La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este viernes 6 detener la violencia en las regiones etíopes de Tigray y Oromía, y llamó a las partes a resolver sus diferencias mediante el diálogo pacífico.
Bachelet dijo que “en la última semana, hemos visto un alarmante estallido de violencia en la región de Oromía, así como en la de Tigray. Insto a todas las partes a detener la violencia, para evitar más pérdidas de vidas, desplazamientos masivos y una mayor desestabilización”.
En la región de Tigray, norte fronterizo con Eritrea, el gobierno del primer ministro Abiy Ahmed declaró el estado de emergencia por seis meses, restringió las libertades de circulación y expresión, e interrumpió las telecomunicaciones.
La medida siguió al ataque a una base militar, atribuido al Frente de Liberación de Tigray, que tiene el gobierno regional, lo que desencadenó el miércoles 3 más enfrentamientos armados y bombardeos en la zona, según medios de prensa.
El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su preocupación por esos enfrentamientos y pidió medidas inmediatas para reducir las tensiones y garantizar una solución pacífica de la controversia, dada la importancia que tiene la estabilidad en Etiopía para la región del Cuerno de África.
El gobierno de Tigray realizó el pasado septiembre una elección del parlamento regional, desacatando órdenes del poder central para suspender las elecciones en vista de la pandemia covid-19.
Según Abiy, el ataque al cuartel del ejército en Tigray, que atribuyó al frente opositor, fue “la gota que colmó el vaso tras varios meses tratando de resolver las diferencias con la mediación, la conciliación y el diálogo”.
Bachelet dijo que “el corte de las comunicaciones ha obstaculizado gravemente la capacidad de vigilar la situación sobre el terreno, en particular las repercusiones de los enfrentamientos en la población local”, y pidió restablecerlas, ya que tenerlas “es particularmente vital en una situación de crisis”.
En paralelo, Bachelet también manifestó su inquietud ante informes de que, el domingo 1, grupos de personas armadas atacaron a miembros de la etnia amhara en la zona de Wollega, en la región de Oromía.
Según fuentes gubernamentales, durante el ataque fallecieron 32 personas, pero el número de muertos podría ser mayor de acuerdo con otras informaciones.
Oromía es la región más extensa de Etiopía, abarca zonas del centro, sur y occidente –donde ocurrió la masacre- y la mayoría de sus habitantes son de la etnia oromo, seguida en número por la amhara.
Bachelet pidió una investigación rápida, independiente, exhaustiva e imparcial de los hechos, y llamó al gobierno a garantizar que los responsables rindan cuentas por sus acciones.
“De no abordarse, esa violencia sólo deja desolación, alienta la venganza y conduce a nuevos enfrentamientos entre comunidades y a más víctimas y desplazamientos en el país”, advirtió quien también fuese dos veces presidenta de Chile, en 2006-2010 y 2014-2018.
También pidió a las autoridades federales y regionales que “garanticen la protección de la población y establezcan en todo el país las medidas sociales, económicas, de seguridad y políticas necesarias para romper el ciclo de la violencia y fomentar la confianza entre las comunidades”.
El primer ministro Abiy Ahmed recibió en 2019 el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su labor para sellar la paz con la vecina Eritrea, que se independizó de Etiopía al cabo de una larga guerra, y por sus esfuerzos para intentar la paz entre los grupos que combaten por el poder en el vecino Sudán del Sur.
A-E/HM