Nuevo juicio sobre asesinato de periodista eslovaco, esperanza contra la impunidad

El 15 de junio, el Tribunal Supremo de Eslovaquia ordenó la repetición del juicio contra el presunto mandante del asesinato del periodista Jan Kuciak y su prometida Martina Kusnirova, lo que devolvió la esperanza de que el caso no quede impune. En la imagen, una de las multitudinarias protestas en el país contra esas dos muertes en 2018, que forzaron incluso la dimisión del gobierno de entonces. Foto: Ed Holt / IPS

BRATISLAVA – La sentencia que ordena la repetición del juicio al presunto mandante, por el asesinato de un periodista y su prometida en Eslovaquia, supone una oportunidad única para romper el ciclo mundial de impunidad en los asesinatos de los profesionales de la comunicación,  según coinciden defensores europeos de la libertad de expresión.

El 15 de junio, el Tribunal Supremo de Eslovaquia ratificó un recurso contra la absolución del empresario Marian Kočner del cargo de autor intelectual del asesinato en 2018 en su hogar del periodista de investigación Jan Kuciak y su pareja, Martina Kusnirova.

Esa absolución, dictada en septiembre de 2020, a favor del multimillonario empresario del que Kuciak había revelado negocios turbios y su connivencia con distintos poderes, dejó perplejos  a los defensores de la libertad de prensa y a sectores políticos.

Ahora, el Tribunal Supremo dijo que las pruebas clave no habían sido examinadas en el juicio anterior y ordenó que se vuelva a juzgar el caso.

Eso ha devuelto la esperanza de que las personas detrás de las dos muertes sean condenadas, enviando una poderosa señal más allá de Eslovaquia sobre la obtención de justicia para los periodistas asesinados.

Scott Griffen, director adjunto del Instituto Internacional de Prensa (IPI, en inglés), dijo a IPS: “Creemos que existe una oportunidad única de romper el ciclo de impunidad [por el asesinato de periodistas] no sólo en Eslovaquia sino en otros países”.

“Casi nadie, en ningún lugar, es condenado por el asesinato de un periodista. A menudo se detiene a alguien, se le acusa, se le juzga y luego sale libre. Es más para mostrar que se está actuando que para que se haga algo realmente”, añadió.

“Una condena ahora podría convertirse en un modelo para otros países”, planteó Griffen.

Kuciak y Kusnirova, ambos de 27 años, fueron asesinados a tiros en la casa de Kuciak en Velka Maca, a 65 kilómetros al este de Bratislava, en febrero de 2018. El confeso homicida a sueldo,  Miroslav Marcek, de 37 años, se declaró el año pasado culpable de los dos homicidios y se le condenó a 23 años de cárcel.

Los asesinatos conmocionaron a Eslovaquia, provocaron las mayores protestas masivas en el país desde la caída del comunismo y obligaron a dimitir al entonces primer ministro Robert Fico.

«Esta sentencia podría marcar un punto de inflexión para acabar con la impunidad de los asesinos de periodistas, un punto de inflexión para que los criminales vean que no pueden salirse con la suya en el asesinato de periodistas”: Corinne Vella.

La investigación posterior descubrió presuntos vínculos entre políticos, fiscales, jueces y policías con las personas presuntamente implicadas en los asesinatos.

En el centro de los mismos estaba Kočner, una figura muy controvertida, conectada con varios delitos graves y que en un caso distinto fue condenado el año pasado a 19 años de cárcel por falsificar pagarés.

Los fiscales habían argumentado ante el tribunal que Kočner ordenó el asesinato de Kuciak en venganza por los artículos que el periodista había escrito sobre los ilegales negocios del multimillonario empresario.

Su absolución, en septiembre de 2020, fue recibida con consternación por amplios sectores de la sociedad eslovaca, que veía al empresario y sus conexiones como un símbolo de la corrupción profundamente arraigada en las altas esferas del Estado.

Adicionalmente,  los defensores de la libertad de expresión y de prensa argumentaban que la sentencia exculpatoria socavaría los esfuerzos en otros países para llevar a los asesinos de periodistas ante la justicia.

Pero esos mismos defensores creen ahora que la sentencia del Tribunal Supremo otorga esperanzas a los colegas y familiares de los periodistas asesinados en diferentes partes del mundo.

Según datos de Reporteros sin Fronteras (RSF), en 2020 fueron asesinados 50 periodistas en todo el mundo por causa de su trabajo. De ellos,  84 por ciento fueron atacados a sabiendas y asesinados deliberadamente.

En muchas regiones, los riesgos para los periodistas son cada vez mayores, según el grupo. Europa es especialmente preocupante, ya que RSF advirtió este año que, aunque sigue siendo el lugar más seguro del mundo para ejercer el periodismo, se está volviendo más peligroso para los reporteros.


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Otros sonados casos europeos

El periodista griego Giorgos Karaivaz, especializado en investigación criminal, fue asesinado el 9 de abril en Atenas, en el último caso hasta ahora de muertes violentas de profesionales de alto perfil en el continente europeo.

En 2017, la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia fue asesinada por un coche bomba en Malta, y en abril de 2019, la periodista Lyra McKee fue asesinada a tiros mientras cubría los disturbios en Derry, en Irlanda del Norte.

En este último caso, el acusado Paul McIntyre, de 53 años, ha negado haberla matado. Siete hombres están procesados por el asesinato de Caruana Galizia, pero todavía no se sabe quién estuvo detrás de su asesinato. La policía griega sigue investigando la muerte de Karaivaz.

Pavol Szalai, jefe de la sección de la Unión Europea y los Balcanes de RSF, dijo a IPS: “Noventa por ciento de los asesinatos de periodistas no se resuelven. Hay Marian Kočners  en muchos otros lugares”.

“Hay políticos y hay mafias, y entre los dos hay Kočners que están vinculados a la mafia y a los políticos. Otros países pueden identificarse con lo que ocurre en Eslovaquia”, afirmó.

Por eso, explicó el directivo de RSF, “la gente de otros países ha seguido este caso de cerca. Este caso va más allá de Eslovaquia. Si se produce una condena, ayudará en casos similares en otros países”.


Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.


Corinne Vella, hermana de Daphne Caruana Galizia,  analizó para IPS que “la sentencia del Tribunal Supremo eslovaco es una buena noticia para Eslovaquia y para las familias de las víctimas”.

“También tiene un efecto psicológico muy fuerte fuera de Eslovaquia, para nosotros y para otros países”, aseguró.

A su juicio, “esta sentencia podría marcar un punto de inflexión para acabar con la impunidad de los asesinos de periodistas, un punto de inflexión para que los criminales vean que no pueden salirse con la suya en el asesinato de periodistas”.

Además, “demuestra que, con perseverancia, las cosas son posibles”, consideró Vella, cuya familia no ha desmayado en encontrar justicia para Caruana.

Mientras tanto, en Eslovaquia, la atención se ha centrado en cuándo se celebrará el nuevo juicio contra Kočner y en su posible condena. Se espera que todo el proceso no termine hasta bien entrado el próximo año, más dando por hecho que si el empresario tiene una sentencia adversa la recurrirá.

Griffen, el subdirector del IPI, aseguró que confía en que el proceso pueda concluir con diligencia y que Kuciak y Kusnirova reciban justicia lo antes posible.

“Necesitamos una resolución relativamente rápida”, dijo.  “Si (el proceso) se prolonga, se convertirá en un caso sin resolver de facto, y eso sería terrible para las familias, que necesitan un cierre, y para los periodistas, que también necesitan un cierre. Sería como una herida purulenta”, alertó.

T: MF /ED: EG

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