PESHAWAR, Pakistán – Los habitantes de las zonas de Pakistán afectadas por las inundaciones de hace seis meses han acogido con satisfacción las promesas de ayuda realizadas en una conferencia de donantes auspiciada por la ONU y celebrada en Ginebra el 9 de enero, pero requieren el flujo inmediato del dinero en efectivo, para iniciar el camino hacia la normalidad.
“Necesitamos ayuda inmediata porque hemos perdido todas nuestras pertenencias en las inundaciones. Mi hijo de 14 años y mi hija de 12 murieron cuando nuestra casa de adobe se derrumbó. Durante los últimos seis meses, 12 miembros de nuestra familia han vivido en una tienda de campaña”, dijo a IPS el jornalero Altaf Shah, un damnificado del distrito de Sukkur, en la sureña provincia de Sind.
Shah, de 51 años, dijo que se enteró por la gente de la ayuda anunciada en la conferencia de Ginebra y esperaba que esos fondos sirvan para reconstruir su casa.
En junio de 2022, Pakistán sufrió enormes pérdidas debido a las lluvias torrenciales provocadas por un monzón, que causaron la muerte de 1200 personas, entre ellas 399 niños. Un tercio del país quedó sumergido bajo las aguas, en una catástrofe que llevó a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a promover un plan especial de asistencia.
El lunes 9 de enero, instituciones financieras internacionales, agencias donantes y socios para el desarrollo se comprometieron a aportar más de 10 000 millones de dólares para la rehabilitación, recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones en este país de Asia del Sur, con una población cercana a 245 millones de habitantes.
Entre los compromisos asumidos en la Conferencia Internacional para la Resiliencia Climática en Pakistán destacan 4200 millones de dólares del Banco Islámico de Desarrollo, 2000 millones del Banco Mundial, 1500 millones del Banco Asiático de Desarrollo, , 1000 millones del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras otros 1000 millones de Arabia Saudí.
Gohar Ahmed, analista político de la Universidad Quaid i Azam, con su sede en la capital paquistaní, Islamabad, considera que lo fundamental es que los fondos se distribuyan equitativamente entre la población afectada.
“Todavía hay miles de personas sin hogar, alimentos ni medicinas. Necesitan ayuda inmediata, dijo Ahmed a IPS. A su juicio, las inundaciones han sido una «catástrofe climática sin precedentes, han destrozado a la población».
Afirmó que a los pakistaníes no les preocupan los préstamos ni las subvenciones, sino el proceso de reconstrucción en todos los sectores.
Ahmed dijo que el gobierno debe idear un mecanismo transparente para distribuir los fondos entre la gente que aún está sumergida en las secuelas de las inundaciones.
Economistas especializados en salud dijeron a IPS que las agencias de la ONU y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ya han estado trabajando con el gobierno para restablecer los servicios sanitarios. Las agencias de la ONU y otras organizaciones internacionales han estado en el terreno desde las inundaciones.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, abundó en la Conferencia de Ginebra los detalles del nacional Marco de Recuperación, Rehabilitación y Reconstrucción Resilientes (4RF, en inglés), que establece una estrategia multisectorial para la rehabilitación y reconstrucción de una manera resiliente al clima e integradora.
Sharif declaró que la crisis climática había amenazado gravemente la capacidad del país para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por la comunidad internacional en el marco de la ONU.
No se puede volver a lo de siempre
“El mundo necesita emplear la visión y la solidaridad para hacer la transición hacia un futuro sostenible de esperanza” en Pakistán, afirmó.
El monzón y sus esteroides afectaron a 30 millones de personas, desplazaron a más de ocho millones y arrasaron más de 8000 kilómetros de carreteras, además de otras muchas infraestructuras.
Según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, 2000 instalaciones sanitarias, que representan 10 % de todas las del país, han resultado dañadas o destruidas. Como consecuencia, más de ocho millones de personas de los distritos afectados por las inundaciones necesitan urgentemente asistencia sanitaria.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) calcula que casi 650 000 mujeres embarazadas de las zonas afectadas por las inundaciones necesitan servicios de salud materna para garantizar un embarazo y un parto seguros. Hasta 73 000 mujeres que se espera den a luz el mes que viene necesitarán parteras cualificadas, atención al recién nacido y apoyo.
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El ministro de Finanzas, Ishaq Dar, declaró 90% de los fondos comprometidos en la Conferencia eran préstamos para proyectos.
Rozia Begum, residente en el distrito de Swat, en la noroccidental provincia de Jaiber Pastunjuá, de la que es capital Peshawar, contó a IPS que necesitó asistencia médica durante la inundación de su localidad. Como no se la proporcionaron, perdió al hijo que esperaba, que nació prematuramente.
“Ahora, mi cuñada está embarazada y necesita multivitaminas y chequeos regulares para poder tener un parto seguro”, dijo Begum, de 30 años y maestra de escuela. Detalló que conocía que varias mujeres en edad fértil de su localidad estaban desnutridas y no podían permitirse una dieta equilibrada.
“Los subsidios anunciados en la reunión (de Ginebra) podrían ayudar a las mujeres necesitadas si se pusieran a su disposición inmediatamente”, dijo.
Las personas afectadas también están agradecidas al secretario general de la ONU, António Guterres, que en el discurso inaugural de la Conferencia instó a la comunidad internacional a realizar inversiones masivas para ayudar a Pakistán a recuperarse de la catástrofe.
“Ningún país merece sufrir lo que le ha ocurrido a Pakistán”, afirmó Guterres.
Pero para los afectados, su ansiedad es que la ayuda prometida les alcance cuanto antes.
Mushtaq Ali, un vendedor de verduras, dijo a IPS que la ONU debería garantizarles ayuda financiera directa para gente como él, quien perdió su pequeña casa en Kalam, también en la provincia de Jaiber Pastunjuá, y que está refugiado con su familia en la casa de su suegro.
“El gobierno debería compensar a la gente siguiendo el modelo del mecanismo adoptado durante la pandemia de covid-19, cuando la población afectada recibió dinero según los datos de la Autoridad Nacional de Registro de Bases de Datos”, planteó Ali, de 42 años.
El representante de Unicef en Pakistán, Abdullah Fadil, dijo a los periodistas que las infecciones respiratorias agudas entre los niños, una de las principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo, se han disparado en las zonas afectadas por las inundaciones.
El número de casos de niños identificados con desnutrición aguda grave en las zonas afectadas por las inundaciones y supervisadas por Unicef casi se duplicó entre julio y diciembre en comparación con 2021, y se calcula que 1,5 millones de niños siguen necesitando asistencia nutricional vital, informó el periódico Dawn.
El llamamiento actual de Unicef es de 173,5 millones de dólares para proporcionar ayuda vital a las mujeres y niños afectados por las inundaciones, de las que solo ha recibido hasta ahora 37 %.
Los niños que viven en las zonas de Pakistán afectadas por las inundaciones se encuentran “al borde del abismo”, según las declaraciones de su representante.
“Puede que las lluvias hayan terminado, pero no la crisis infantil. Casi 10 millones de niños y niñas siguen necesitando ayuda inmediata para salvar sus vidas y se enfrentan a un crudo invierno sin un refugio adecuado», afirmó Fadil.
Añadió que la desnutrición aguda grave y las enfermedades respiratorias y transmitidas por el agua, unidas al frío, están poniendo en peligro la vida de millones de niños.
En respuesta al empeoramiento de la crisis de supervivencia infantil, más de 800 000 niños han sido examinados para detectar malnutrición.
De ellos, 60 000 han sido identificados como afectados por malnutrición aguda grave, una enfermedad potencialmente mortal en la que los niños están demasiado delgados para su estatura, y han sido remitidos para recibir tratamiento con alimentos terapéuticos listos para usar.
Abdul Ghafoor Shoro, secretario general de la Asociación Médica de Pakistán, dijo a IPS que la advertencia de Unicef debería servir como una llamada de atención para el gobierno.
“Exigimos medidas inmediatas para salvar la vida y la salud de nuestros niños”, dijo.
T: MF / ED: EG