NACIONES UNIDAS – En todo el mundo, las niñas se están quedando rezagadas en matemáticas con respecto a los niños, debido, entre otras causas fundamentales, al sexismo y a los estereotipos de género, según un nuevo informe publicado este miércoles 14 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Las niñas “son tan capaces como los niños de dominar las matemáticas. Lo que les falta son las mismas oportunidades para adquirir estas habilidades básicas”, afirmó de entrada la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
El nuevo informe, titulado Solving the equation: Helping girls and boys learn mathematics (“Resolver la ecuación: Ayudar a las niñas y los niños a aprender matemáticas”), incluye análisis de datos en más de 100 países y territorios.
Según el informe, los niños tienen hasta 1,3 veces más probabilidades que las niñas de adquirir habilidades matemáticas.
Las normas y los negativos estereotipos de género, a menudo fomentados por maestros, padres, madres y otros niños, sobre la falta de capacidad innata de las niñas para entender las matemáticas, contribuyen a esta disparidad.
Eso también socava la confianza de las niñas en sí mismas, ya que las predispone al fracaso, según el informe.
“Las niñas son tan capaces como los niños de dominar las matemáticas. Lo que les falta son las mismas oportunidades para adquirir estas habilidades básicas”: Catherine Russell.
En abril, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señaló que en muchos países las niñas obtienen mejores resultados que los niños en lectura y ciencias, “pero siguen con menos probabilidades de obtenerlos en matemáticas, por los prejuicios y estereotipos”.
El reporte de Unicef recuerda que el aprendizaje de habilidades matemáticas potencia la memoria, la comprensión y el análisis, al tiempo que mejora la capacidad creativa de los niños y las niñas.
Advierte igualmente que los niños que carecen de conocimientos matemáticos básicos, y de otros aprendizajes fundamentales, pueden tener dificultades para llevar a cabo tareas esenciales, como la resolución de problemas o el seguimiento de un razonamiento lógico.
Un análisis de los datos de 34 países de ingresos bajos y medianos mostró que, además de que las niñas están a la zaga de los niños, tres cuartas partes del alumnado de cuarto curso no están adquiriendo las habilidades aritméticas básicas.
Por otro lado, los datos de 79 países de ingresos medios y altos revelan que más de una tercera parte de los alumnos de 15 años aún no ha alcanzado el nivel mínimo de competencia en matemáticas.
La riqueza de los hogares es también un factor determinante, pues según el informe los alumnos de los hogares más ricos tienen 1,8 veces más probabilidades de adquirir destrezas en aritmética al llegar al cuarto curso que los de los hogares más pobres.
Además, los niños y niñas que participan en programas de atención y educación de la primera infancia tienen hasta 2,8 veces más probabilidades de adquirir una competencia mínima en matemáticas a los 15 años, en comparación con los que no reciben ese tipo de educación.
Según el informe, es probable que la pandemia covid-19 haya contribuido a que las habilidades matemáticas de los niños empeoren aún más.
Otro elemento considerado es que los análisis se centran en las niñas y los niños actualmente escolarizados, y en los países en los que ellas tienen menos posibilidades de ir a la escuela que ellos, las disparidades generales en el dominio de las matemáticas son, probablemente, aún mayores.
El informe de Unicef fue presentado en vista de que el lunes 19, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebrará con líderes de todo el mundo la Cumbre sobre la Transformación de la Educación.
Russell insistió en que “tenemos que desterrar los estereotipos y las normas de género que impiden a las niñas avanzar, y hemos de redoblar esfuerzos para hacer que todos los niños y las niñas adquieran las destrezas fundamentales necesarias para progresar en la escuela y en la vida”.
Unicef pide a los gobiernos que se comprometan a proporcionar a toda la infancia una educación de calidad, y a realizar nuevos esfuerzos e inversiones para reinscribir y retener a todos los niños y niñas en la escuela.
También solicita que se amplíe el acceso a clases de refuerzo y puesta al día, apoyar a los profesores y proporcionarles las herramientas que necesitan, y garantizar que las escuelas ofrezcan un entorno seguro y propicio para que todas las niñas y los niños estén listos para aprender.
Para Russell “el aprendizaje de toda una generación de niños y niñas está en peligro. No es el momento de promesas vacías: para transformar la educación de la infancia, necesitamos actuar, y rápido”.
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