Más de 400 organizaciones de la Unión Europa (UE) y de América Latina y el Caribe participarán entre los días 25 y 27 en la Cumbre de los Pueblos, como alternativa y contrapeso al encuentro de jefes de Estado y de gobierno de las dos regiones en la capital chilena.
La cita paralela "Por la justicia social, la solidaridad internacional y la soberanía de los pueblos" buscará llamar la atención de los participantes en la reunión oficial respecto del rechazo de la sociedad civil de ambas regiones a la visión de desarrollo que, dicen sus organizaciones, se ha impuesto en las cumbres bicontinentales precedentes.
"La crisis, que como se ha confirmado ha sido causada por el mal manejo financiero, está siendo descargada sobre los pueblos", afirmó a IPS el activista chileno Martín Pascual, uno de los coordinadores de la cumbre alternativa.
"Esta cumbre busca responder a esa mirada oficial que viene desde el llamado Primer Mundo, y creemos que vamos a encontrar eco en varios estados latinoamericanos que tienen una mirada diferente, y desde luego, en las organizaciones sociales", detalló.
Pascual aseguró que son varios los países de América Latina y el Caribe que fomentan una actitud "más independiente, más autónoma, más soberana".
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"Los gobiernos de Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador y varios más han tenido una actitud de no aceptar imposiciones de parte de organismos como el Fondo Monetario Internacional. Varios de esos países han tenido confrontaciones con empresas multinacionales por las nacionalizaciones", detalló.
Añadió que "todos estos países también tienen una mirada de fortalecer el desarrollo de sus propias economías y no exclusivamente el extractivismo, que es una pretensión de los países industrializados darnos ese rol en la economía global".
La cumbre oficial tiene como lema "Alianza para el desarrollo sustentable: promoviendo inversiones de calidad social y ambiental", algo que, a juicio de Pascual, pone en alerta a muchos pueblos y organizaciones sociales debido a que, "aunque sea con apellidos, se pone en el centro el tema de las inversiones".
Las cumbres de la UE y América Latina y el Caribe comenzaron su andadura bianual en 1999 en Río de Janeiro y ya se celebraron seis. Pero la de Santiago representa un volver a comenzar, porque será la primera ocasión en que la región latinoamericana-caribeña se presente integrada en su nuevo organismo intergubernamental de concertación política.
Se trata de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), creada en 2010, que tendrá así su primera cumbre con la UE, entre los días 26 y 27 en Santiago. Los anfitriones anticipan que participarán 24 mandatarios de los 33 países integrantes de la Celac y 17 jefes de Estado y de gobierno de los 27 miembros de la UE, además de las autoridades de ese bloque.
Como presidente temporario de la Celac, Chile también será el anfitrión de la primera Cumbre formal del mecanismo regional los días 27 y 28, cuando su presidencia pasará a Cuba. Antes hubo dos citas cimeras, la que creó el mecanismo en 2010 en México y la que lo puso en marcha en 2011 en Venezuela.
Según cifras de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el comercio Celac-UE mostró una expansión promedio anual de 13 por ciento entre 2002 y 2011, cuando alcanzó la cifra de 276.000 millones de dólares y un crecimiento de 23,9 por ciento respecto del año anterior.
Sin embargo, la Cumbre tendrá lugar en medio de la crisis económica y financiera que azota al bloque europeo, de la que busca salir mediante rígidas políticas de austeridad impuestas desde Bruselas y los gobiernos más afectados. Esa estrategia es considerada por la sociedad civil de las dos regiones como un gravísimo retroceso social y democrático.
"Se está viviendo una crisis en la zona europea que abarca el conjunto de países más desarrollados, y en un contexto en que América Latina también tiene ciertas dificultades, particularmente con la presencia de empresas multinacionales", dijo Pascual, presidente de la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales.
Para agravar la situación, a su juicio, se suman "presiones que vienen desde algunos organismos financieros internacionales".
Pascual consideró que la Cumbre de los Pueblos 2013 adquiere mayor relevancia debido al momento histórico que afronta la sociedad civil en el mundo. "Si hay algo que hoy día es común a ambos continentes es tener pueblos movilizados", afirmó.
Añadió que desde la primera gran movilización social alternativa, en 1998, "no nos imaginamos un escenario como este, en que tenemos a ambos continentes en una actitud de movilización, de exigencias, en contra de estas injusticias y de no aceptación de la política que se quiere imponer".
En aquel año, activistas y organizaciones sociales de todo el mundo se congregaron en la ciudad estadounidense de Seatle, en contraposición a la reunión de la Organización Mundial de Comercio celebrada allí.
La Cumbre de los Pueblos se iniciará el viernes 25 con una marcha por Santiago que culminará en la Plaza de Armas con un acto artístico cultural. Desde ese día y hasta mediodía del siguiente se desarrollarán cerca de 85 actividades autogestionadas por las propias organizaciones.
Posteriormente, se iniciarán asambleas sobre los cuatro ejes centrales establecidos para esta cumbre.
Son ellos: "Democracia, participación y soberanía de los pueblos frente al poder de las corporaciones"; "Derechos humanos y laborales frente a la privatización de los bienes comunes"; "Buen vivir y derechos de la Madre Tierra, contra la mercantilización de la naturaleza y de la vida" e "Integración y solidaridad de los pueblos en contra de la injusticia social".
Además habrá tres ejes transversales centrados en inversiones, género y pueblos indígenas.
Para el antropólogo Juan Carlos Skewes, el aporte de las cumbres paralelas a las reuniones oficiales es valioso por lo que ofrecen de visión alternativa.
"En general en estas grandes cumbres políticas se presentan los grandes intereses de las elites de cada país, donde se discuten temáticas financieras, tributarias, de comercio exterior, etcétera", explicó.
La cumbre de los pueblos, en cambio, "es importante para que otros sectores de la sociedad que están representados en esos encuentros, puedan ventilar sus propias perspectivas y situaciones".
"Es una oportunidad también para que la sociedad civil pueda reunirse, dialogar y crear visiones alternativas con respecto a lo que son procesos regionales, nacionales e internacionales", completó.
Recordó que la sociedad civil, "la gran virtud que tiene, es la de crear conciencia respecto de temas que son críticos dentro de un simple proyecto que es más hegemónico, que no es tan visible para la sociedad y que permite tener la contraparte".