La inflación mundial ya tocó techo, según el FMI

Contener el alza de los precios, que golpea a los hogares en todo el mundo, es la prioridad este año para la mayoría de las naciones. El FMI observa que la inflación ya toca techo y puede ceder en 2023, aunque en un contexto de crecimiento deslucido de la economía mundial. Foto: Karen Minasyan/FAO

WASHINGTON – La inflación mundial parece haber tocado techo y descenderá en 2023 y 2024 “en medio de un crecimiento económico deslucido”, expuso el Fondo Monetario Internacional (FMI) al actualizar al cierre de este enero su informe de perspectivas globales.

El director de estudios del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, dijo que “las perspectivas son menos sombrías que en nuestro pronóstico de octubre (de 2022), y podríamos estar ante un punto de inflexión, en el que el crecimiento toca mínimos y la inflación disminuye”.

Se prevé que la inflación mundial disminuya de 8,8 % en 2022 a 6,6 % en 2023 y a 4,3% en 2024, aunque pese a ese descenso mantendrá niveles superiores a los observados antes de la pandemia (2017–19), de alrededor de 3,5 %.

El FMI proyecta que el crecimiento mundial registre un descenso, de 3,4 % en 2022 a 2,9 % en 2023, para luego repuntar a 3,1 % en 2024.

Para este año, el crecimiento sube muy levemente (+0,2 %) con respecto al pronóstico de octubre, pero por debajo de la media de 3,8 % que mostró en lo que va de siglo hasta la aparición de la pandemia covid-19.

En el caso de América Latina y el Caribe el crecimiento sería de 1,8 % en 2023 y 2,1 % en 2024, con cifras aún más modestas en sus economías más grandes: 1,7 y 1,5 % en el bienio para Brasil, y 1,7 y 1,6 % para México.

En las economías avanzadas (Estados Unidos y la Zona del Euro, principalmente) el crecimiento será de 1,2 % en 2023 y 1,4 % en 2024; en China de 5,2 y 4,5 %; en India de 6,1 y 6,8 %, y en África al sur del Sahara de 3,8 y 4,1 %.

Gourinchas observó que “el crecimiento económico resultó ser sorprendentemente resiliente en el tercer trimestre del pasado año, con mercados laborales fuertes, solidez en el consumo de los hogares y la inversión de las empresas, y una adaptación a la crisis energética mejor de lo esperado en Europa”.

El reporte del Fondo señaló que “la subida de las tasas de interés de los bancos centrales para combatir la inflación, y la guerra de Rusia en Ucrania, continúan lastrando la actividad económica”.

Por otra parte, luego de la rápida propagación de la covid en China, que frenó el crecimiento en 2022, la reciente reapertura dispuesta por las autoridades de Beijing “ha desbrozado el camino para una recuperación más veloz de lo anticipado”. }

En cuanto a riesgos, la economía podría crecer algo más con un impulso más fuerte de la demanda reprimida en numerosas economías o una caída más veloz de la inflación, o bajar por “una evolución sanitaria severa en China” o si se intensifica la guerra de Rusia en Ucrania.

Un endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento podría “agudizar las tensiones por sobreendeudamiento”.

Pero, de momento, “el debilitamiento del dólar, desde su máximo en noviembre, proporciona algo de alivio a los países emergentes y en desarrollo”, apuntó Gourinchas.

La prioridad, “en la mayoría de las economías, ante la crisis del costo de vida, sigue siendo lograr una desinflación sostenida”, indicó el FMI.

Considera también que “la cooperación multilateral más estrecha es esencial para preservar las ventajas del sistema multilateral basado en reglas y para mitigar el cambio climático, limitando las emisiones y promoviendo la inversión ecológica”.

A-E/HM

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