Del cultivo de mandarinas al de hongos en Pakistán

Este artículo forma parte de la cobertura de IPS para el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre.

Despejando el terreno para cultivar hortalizas: el huerto de Kinnow de Sultán. Crédito: Alefia Hussain/IPS

LAHORE, Pakistán, El olor a cítricos de las hileras de árboles de kinnow (un hibrido de mandarina) sin madurar refresca el aire otoñal a fines de septiembre. Dos hombres muy bronceados limpian el suelo debajo y entre los árboles para plantar verduras en una finca de la provincia paquistaní de Punjab.

Frente al huerto, y divididos por un estrecho camino de tierra, hay hileras de pequeños invernaderos cubiertos de plástico blanco. En su interior, todas las plantas, de las más pequeñas a las más grandes, se muestran exuberantes. Posiblemente incluya toda la variedad de cítricos cultivados en Pakistán, incluso las ambiciosas variedades sin semillas y rojas. 

Se trata de un experimento para cultivar naranjas de forma respetuosa del ambiente, sin fertilizantes ni pesticidas, en la amplia finca de Shahid Sultan, uno de los mayores procesadores y exportadores de cítricos del país, en Bhalwal, distrito de Sargodha, en la oriental provincia de Punyab.

Shahid Sultan. Foto: Alefia Hussain / IPS

Sargodha es la tierra de los cítricos en Pakistán. La mayor parte de las naranjas de este país, cultivadas en miles de hectáreas y que se exportan a todo el mundo, proceden de este lugar. También es un distrito donde se cultiva y se procesa la mayor parte del kinnow, una fruta dulce y ácida que calma la sed y es buena fuente de vitamina C. Esta fruta es el resultado de experimentos de hibridación realizados en California, Estados Unidos, en la década de los 50.

El mercado del que fuera considerado el producto de exportación por excelencia de Pakistán, el kinnow está actualmente en declive. Este país exportó unas 177 000 toneladas de esa fruta en los ocho primeros meses del año, frente a las 455 000 toneladas de 2021, según datos facilitados por la Cámara de Comercio de Sargodha. Sultán también se amargó con el cítrico híbrido.

“No exportaré más kinnow

«Decidí no exportar más kinnow. Cultivaré y exportaré hongos, pero no kinnow”, sentenció Sultan, director de la Planta Zahid de Clasificación y Lustrado de Kinnow, durante una visita a su huerto. «Es imposible controlar su vida útil. Cuando llega a los mercados extranjeros, ya pereció», se lamentó.

El kinnow, es un híbrido de mandarina de alto rendimiento y que actualmente se cultiva mayormente en India y Pakistán. Es una mezcla de Citrus nobilis y Citrus deliciosa, que se desarrolló en los años 30 en la estadounidense Universidad de California, y se extendió rápidamente por la península indostana por su clima idóneo.

Sultan exporta naranjas desde 1996. «Entre 2004 y 2016, fui el primer exportador de naranjas del país. Fui el primero en entrar al mercado ruso», subrayó. Exportaba a los estados del Golfo, Asia Central y Extremo Oriente entre 1000 y 1200 contenedores refrigerados y llenos de fruta en cada temporada.

Los especialistas en agricultura mencionan el cambio climático, el aumento de los precios de la energía, la escasez de agua y las técnicas agrícolas anticuadas como responsables del declive de la calidad de la fruta, pero Sultan sostiene que el uso excesivo de fertilizantes y de pesticidas es el único factor responsable.

«Hemos utilizado demasiados métodos y productos inorgánicos que han hecho que el suelo deje de ser fértil», aseguró.

Tras sufrir pérdidas de del equivalente a 36 000 y 46 000 dólares en los dos últimos años, este agricultor tiene clara su decisión de cambiar el kinnow por los hongos con el argumento de que si China puede cultivarlos y exportarlos a todo el mundo, «yo también puedo», sostuvo. 

La puesta en marcha de la producción de setas del género Agaricus, comúnmente llamadas setas de botón o champán, costará probablemente 10 millones de dólares. Según Sultan, la producción será cuatro veces mayor a las necesidades de consumo del país, y prevé que su primera cosecha sea en noviembre de este año.

De pie en el huerto, es difícil imaginar que el aire perfumado de los cítricos haya dado paso al hedor del compost, y que las hileras de árboles sean reemplazadas por «túneles» en forma de búnker, donde se cultivan los hongos.

Sultan convirtió viejas cámaras frigoríficas en ambientes con temperatura y humedad controladas para cultivar los suaves y redondos hongos blancos. Todos los procesos se llevarán a cabo en el interior de las instalaciones de la empresa.

Importación de nuevas máquinas

«Mi equipo y yo nos hemos asegurado de estar totalmente protegidos de las inclemencias del tiempo. Toda la producción, desde las semillas hasta el compost y el enlatado del producto, se hará en un entorno controlado», aseguró. Se importó de China la maquinaria necesaria, la que está en impecable estado y pronta para la producción.

El mercado de hongos crece con rapidez en Pakistán, ya que la comida china y tailandesa, así como las pizzas, ganan popularidad entre aficionados a la gastronomía. Los principales hoteles y restaurantes gourmet son los mayores compradores, tanto en conserva como frescos. Los grandes supermercados venden una gran variedad de setas, pero son demasiado caras para el ciudadano medio.

Los pequeños agricultores cultivan y venden hongos frescos en los mercados locales. La mayoría de las conservas disponibles en los supermercados son importadas de China.

Dado que el cultivo de hongos se encuentra todavía en una fase inicial, los agricultores disponen de pocos conocimientos técnicos y de experiencia en la producción comercial y del desarrollo de la cadena de valor. Pueden pedir ayuda a empresas privadas dedicadas a la investigación y el comercio agrícola o dirigirse a organismos internacionales que se ocupan del hambre, la malnutrición y la pobreza.

Después de recopilar datos sobre conservas de hongos en todo el mundo, Sultan decidió dirigirse a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para conocer mejores prácticas en materia de gestión para la producción comercial, mejorar el rendimiento empresarial y desarrollar vínculos para la exportación.

También estaba deseoso de ponerse en contacto con especialistas internacionales en materia de producción comercial y de procesamiento de hongos.

«Fue decisión de (la planta) Zahid Kinnow aventurarse en el cultivo de hongos, pero la FAO podría considerar la posibilidad de apoyar a una empresa del sector privado medidante asistencia técnica», afirmó Asad Zahoor, consultor de la FAO.

Planta de un producto vegetal maloliente pero saludable: una mezcla de semillas y compost. Foto: Alefia Hussain /IPS

Hongos con el visto bueno de la FAO

Zahoor dijo a IPS que la FAO, a través de su Iniciativa Mano de la mano (HiH, en inglés) busca apoyar a los países y agricultores mediante el intercambio de datos y el análisis basado en modelos. Al ver un potencial de inversión razonable, la organización en Pakistán decidió incluir a los hongos como un producto emergente que podría aumentar los ingresos por exportación del país.

HiH, también conocida por su nombre inglés Hand in Hand,  busca acelerar la transformación agrícola en todo el mundo, con el objetivo de erradicar la pobreza, acabar con el hambre y la malnutrición, y reducir las desigualdades. La iniciativa apoyaba en mayo de 2022 a 52 países de África, Asia, Europa, América Latina y Medio Oriente.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

La demanda de hongos en conserva aumenta con rapidez en Pakistán. Según funcionarios de aduanas de Karachi, en julio de 2021 se importaron 93 877 kilos de setas en conserva desde China solo por vía marítima. Esta cifra aumentó a 284 553 kilos en junio de 2022.

Además, el país importó casi 17 millones de kilos de champiñones Agaricus frescos o refrigerados de China en 2021, según cálculos del Centro de Comercio Internacional en base a cifras de la Oficina de Estadísticas de Pakistán.

Asif Ali, especialista en temas agrícolas asociado al principal fabricante de fertilizantes Engro Fertilisers, opinó que, dado que la tendencia a consumir proteínas de origen vegetal aumenta en todo el mundo, invertir en hongos permitiría captar mercados locales e internacionales de alto valor. 

«Los hongos se consideran una buena fuente de proteínas y su consumo aumenta en la población nacional y extranjera», observó en una entrevista.

El tiempo dirá si Pakistán está bien posicionado para entrar al mercado internacional de setas. 

«Siento que, con los hongos, he dado a luz a un nuevo niño en la ciudad», comentó Sultan.

T: VF / ED: EG

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