Sudán del Sur, el país más reciente del mundo, cumple sus cinco años de existencia con un sinfín de problemas provocados por la guerra civil en curso, advirtieron organizaciones humanitarias internacionales.
La nación de África oriental, que logró su independencia el 9 de julio de 2011, se encuentra al borde del colapso económico, advirtió la organización humanitaria Oxfam el martes 5.
La difícil situación del país responde principalmente al conflicto armado entre el gobierno y fuerzas opositoras, que comenzó en diciembre de 2013 y ha provocado la muerte de miles de personas desde entonces.[pullquote]3[/pullquote]
La economía de Sudán del Sur depende en gran medida del petróleo, y es uno de los numerosos países en desarrollo que padecieron los bajos precios del hidrocarburo en los últimos años.
«La caída en picada del precio del petróleo y la producción de crudo prácticamente paralizada debido a los intensos combates han tenido un impacto devastador en el país, cuyos ingresos dependían del petróleo en un 98 por ciento antes de diciembre de 2013», destacó un comunicado de Oxfam, una organización presente en más de 90 países.
La inflación supera 300 por ciento, la más alta del mundo, según Oxfam, y el gobierno recurrió a la venta de títulos futuros de petróleo para conseguir efectivo.
«En venta no están solo los títulos futuros del petróleo. Al subastar su principal fuente de ingresos, el gobierno puso en venta el futuro de su pueblo», afirmó el director de Oxfam para Sudán del Sur, Zlatko Gegic.
«La economía en caída y la inflación galopante agravan el sufrimiento de millones de sudaneses del Sur y los condenan a un futuro aún más incierto”, aseguró.
La población de Sudán del Sur asciende a poco más de 11 millones de personas, de las cuales 2,3 millones huyeron de sus hogares debido a la violencia en curso. Aproximadamente 1,61 millones de habitantes están desplazados dentro del país, y más de 720.000 buscaron refugio en los países vecinos, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Además, más de cuarta parte de la población total del país, unos 2,7 millones de personas, necesitan con urgencia ayuda alimentaria, advirtió la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO advirtió sobre una posible hambruna en el país africano, donde muchos de sus habitantes sobreviven gracias al consumo de pescado y lirios de agua.
Mientras tanto, Amnistía Internacional denunció este miércoles que la depresión y el trastorno por estrés postraumático son problemas importantes en Sudán del Sur.[related_articles]
La continua violencia, incluida la violencia sexual contra las mujeres, agravó el alto nivel de enfermedades mentales sin tratar en el país africano, destacó la organización defensora de los derechos humanos en el informe “Nuestros corazones se ensombrecieron”. El impacto del conflicto de Sudán del Sur en la salud mental.
«Mientras que el cese de las atrocidades, incluida la tortura, la violación y el asesinato, sería un evidente primer paso urgente para prevenir las consecuencias adicionales para la salud mental, también deben tomarse medidas para sanar el daño ya hecho, brindándoles tratamiento y otros remedios adecuados a las víctimas», indicó Muthoni Wanyeki, director regional de Amnistía Internacional para África oriental, el Cuerno y los Grandes Lagos.
El 1 de este mes, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó su preocupación por la violencia en curso en el país, así como su profunda alarma por los combates en la noroccidental ciudad de Wau.
Traducido por Álvaro Queiruga
