Alerta por detractores de vacunas en Argentina

Argentina es uno de los países con mayores niveles de cobertura de vacunación de América Latina. Pero expertos alertan sobre la creciente prédica de detractores que hacen campaña contra la inmunización.

   “Las vacunas salvaron tantas vidas como el agua potable. Arriesgarse a no aplicarlas es como jugar a la ruleta rusa”, advirtió a IPS la médica Carlota Russ, secretaria del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

   La especialista sostuvo que en países industrializados la cobertura y la cultura de vacunación decrece y se genera el riesgo de reemergencia de enfermedades ya controladas, como el sarampión.

    “En Argentina, afortunadamente, la corriente antivacunas no es fuerte”, dijo.

    Sin embargo, cuando hay un caso de resistencia a las vacunas que llega a la justicia, la historia adquiere gran impacto en medios de comunicación y produce una oleada de incertidumbre que alcanza a los consultorios médicos, lamentó.

    Adultos instruidos e informados con niños pequeños se ven seducidos por teorías naturistas que llaman a ser padres responsables y abstenerse de vacunar a fin de evitar presuntos efectos adversos por la inoculación de virus, bacterias o sustancias tóxicas.

    El caso de una pareja que se negaba a vacunar a su hijo llegó en 2012 hasta la Corte Suprema de Justicia, que ordenó aplicar el plan de inmunización “de manera compulsiva”, si llegase a ser necesario, “por el interés superior del menor”.

    En diálogo con IPS, el pediatra Eduardo Yahbes, de la Asociación Médica Homeopática Argentina, opinó que esa familia “estuvo mal defendida”, y rescató su derecho a negarse a cumplir con la obligación sanitaria.

    El experto es uno de los profesionales de la salud que alimentan el sitio de Internet “Libre Vacunación”, en el que se califican de “mitos” las ideas sobre que la inoculación es segura y efectiva o que es la única vía de prevención para la enfermedad. 

    “Las vacunas no son efectivas, hay todo un fraude con la idea de que gracias a las vacunas desaparecieron las enfermedades infectocontagiosas”, sostuvo el pediatra que practica la medicina alternativa. 

    Yahbes citó múltiples investigaciones que señalan los efectos adversos de las vacunas y culpó “al sistema médico hegemónico dominante” de “violar los derechos humanos” de las personas forzándolas a recibir tratamientos médicos que rechazan.

    En Argentina, el calendario de inmunización obligatoria, que incluía cuatro vacunas en 1970, suma ahora 16 y, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, resulta uno de los más completos del continente.

    Además de las tradicionales como la BCG (antituberculosa) o la Sabin (antipoliomelítica), se agregaron en los últimos años nuevas vacunas como la que previene el virus del papiloma humano, causante del cáncer cérvico-uterino.

   Russ explicó que las vacunas son “fundamentales para disminuir posibilidades de enfermedad y complicaciones, y si son obligatorias es porque se considera que la carga de esa enfermedad es lo suficientemente importante como para protegerse”.

   Como contraste, señaló que, mientras en Europa o Estados Unidos volvieron a aumentar los casos de sarampión, en América Latina solo se registran algunos importados de otras áreas del mundo.

“Estamos cubiertos, pero no hay que bajar la guardia”, afirmó.

    La médica admitió que “los eventuales efectos adversos existen, como ocurre con cualquier medicamento”. “Pero son tan mínimos que justifican la vacunación”, remarcó.   

   También se refirió a la relación entre autismo y vacunas, que Yahbes introdujo en un artículo de 2011 en la publicación Homeopatía para Todos, de la asociación argentina de la disciplina. Russ aseguró que la teoría resultó “desastrosa” por los daños que ocasionó y “se mostró luego que no era cierta”.

    Aludió así a la decisión de la revista científica británica The Lancet, que en 2010, a pedido del Consejo Médico General Británico, se retractó de un artículo sobre esa presunta vinculación divulgada en 1998 en la publicación por el investigador Andrew Wakefield.

   El médico planteó que había un vínculo entre la vacuna Triple Viral, que previene el sarampión, las paperas y la rubéola, y el autismo y algunos problemas gastrointestinales. Tras una investigación, El Colegio consideró que el facultativo británico “actuó de manera deshonesta e irresponsable” y le prohibió el ejercicio de la medicina.

    No obstante, esas versiones se propalaron y tienen nuevos adeptos en el campo de la medicina alternativa y la filosofía a la que se conecta. Como resultado, la cobertura de vacunación contra el sarampión bajó en países desarrollados provocando la reemergencia de casos de la enfermedad.   

    En Argentina, la vacunación integrada al calendario oficial es legalmente obligatoria y gratuita. Desde 2009 es también un requisito para otorgar la Asignación Universal por Hijo, que es una transferencia directa de dinero a familias con niños y niñas.

    La Asignación se otorga a familias de padres sin empleo o que trabajan en la economía informal, con hijos menores de 18 años o discapacitados de cualquier edad, a cambio de la asistencia a la escuela, controles médicos y el certificado de vacunación completo.

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