La mayor parte de la banca privada de América Latina y el Caribe todavía evade el peso del cambio climático en su estrategia y operaciones, reveló este miércoles 5 un estudio de tres entidades internacionales del sector financiero.
De los 78 bancos encuestados para el estudio, que representan 54 por ciento de los activos del sector, 38 por ciento incorpora lineamientos asociados al cambio climático en su estrategia, pero solo 24 por ciento tiene una política de evaluación y divulgación de riesgos climáticos.
El estudio “Cómo los bancos incorporan el cambio climático en su gestión de riesgos” fue presentado por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unepfi, en inglés), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).
En la región operan, según Felaban, 623 bancos y entidades financieras, con un patrimonio superior a 380 000 millones de dólares y previsiones en su cartera de créditos por más de 90 000 millones.
De acuerdo con el análisis, 41 por ciento de los bancos encuestados sostiene que no tiene mecanismos para identificar, analizar y gestionar riesgos climáticos.
Los autores de la encuesta concluyen que los riesgos climáticos no se gestionan, principalmente, por falta de información respecto al impacto financiero del cambio climático y por la ausencia de exigencias de parte de los entes reguladores.
“Aún los bancos tienden a percibir los riesgos climáticos desde la perspectiva de cómo impactan las empresas al ambiente, y no de cuál es el grado de exposición de esas empresas frente a las amenazas climáticas, lo cual es clave de cara al aumento esperado de impactos relacionados con un clima más extremo”, señala el reporte.
El estudio recuerda que según el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPC), dada la actual concentración y las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que a finales de siglo el incremento de la temperatura mundial supere los 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.
La mayor temperatura implicará aumentos en el nivel del mar y una mayor frecuencia e intensidad de los impactos del cambio climático.
El estudio señala que el sector bancario de la región tiene “una gran oportunidad de avanzar en la evaluación de los riesgos asociados al cambio climático en sus planes y estrategias”, con el objetivo de aumentar su resiliencia y prepararse mejor para apoyar la transición hacia economías bajas en carbono.
La evaluación de riesgos climáticos “es clave para alinear a la industria bancaria con una economía global sostenible y equitativa en el siglo XXI, lo que adquiere aún más relevancia hoy que necesitamos reconstruir mejor tras la pandemia covid-19”, señaló Eric Usher, director de Unepfi.
El reporte llama a seguir las recomendaciones del Grupo de Trabajo internacional sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD, en inglés), y a replicar iniciativas como las de Unepfi para desarrollar indicadores que ayuden a fortalecer la evaluación y divulgación de riesgos climáticos.
Debido al desconocimiento y poca claridad respecto a definiciones relacionadas a los riesgos climáticos, los autores también llaman al sector bancario de la región a trabajar en la elaboración de una taxonomía que permita dar a conocer definiciones comunes en la banca latinoamericana sobre estos temas.
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