En el municipio de Atiquizaya, ubicado a 83 kilómetros al norte de la capital de El Salvador, se viene implementado desde el 2013 la iniciativa Escuelas Sostenibles, una referencia de los programas de alimentación escolar sostenibles.
La iniciativa se lleva a cabo por medio de la articulación entre los diversos sectores relacionados a la alimentación escolar, la participación social, la educación nutricional y alimentaria para la promoción de hábitos saludables por medio de huertos escolares, la adopción de menús adecuados y la compra de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.
Todos los días, la alimentación escolar de los estudiantes de 22 centros escolares del municipio se enriquece con los vegetales cosechados en los huertos implementados en las escuelas y con los alimentos producidos por los agricultores familiares de la región.
Esta tecnología social salvadoreña es una de las finalistas del Premio Fundación Banco do Brasil, en la Categoría Internacional.
El Premio busca promover las tecnologías sociales como herramientas de bajo costo y con participación de las comunidades para el desarrollo sostenible. Esta fue la primera edición que contó con la participación de tecnologías internacionales.
Las categorías de la premiación están alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agenda 2030.
Una iniciativa que involucra a todos
En la iniciativa de las Escuelas Sostenibles de El Salvador, las madres preparadoras del refrigerio escolar recibieron capacitación adecuada en temas de inocuidad de alimentos y manipulación apropiada con el fin de promover los hábitos higiénicos dentro de la cocina de cada centro escolar.
Además, se mejoró la infraestructura de cocinas, comedores y bodegas de los establecimientos de enseñanza.
La metodología moviliza a profesores, padres y alumnos, gobierno y sociedad civil para la planificación y la ejecución integradas de las actividades para que la iniciativa alcance su éxito.
El jefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Atiquizaya, Moisés Moran Murga, señaló que la iniciativa «permitió la unión de varios actores para promover el desarrollo de la economía local, con la compra de productos de la agricultura familiar, para asegurar una alimentación completa a los niños en edad escolar, así como contribuyó al cambio cultural en la alimentación de las familias».
Huertos escolares
De 2013 a 2017, por medio de las Escuelas Sostenibles, se implantaron huertos escolares en 22 unidades de enseñanza en Atiquizaya, de los cuales el municipio mantiene 17. Diariamente, alrededor de 30.400 alumnos reciben alimentos, incluyendo frutas y verduras, además de educación alimentaria y nutricional.
Participan 147 asociaciones de productores que suministran frutas, verduras y huevos a las escuelas. El proyecto fue replicado en otros dos municipios del país, Izalco y Jiquilisco.
Premio
Realizado cada dos años, el Premio Fundación BB de Tecnología Social 2017 tiene la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES). La ceremonia de premiación se realizará el 23 de noviembre, en la ciudad de Brasilia, Brasil.
Los finalistas internacionales recibirán trofeos y un video acerca de la iniciativa, además de participar en el Foro Internacional de Tecnología Social, que se llevará a cabo días 21 y 22 de noviembre, en la capital de Brasil.
Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO
Revisado por Estrella Gutiérrez