Los océanos en crisis se llevan ya lo peor del cambio climático en África

Las comunidades costeras de todo el mundo y en particular de África están cada vez más en riesgo por los impactos en los océanos y las aguas congeladas del cambio climático, según un alarmante informe del IPCC. En la imagen, un pescador artesanal prepara su canoa y sus redes en la costa de Freetown, en Sierra Leona. Crédito: Travis Lupick / IPS
Las comunidades costeras de todo el mundo y en particular de África están cada vez más en riesgo por los impactos en los océanos y las aguas congeladas del cambio climático, según un alarmante informe del IPCC. En la imagen, un pescador artesanal prepara su canoa y sus redes en la costa de Freetown, en Sierra Leona. Crédito: Travis Lupick / IPS

Las advertencias de vientos fuertes, olas muy elevadas y visibilidad reducida a lo largo de la costa de África oriental son cada vez más comunes.

Pero los pescadores locales como Ali Sombo del condado de Kwale, situado a lo largo de la costa keniana del océano Índico, no siempre prestan atención a las advertencias del Departamento Meteorológico de Kenia (KMD, en inglés) para mantenerse alejado del mar abierto durante aguas turbulentas.

«Creemos que cuando las aguas son agitadas y las olas rugen, la barriga del océano está buscando un alma específica. Incluso si te mantienes alejado del océano, te encontrará así que no hay necesidad de tener miedo», dijo Sombo IPS, que por ello salió en julio a pescar cuando el KMD pidió a las embarcaciones quedarse en tierra por inusuales marejadas y fuertes vientos.

Este pescador cree, algo fatalista, que “nuestro único problema es que la mayoría de nuestros barcos no son lo suficientemente fuertes para esas grandes olas, por lo que se vuelcan y a veces los pescadores mueren».

Pero las comunidades costeras en África y en todo el mundo están cada vez más en riesgo de estar «expuestas a múltiples peligros relacionados con el clima, incluidos los ciclones tropicales, los niveles e inundaciones extremos del mar, las olas de calor marinas, la pérdida de hielo marino y el deshielo del permafrost (el subsuelo congelado en forma permanente)».

Estos son algunos de los hallazgos del “Informe especial sobre los océanos y la criósfera en un clima cambiante” (SROCC, en inglés), lanzado el miércoles 25 por el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas el martes 25 en Mónaco.

Los océanos se están transformando rápidamente por el cambio climático. Para 2050 más de 1.000 millones de personas, que viven a lo largo de la costa están en mayor riesgo, con «consecuencias negativas adicionales para la salud y el bienestar» para todas las poblaciones y en particular «para los pueblos indígenas y las comunidades locales que dependen de la pesca».

En África, alrededor de 25 por ciento de la población vive a menos de 100 kilómetros de la costa, con una cifra de hasta el 66 por ciento en Senegal, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Entre otros muchos aspectos, el nuevo informe resalta:

-Alrededor de cuatro millones de personas viven en la región del Ártico, de las cuales 10 por ciento son indígenas.

-Las zonas costeras bajas actualmente albergan a alrededor de 680 millones de personas (casi 10 por ciento de la población mundial de 2010), que se prevé que alcancen más de 1.000 millones para 2050.

-Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) albergan a 65 millones de personas.

Para este informe, más de 100 autores de 36 países evaluaron la literatura científica más reciente relacionada con los océanos y la criosfera (partes congeladas del planeta, como los casquetes polares, los glaciares y la nieve) en un clima cambiante.

Los océanos son críticos para «regular el clima y los patrones climáticos del planeta a través del ciclo de gases de efecto invernadero críticos como el dióxido de carbono (CO₂)», indica.

En ausencia de recortes significativos de emisiones de gases de efecto invernadero, el potencial máximo de captura de las pesquerías podría caer hasta 24 por ciento para fines de siglo. Crédito: Miriam Gathigah / IPS
En ausencia de recortes significativos de emisiones de gases de efecto invernadero, el potencial máximo de captura de las pesquerías podría caer hasta 24 por ciento para fines de siglo. Crédito: Miriam Gathigah / IPS

Además, ellos y  la criosfera están interconectados, con la evaporación de los océanos que se transforma en nieve que «construye y sostiene las capas de hielo y los glaciares que almacenan grandes cantidades de agua congelada en la tierra», explica el informe.

Con base y referencia en unas 7.000 publicaciones científicas, el resultado es la visión más detallada hasta ahora sobre cómo el calentamiento global impactará el futuro.

Los científicos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ahora advierten que las consecuencias de la inacción serán cada vez más rápidas y dolorosas durante este siglo y que los recortes inmediatos de emisiones podrían reducir en gran medida estos riesgos.

El informe revela que hasta la fecha, los océanos, que cubren más de 71 por ciento de la tierra, han absorbido más de 90 por ciento del exceso de calor en el sistema climático. También señala que los glaciares y las capas de hielo en las regiones polares y de montaña están perdiendo masa, lo que contribuye a una tasa creciente de aumento del nivel del mar.

Además, predice que para fines de este siglo los océanos absorberán hasta dos o cuatro veces más calor que entre 1970 y el presente, ello en caso que el calentamiento global se limite a dos grados centígrados, y hasta cinco a siete veces más, si las emisiones de efecto invernadero (GEI) provocan un recalentamiento mayor.

En octubre de 2018, el IPCC publicó otro documento contundente, el “Informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 ° C”, conocido como SR15, que proyecta que los eventos climáticos extremos solo empeorarían si el calentamiento no se limita a menos de 1,5 ° C, en comparación con 2 ° C según lo acordado por la comunidad internacional en el Acuerdo de París sobre cambio climático de 2015.

El acuerdo es una meta establecida para reducir las emisiones de carbono y con los países comprometidos con la adaptación al cambio climático, pero el informe del IPCC mostró que el objetivo acordado de limitar el calentamiento global a 2 ° C e incluso el objetivo de 1,5 ° C era demasiado alto y no evitaría una catástrofe climática.

En ausencia de una reducción significativa de las emisiones, el nivel del mar aumentará más de 10 veces más rápido en este siglo que en el siglo XX, se subraya ahora en el nuevo informe.

Las poblaciones en las ciudades costeras y los PEID estarán expuestas a crecientes riesgos de inundación, según el informe, señalando que es probable que algunas naciones insulares se vuelvan inhabitables debido a los océanos relacionados con el clima y el cambio de la criosfera.

En este contexto, el informe enfatiza la necesidad urgente de priorizar acciones oportunas, ambiciosas y coordinadas para abordar de manera eficiente y efectiva cambios sin precedentes y duraderos en los océanos y la criosfera.

«Solo podremos mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 ° C por encima de los niveles preindustriales si efectuamos transiciones sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad, incluida la energía, la tierra y los ecosistemas, la infraestructura y la ciudad, así como la industria», dijo la científica sudafricana Debra Roberts, copresidenta del grupo de trabajo II del IPCC.

Los científicos de la ONU han detallado aún más los beneficios de los ambiciosos y efectivos esfuerzos de mitigación para las generaciones actuales y futuras.

En particular, el informe encuentra que las comunidades a lo largo de la costa del este de África se verán significativamente afectadas si las emisiones de efecto invernadero no se reducen drásticamente ya que la vida marina ya está siendo afectada por el calentamiento de los océanos.

La absorción de CO₂ ha llevado a una acidez creciente de los océanos, lo que amenaza la supervivencia de la vida marina.

«Cuando los pescadores locales se quejan de una disminución continua en la cantidad de peces capturados, solo confirman que las emisiones de gases de efecto invernadero están afectando negativamente los ecosistemas y los medios de vida que dependen de ellos», dijo en diálogo con IPS, Kiragu Kibe, profesor de recursos naturales de la Universidad de Nairobi.

Mientras que los pescadores como Sombo atribuyen la disminución de la captura de peces a la falta de equipos de pesca adecuados y botes que puedan soportar aguas más profundas, Kiragu dice eso realmente obedece a que «los océanos que son más cálidos y la vida marina cambian en busca de hábitats más propicios».

Las estadísticas de la Oficina Nacional de Estadística de Kenia indican que los ingresos de la pesca y la acuicultura disminuyeron de 385 millones de dólares en 2015 a 347 millones de dólares en 2017. La contribución de la producción pesquera al producto interno bruto (PIB) del país disminuyó de 0,7 por ciento en 2014, a 0,4 por ciento en 2017

«Esta es una tendencia alarmante debido al importante potencial de economía marítima del país basado en sus 600 kilómetros de costa en el océano Índico», dijo a IPS la especialista Hamisa Zaja, quien dirige Green World Foundation, una organización no gubernamental con sede en la región costera de Kenia y dedicada a la conservación ambiental.

Los científicos del IPCC alertan que lo peor está por venir. Se espera que los cambios en los océanos continúen durante todo el siglo e incluyen un aumento en la acidez del océano de alrededor del 150 por ciento.

Hasta 80 por ciento de las capas superiores de los océanos perderá oxígeno para 2050, acompañado de cambios significativos en el suministro de nutrientes para la vida marina.

El informe lanzado este miércoles 25 revela además que sin recortes de emisiones, la masa total de fauna en los océanos del mundo podría disminuir «15 por ciento y el potencial máximo de captura de las pesquerías podría caer hasta 24 por ciento para fines de siglo, pero podría ser mucho menos si las emisiones caen».

Se espera que los océanos tropicales como el Pacífico central y la mayor parte del océano Índico continúen perdiendo control sobre su potencial de captura de peces.

«Las comunidades costeras experimentarán una crisis alimentaria. Ahora más que nunca, necesitamos trabajar con las comunidades para desarrollar soluciones locales para combatir el cambio climático. Nuestra mejor oportunidad es que los científicos trabajen de la mano con las comunidades locales», dijo la activista Zaja a IPS.

De hecho, el informe destaca los beneficios de combinar el conocimiento científico con el conocimiento local e indígena para desarrollar «opciones adecuadas para gestionar los riesgos del cambio climático y mejorar la resiliencia».

«Cuanto más decisivos y cuanto antes actuemos, más capaces seremos de hacer frente a cambios inevitables, gestionar riesgos, mejorar nuestras vidas y lograr la sostenibilidad de los ecosistemas y las personas en todo el mundo, hoy y en el futuro», planteó Roberts en el lanzamiento del informe sobre los océanos.

Hasta que llegue ese momento, los pescadores locales como Sombo continuarán lidiando con desafíos sin precedentes y  más allá de su capacidad de superación, el futuro se presenta muy incierto para ellos.

T: MF

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe