LA HABANA – Cuba recibe alimentos, medicinas e insumos donados por gobiernos, organizaciones internacionales y grupos solidarios en un escenario político, económico y social especialmente complejo tras las protestas del 11 de julio y el momento de mayor impacto de la covid-19.
Agencias, programas y fondos del sistema de Naciones Unidas y las agencias de cooperación internacional que laboran en el país destacan en el respaldo a los servicios de salud pública, así como al proceso de inmunización anti Sars Cov-2 que la isla efectúa con vacunas propias.
“Gestionar una respuesta efectiva a la pandemia sorteando obstáculos para adquirir insumos o realizar operaciones financieras, complejiza mucho más la capacidad de cualquier país para controlar la crisis sanitaria”, evaluó Elena Gentili, directora de la oficina en Cuba de la organización internacional humanitaria Oxfam.
Esa situación afecta la vida de las personas, “sus oportunidades para protegerse, alimentarse, vacunarse y poder dejar atrás, sin consecuencias mayores, a esta última ola de infecciones, mucho más intensa y difícil de controlar que las anteriores”, dijo en una entrevista con IPS.
Por ello, “Oxfam tiene el deber de trabajar a favor de la vida de más de 11 millones de cubanas y cubanos”, subrayó la directora de la institución humanitaria presente en la isla desde hace 28 años, y con aportes de insumos para la protección e higiene del personal médico y las personas en centros hospitalarios y otras instituciones.
Gentili recordó que este país caribeño “es el único que entró a la pandemia tras décadas de soportar medidas unilaterales de Estados Unidos… lo que inevitablemente ha impactado también la vida de la población cubana”.
Ese contexto de carencias, en especial en alimentos y medicinas, fue uno de los nutrientes del estallido social del 11 de julio, con protestas en La Habana y otras ciudades y localidades del país. Las manifestaciones también pusieron en evidencia la precariedad en que vive actualmente parte de la población y detonaron diferentes expresiones de solidaridad de la comunidad internacional.
Expresiones antiembargo
El 14 de julio un comunicado de la organización internacional exhortó a la administración del presidente Joe Biden a eliminar las sanciones de su predecesor Donald Trump (enero 2017-enero 2021) “que hoy impiden una respuesta efectiva y oportuna para atender las necesidades humanitarias del pueblo cubano”.
Las más de dos centenares de medidas dispuestas por Trump golpearon esenciales fuentes de ingresos como el turismo, las remesas y la prestación de servicios, lo que unido a los efectos de la pandemia en 2020 provocaron una contracción de casi 11 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la isla.
De acuerdo con las autoridades cubanas, el embargo que Washington mantiene contra La Habana desde 1962 constituye el principal obstáculo para el desarrollo nacional y causa penurias adicionales a la ciudadanía.
El 29 de julio, una coalición de 37 organizaciones de la sociedad civil, fundaciones y académicos estadounidenses enviaron una carta a Biden para instarlo a eliminar regulaciones que obstruyen las remesas sin límites, las licencias específicas para destinar insumos médicos, al igual que verificaciones in situ que desalientan el envío de ayudas humanitarias a Cuba por parte de oenegés.
Dos días antes, la organización estadounidense Cuban Americans for Engagement (Cubanoamericanos por el Compromiso, Cafe en inglés), anunció un proyecto de colaboración con proyectos comunitarios en La Habana, para el envío de medicamentos.
“Las regulaciones del embargo en general han tenido un impacto devastador para las cubanas y cubanos, pero estas últimas sanciones, en medio de la pandemia, llegan a un extremo inhumano de crueldad”, manifestó a IPS desde Nueva York, María Isabel Alfonso, fundadora y directora de Cafe, un grupo de presión que trabaja por mejores vínculos entre ambos países.
“Con esta iniciativa estamos apelando a la buena voluntad de muchos y muchas que en Estados Unidos nos están enviando medicinas y ayudan a costear los gastos de envío”, añadió Alfonso, profesora de cultura cubana y latinoamericana en St. Joseph’s College, en Nueva York.
Autoridades del cubano Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera confirmaron el 31 de julio la llegada de 30 ventiladores pulmonares de altas prestaciones, donados por el gobierno chino, como adelanto de un envío mayor de equipos y otros productos para contrarrestar al coronavirus.
Mientras, grupos de solidaridad y cubanos residentes en Italia, Francia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Jamaica y Panamá, entre otras naciones, han hecho llegar a la isla jeringuillas, agujas, medicamentos, medios de protección e instrumental sanitario.
Solidaridad se activa
Hasta este martes 3 han llegado a La Habana donativos de los gobiernos de Rusia, Bolivia, Venezuela y México, entre los más recientes, mientras Vietnam confirmó el envío de 12 000 toneladas de arroz.
Desde el 30 de julio comenzaron a distribuirse de manera gratuita algunas cantidades de productos donados como arroz, azúcar, legumbres, pastas, aceite comestible, enlatados, leche en polvo y harina de trigo, que beneficiarán a unos 3,8 millones de hogares en los 168 municipios cubanos.
“Agradecemos a los países que nos han tendido la mano. Las ayudas son importantes y alivian la difícil situación con el acceso a alimentos básicos”, señaló a IPS Eugenia Flores, residente en el habanero municipio de La Lisa, el primero en recibir el módulo.
Los donativos arriban tras meses de un marcado desabastecimiento como consecuencia del agravamiento de la crisis que el país arrastra desde los años 90, falta de liquidez para importar suficientes cantidades de alimentos y una economía doméstica que apenas produce el 20 por ciento de los que consume.
A comienzos de julio, se posicionó en redes sociales una campaña para pedir la apertura de un corredor humanitario hacia Cuba, e incluso una intervención humanitaria, dado el agravamiento de la covid en distintas provincias, como la occidental Matanzas.
El 10 de julio, durante una conferencia de prensa, Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, del Ministerio de Relaciones Exteriores, rechazó tal posibilidad, al ser “conceptos y términos relacionados con situaciones de conflictos armados, graves violaciones del derecho internacional humanitario”, que no aplicaban para la situación del país.
Puntualizó que la isla se encontraba abierta a recibir donaciones, siempre que se coordinaran a través de instituciones jurídicas cubanas, de acuerdo con la legislación vigente de la cooperación internacional.
Asimismo, diplomáticos enfatizaron que el bloqueo –como se denomina aquí al embargo-, es la causa principal de la escasez de alimentos y medicinas.
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Autoridades gubernamentales indican que los donativos respaldan los servicios de hospitales y centros de aislamiento en varias de las 15 provincias que han visto al límite sus capacidades, dado el elevado número de contagios desde principios de año y una situación muy agravada desde abril.
Hasta este martes 3, la isla acumula 2 993 fallecidos y 413 251 pacientes positivos por el coronavirus.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del lunes 2 ubican a Cuba como la tercera nación de las Américas con la mayor cantidad de nuevos casos –más de 9000 diarios en las últimas tres jornadas-, solo superada por Brasil y Estados Unidos.
Expertos atribuyen tal situación a la circulación de cepas del coronavirus como la altamente contagiosa variante Delta; violaciones de protocolos sanitarios en instituciones y familias, así como demoras en pruebas de PCR y traslados a centros de aislamiento.
No obstante, la isla mantiene el índice de letalidad más bajo de la región con 0,7 por ciento, que indica el porcentaje de muertes con respecto a las personas confirmadas con la covid.
Hasta el 1 de agosto, 2 680 468 -24 por ciento- de los 11,2 millones de habitantes de Cuba, recibieron las tres dosis de la vacuna nacional Abdala o de los proyectos Soberana 02 y Soberana Plus, fármacos anticovid con los cuales se aspira a inmunizar a la totalidad de la población cubana antes de finalizar el año.
La directora de Oxfam en el país acotó que desde el inicio de la pandemia, la organización “ha abogado a nivel global por la vacunación universal y gratuita, develar los factores que acrecientan las desigualdades y la necesidad de tomar medidas urgentes para que cada país pueda controlar la crisis sanitaria y contener los efectos de la crisis económica”.
Sin bien cubanas y cubanos consultados por IPS reconocen la importancia de los donativos, consideran urgente que el gobierno acelere el proceso de reformas del modelo de desarrollo socialista, consensuado de forma masiva en 2011, y que proyecta modernizar la economía nacional.
ED: EG