Intentar predecir el sector de la energía es como adivinar el clima en Londres en esta era de calentamiento global. Pero eso es lo que hicieron los delegados en la Cumbre Mundial sobre la Energía del Futuro, clausurada este jueves 17 en esta capital de los Emiratos Árabes Unidos.
Entre muchas posibilidades, prevén la emergencia de nuevos líderes mundiales en el sector, el desarrollo de formas innovadoras de almacenar la energía renovable y la creación de superredes para transportarla, todo en medio de una serie de «enormes» desafíos, en palabras de uno de los delegados.
El encuentro en Abu Dhabi se realizó en el marco de la Semana de la Sostenibilidad, entre el 14 y el 18 de este mes, que también incluyó a la Cumbre Internacional del Agua y la asamblea general de la Agencia Internacional de las Energías Renovables.
«Nunca reconocemos a aquello que cambia las reglas del juego hasta que efectivamente lo hace», dijo Morten Mauritzen, presidente de ExxonMobil en Abu Dhabi.
Mauritzen prevé un día en el que Estados Unidos se convertirá en un «exportador neto» de energía gracias a su tecnología de «fractura hidráulica» (inyección de químicos que destruyen las rocas) para extraer gas de esquisto.
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Como representante de la mayor compañía de petróleo y gas del mundo, Mauritzen sostuvo que, en un «conjunto de soluciones integradas», será necesario atender las necesidades de la creciente población mundial, que se estima alcanzará los 9.000 millones en 2050.
Para él, los combustibles fósiles son parte inevitable de la futura mezcla energética.
Pero muchos otros delegados ven otras posibilidades, especialmente la de un incremento en el número de países que se volcarán por las fuentes renovables.
«No necesitamos esperar ninguna tecnología innovadora. Podemos empezar ya», dijo Bjorn Haugland, vicepresidente ejecutivo y jefe de la oficina de tecnología y sostenibilidad de Det Norske Veritas (DNV), una fundación noruega de gestión de riesgos.
En los últimos tres años, la DNV incrementó sus actividades contra el cambio climático, y Haugland anunció la creación de una nueva unidad de investigación en Holanda sobre «redes inteligentes» y «superredes».
Para el ejecutivo de la fundación, la tecnología de las baterías y de las superredes de energía es clave para un exitoso desarrollo de las fuentes renovables.
«El almacenamiento tiene que ver con la eficiencia», dijo Haugland a TerraViva. «La demanda de energía crece y crece, así que, para ser eficientes, debemos tener la capacidad de almacenarla cuando tenemos suficiente y usarla cuando queramos», abundó.
Pero la tecnología de almacenamiento está quedando rezagada respecto de otras áreas del sector «verde». Las baterías son todavía muy caras, sostuvo, y su transporte sigue siendo una preocupación de los ambientalistas.
Aquí es donde entran las redes inteligentes.
«Éstas serán esenciales para la energía renovable en los próximos 20 años», sostuvo Haugland. «Vemos a las superredes desarrollándose en India, China y algunos lugares de Europa».
Las superredes serán usadas para transportar grandes cantidades de energía a través de largas distancias, y esto revolucionará el sector verde, pues la energía solar producida en una región podrá ser trasladada a otra, pronosticó.