islamabad, a donde había concurrido para obtener la libertad bajo fianza por los  cargos de corrupción en su contra, el 9 de mayo.

Su detención desencadenó una respuesta espontánea de los activistas del partido de Imran Khan, Pakistan Tehreek Insaf (PTI, Movimiento por la Justicia), que salieron a la calle a protestar.

El Tribunal Supremo de Pakistán ordenó la liberación de Khan dos días después, el 12 de mayo, Peo para entonces ya habían muerto al menos 40 militantes del PTI  y habían quedado reducidas a cenizas varias oficinas del gobierno e instalaciones militares.

Además de en Pakistán, también hubo manifestaciones a favor de Khan en ciudades de Alemania, Australia, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, para mostrar su indignación por su detención.

Los manifestantes incendiaron una emisora de radio en Peshawar, la capital de la noroccidental provincia de Jaiber Pastunjuá, y saquearon instalaciones del ejército en Lahore, capital del occidental estado de Punyab, así como otras ciudades del país.

Las protestas son “algo sin precedentes en los 75 años de historia de Pakistán”, dijo a IPS el analista político Abdul Jabbar Shah.

Shah, profesor de Ciencias Políticas en una universidad privada, calificó así las violentas protestas de activistas del PTI porque nadie se había atrevido hasta ahora a tocar las instalaciones del ejército o las réplicas de antiguos soldados expuestas en las ciudadelas militares.

Ayesha Jalal, catedrática de Historia de la Universidad de Tufts, afirmó en la plataforma de artículos de opinión The Conversation que Khan cuenta con una sólida base de apoyo, «pero el país está muy fragmentado políticamente. Es una situación peligrosa”.

“Mi temor es que la detención no haga sino echar más leña al fuego. Pakistán ha estado en ebullición desde la destitución de Khan en 2022, con la amenaza real de que las tensiones políticas den paso a una violencia generalizada”, afirmó.

 

A su juicio, con ese contexto lo que se necesitaba era que todos los implicados intentaran rebajar las tensiones, pero la detención de Khan solo han servido para aumentar aumentar la temperatura de la crisis.

Imran Khan gobernó el país entre 2018 y abril de 2022 al no superar la moción de censura en el parlamento, pero mantiene una alta popularidad en este país de 240 millones de habitantes del sudeste asiático.

El político acudió a las redes sociales para manifestar su posición, una vez liberado, porque los canales de televisión no emitieron su discurso tras su liberación, exigiendo una investigación independiente sobre el vandalismo y la violencia durante las protestas.

“Quiero una investigación independiente y completa sobre la quema de edificios estatales y los disparos contra jóvenes manifestantes desarmados», dijo. También demandó que “el presidente del Tribunal Supremo de Pakistán forme un grupo a sus órdenes para llevar a cabo esta investigación”.

Más de 1400 simpatizantes del PTI, incluidos dirigentes de ambos sexos, han sido detenidos.

Khan había alegado antes de su detención que el jefe del Ejército estaba detrás del fin de su gobierno, lo que indujo a sus partidarios a atacar las instalaciones militares en varias ciudades.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Los medios de comunicación informaron de que el Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Asim Munir, visitó el Cuartel General del Cuerpo en Peshawar e hizo hincapié en las amenazas a la seguridad nacional que implicaban las agresiones a las instalaciones militares.

Además condenó directamente a los líderes del PTI, acusándoles de incitar a sus seguidores contra las Fuerzas Armadas.

Los partidarios de Khan consideran una victoria haber logrado su rápida liberación, pero para los opositores al PTI la violencia e intentar tomarse la justicia por su mano ha sentado un mal precedente en el país.

El analista Muhammad Javid afirma que atacar las oficinas del gobierno y del ejército es antidemocrático, y que el PTI debería haber adoptado una vía pacífica para lograr la liberación de su líder.

“Ha enviado el mensaje de que el PTI cree en la violencia, lo que no es un buen augurio para su futuro político. Los opositores lo explotarán contra el PTI en las elecciones, que están a la vuelta de la esquina», afirmó Javid.

A su juicio, “prender fuego a las oficinas del ejército también sugiere que la gente está harta de su ejército, lo que no es correcto, ya que la mayoría de la gente considera al ejército como el defensor de las fronteras del país contra el enemigo, especialmente la vecina India”.

Los activistas del PTI afirman que Imran Khan es su «línea roja», y que quienes la crucen serán respondidos con protestas.

“Gracias a nuestras agresivas protestas, el gobierno liberó a Imran Khan; de lo contrario, podría haber muerto bajo custodia», afirma Naveed Shah, de 31 años, en Peshawar. “Imran Khan es un líder honesto, y su detención por corrupción es inaceptable”, insistió.

Para este partidario del PTI, tras la destitución de Khan por la moción de censura de la Asamblea Nacional en abril de 2022, lo que debió producirse fueron nuevas elecciones. “Desde entonces, hemos estado agitando a favor de unas elecciones generales», explicó.

Shah aseguró que los partidarios del PTI no están implicados en actos violentos porque llevan 27 años luchando por la democracia para establecer el Estado de derecho en el país. ¿Cómo puede recurrir a la violencia un partido que exige elecciones?, se preguntó.

El ministro del Interior, Rana Sanaullah, declaró a los medios en Islamabad que los implicados en actos terroristas disfrazados de democracia serían juzgados según la ley paquistaní.

También achacó a Khan ser el origen de las violentas protestas.

“Si el PTI no cambia de actitud, el gobierno se verá obligado a prohibirlo», dijo el 13 de mayo en rueda de prensa.

Pakistán suspendió los servicios de Internet para interrumpir la red de comunicación del PTI durante al menos 72 horas. El PTI tiene la mayor red de medios sociales del país.

El mismo Khan tiene el mayor número de seguidores en Twitter de Pakistán.

Cuando se desbloqueó Internet, partidarios del PTI publicaron cientos de vídeos e imágenes para corroborar su afirmación de no haber participado en los actos de quema de las instalaciones públicas, militares o civiles.

T: MF / ED: EG

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