GINEBRA – Las inundaciones, las sequías y otras catástrofes relacionadas con el agua aumentan mientras disminuye la disponibilidad de ese recurso en muchos lugares, lo que causa cada vez más sufrimiento a las personas, advirtió este martes 5 un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La falta de agua “continúa siendo uno de los principales motivos de preocupación para muchas naciones, especialmente en África. Más de 2000 millones de personas viven en países que padecen estrés hídrico y carecen de suministro de agua potable y servicios de saneamiento”, dijo el director de la OMM, Petteri Taalas.
El reporte alerta sobre una gestión fragmentada e inadecuada del agua, y destaca la insuficiencia de recursos para afrontar la emergencia climática en el planeta.
Según la OMM urge mejorar la gestión cooperativa del agua, adoptar políticas integradas sobre el agua y el clima, y aumentar la inversión en ese recurso que sustenta todos los objetivos internacionales sobre desarrollo sostenible, adaptación al cambio climático y reducción de riesgos de desastres.
“La falta de agua continúa siendo uno de los principales motivos de preocupación para muchas naciones, especialmente en África. Más de 2000 millones de personas viven en países que padecen estrés hídrico y carecen de suministro de agua potable y servicios de saneamiento”: Petteri Taalas.
Los cambios en las precipitaciones tanto mundiales como regionales, debidas al calentamiento global, están transformando los patrones de lluvias y las estaciones agrícolas, impactando la seguridad alimentaria y el bienestar humano.
El año pasado “las lluvias extremas causaron inundaciones masivas en Japón, China, Indonesia, Nepal, Pakistán e India. Millones de personas fueron desplazadas y cientos murieron”, recordó Taalas.
“Pero no es sólo en el mundo en desarrollo donde las inundaciones han provocado grandes trastornos. Las inundaciones catastróficas en Europa también dejaron cientos de muertos y daños generalizados, y necesitamos despertar a la crisis del agua que se avecina”, agregó.
En 2018 la OMM cifró en 3600 millones a las personas sin un acceso adecuado al agua al menos un mes al año, y prevé que en 2050 sean más de 5000 millones.
El total de agua en la superficie de la tierra y en el subsuelo, lo que incluye los hielos, ha decrecido un centímetro anualmente durante los últimos 20 años y la situación empeora, porque solo 0,5 por ciento de esa agua es dulce utilizable.
Desde al año 2000 los desastres relacionados con las inundaciones aumentaron 134 por ciento en comparación con las dos décadas anteriores. La mayoría de las muertes y pérdidas económicas por inundaciones sucedieron en Asia, donde deben reforzarse los sistemas de alerta temprana.
Por otra parte, el número y la duración de las sequías se incrementaron 29 por ciento en el mismo periodo. La mayoría de las muertes por sequía se registran en África, lo que denota que ese continente también precisa de sistemas de alerta sólidos.
El informe sostiene que para lograr el bienestar social, económico y ambiental a largo plazo es preciso lograr una gestión integrada de los recursos hídricos. Sin embargo, 107 países no están en la vía correcta para alcanzar el objetivo de gestionar de manera sostenible sus recursos hídricos para 2030.
La OMM recomienda invertir en la gestión integrada de esos recursos, como solución para administrar mejor el estrés hídrico, especialmente en los pequeños Estados insulares en desarrollo y en los países menos adelantados.
Igualmente, invertir en sistemas de alerta temprana de sequía e inundaciones en los países menos adelantados en situación de riesgo, destacando las alertas de sequía en África y de inundación en Asia.
También, aumentar la capacidad de recopilar datos para las variables hidrológicas básicas, que sustentan los servicios climáticos y los sistemas de alerta temprana.
Se deben llenar las lagunas de datos sobre los servicios climáticos en el sector del agua, una información que falta de 65 de los 187 países miembros de la OMM, y en particular de los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en 2015 por las Naciones Unidas, el ODS 6 propuso “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos” en 2030.
Sin embargo, para los programas que pueden hacer posible ese objetivo, el financiamiento proveniente de la ayuda oficial al desarrollo desde países industrializados se mantuvo estable, en 8800 millones de dólares, entre 2015 y 2019.
A-E/HM